jueves, 16 de mayo de 2013


    Ciudades emergentes

Me pasaron hace unas semanas el borrador de las conclusiones provisionales de una de las sesiones del Observatorio del Cambio del LICA. Creo que ya he hablado en otra ocasión sobre el proyecto. El caso es que en esta sesión - a la que no asistí - se trató la cuestión del papel que debe jugar Badajoz en su área de influencia. El concepto manejado para dar título a la sesión (Badajoz, mesópolis transfronteriza) deja entrever algunos matices interesantes. Lo acuña Artemio Baigorri, profesor titular de la Uex, en varios de sus escritos: De la ciudad intermedia a la mesópolis, Badajoz, mesópolis transfronteriza, entre otros. Propone el término como una alternativa conceptualmente más precisa que el de 'ciudades medias' utilizado en algunos informes de la Comisión Europea y también que el de 'ciudades intermediarias', empleado como sustituto en la literatura francesa.
Frente a la 'ciudad media', que se caracteriza por siete factores (reproduzco literalmente en cursiva):
a) Buena red de comunicaciones interior y exterior (nacional e internacional) b) Nivel de instrucción y de capacidad de investigación superior a la media c) Buen entorno residencial para segmentos cualificados de la población activa d) Diversidad significativa de oportunidades de empleo e) Núcleo urbano central eficiente f) Fuerte apoyo a las actividades de ámbito cultural g) Implicación activa de las instituciones públicas en la vida de la ciudad
la 'ciudad intermediaria' se presenta como un 'núcleo integrado en el circuito -o red- de relaciones que se establecen en el seno de los sistemas nacional e internacional'.
Pero Baigorri no se queda ahí. Introduce el concepto de 'mesópolis', como
'aquellos centros urbanos con capacidad de iniciativa que son implícitamente aceptados como cabeceras o líderes de un subsistema urbano, pero que a la vez tienen conciencia de sus debilidades y dependencias respecto del sistema de grandes ciudades y metrópolis, así como de su papel dinamizador respecto de su hinterland, que será más o menos amplio en función, fundamentalmente, del sistema de poblamiento imperante. No son por tanto ciudades pequeñas o medianas ciudades que viven de su entorno, que son parasitarias del mismo -algo consustancial a muchas pequeñas capitales administrativas-, sino que articulan, y sobre todo se articulan en un hinterland productivo y dinámico dentro del cual coexiste una red de ciudades pequeñas y medianas.'
Más adelante, define el conjunto de características que presentan -en todo o en parte- las mesópolis:
1) Son ciudades cuyo tamaño oscila, dentro de un amplio margen, entre los 100.000 y los 500.000 habitantes, dependiendo del contexto territorial y sistema de ciudades al que se vinculan.
2) Su crecimiento es fundamentalmente intradirigido, esto es generado por la interacción de la ciudad con su hinterland, en mayor medida que exodirigido. Asimismo, una parte importante de su crecimiento demográfico se debe a los propios efectivos, ya que cuenta con un porcentaje superior a la media de población en edad reproductiva. 3) Seguramente, la mesópolis tiene su origen en una agrociudad, más fácilmente que en una capital política o religiosa, o que en una pequeña ciudad especializada industrial. De hecho, su complejidad sectorial incluye una participación importante del sector primario, especialmente de la Agricultura, a través del cual se produce la principal interacción con su hinterland.
4) Dentro de su hinterland existen otras pequeñas y medianas ciudades, en término de ‘ciudades gemelas’ o no, cuyo crecimiento correlaciona positivamente con el de la mesópolis, con la cual además compiten en muchos aspectos. 5) La media del crecimiento de los núcleos menores de su hinterland debería correlacionar también positivamente con el del crecimiento de la mesópolis, en la medida en que es una interacción de intercambio efectivo -aunque desigual-. 6) Las ciudades y pueblos de su hinterland commutan con la mesópolis, pero manteniendo un nivel importante de autonomía, no una dependencia total (como ocurre por el contrario en los pueblos o ciudades dormitorio, como los del entorno de Valladolid o Pamplona).
7) Las mesópolis presentan rasgos de multiculturalidad. Como veremos, esto se manifiesta muy especialmente en el caso de las ciudades transfronterizas. 8) Las mesópolis deben disponer de un conjunto de infraestructuras culturales y productivas básicas: - universidad con carreras científicas, sociales y humanas; - centros de investigación públicos y/o privados relacionados con las actividades económicas fundamentales de su hinterland; - museos de temáticas diversas y en algún caso con proyección y/o vocación internacional;
- instituciones feriales estables, con actividad regular a lo largo del año y de proyección más que local y regional; - palacios de Congresos, o espacios en los que éstos se celebren con regularidad a lo largo del año; - prensa diaria, emisoras de radio y televisión local;
- imprentas industriales y editoriales; - aeoropuerto, estación de ferrocarril y comunicaciones por autopista/autovía con metrópolis del sistema de ciudades dentro del cual se insertan; - cámara de comercio y sedes de organizaciones empresariales y profesionales; - sedes financieras; - sedes administrativas de diverso orden; - polígonos industriales planificados y polígonos deslocalizados de uso industrial y desarrollo espontáneo
9) El dinamismo demográfico de la ciudad tiene un reflejo en estilos de crecimiento urbano en ocasiones compulsivos, con crecimiento en mancha de aceite, sin una planificación completamente racional y con momentos de incapacidad de absorción de las nuevas demandas residenciales. En este sentido, en las mésopolis siempre existirán barrios de aluvión, desestructurados.
Además, previsiblemente los cascos antiguos de las mesópolis aparecen en estado de abandono, salvo cuando constituyen un recurso económico (turístico) de primer orden. Frente a las ciudades medias, las mesópolis no fijan fronteras al desarrollo urbano, con lo que la tendencia al vaciado de los centros históricos es en la actualidad tan acelerado como en las metrópolis.
10) Las mesópolis, aún teniendo una identidad, no la tienen claramente definida, ni poseen un fuerte sentido de identidad y pertenencia particularista entre sus habitantes. Son en consecuencia ‘acogedoras’ para los recién llegados, que no tienen dificultades de integración en las redes de sus respectivas capas sociales. Paradójicamente, las mesópolis invierten en la proyección de una imagen exterior de la ciudad, aunque ésta no responde a un patrón permanente -al contrario de lo que ocurre en las ciudades medias o grandes ciudades-, modificándose en función de los cambios políticos que se producen.
11) La sociedad civil de las mesópolis es capaz de generar la aparición de grupos y plataformas de interés cívico, en respuesta a conflictos urbanos importantes, y capaces de incidir sobre la opinión pública. Sin embargo, frente a lo que sucede en las ciudades medias, dicha sociedad civil es extremadamente móvil, y sus organizaciones tienen un metabolismo muy acelerado. 12) Las mesópolis ofrecen cierta actividad cultural regular, aunque no se potencia la cultura de élite. Pero, a la vez, tienen facilidad para incorporar a sus tradiciones nuevos hábitos).
A lo largo del informe del LICA se exponen los argumentos que permiten clasificar a Badajoz como una 'Mesópolis transfronteriza' en ciernes y se indican algunas de las acciones a realizar en pro de esta situación.
El caso es que, si bien la conclusión que extraigo es que el concepto de mesópolis tiene connotaciones muy positivas, no puedo evitar una sensación final -fruto tanto de la definición, como de las características apuntadas- de desestructuración y de pasito p'alante - pasito p'atrás. Desde luego, aunque ésto sólo es un apunte, hay varias características que no creo que Badajoz posea. Sobre todo, las relacionadas con la actitud de su población.
A la hora de apuntar modelos exitosos de ciudad, existe un interesante estudio de la Office of the Deputy Prime Minister, sobre las ciudades europeas competitivas: Competitive European Cities: Where do the Core Cities Stand?
Algunas de las afirmaciones y conclusiones del informe son realmente interesantes:
1.- Existen evidencias de un resurgimiento de las ciudades como motores de la economía nacional. Además, las regiones más prósperas cuentan con las ciudades más competitivas. De hecho, no han localizado regiones exitosas que cuenten con ciudades no competitivas en su interior.
2.- La jerarquía urbana en Europa es estable a lo largo del tiempo. Hay un conjunto de características estructurales de competitividad que se adquieren a lo largo de un amplio periodo de tiempo y que no se pierden con rapidez. Sin embargo, halla evidencias de que las ciudades pueden cambiar su situación. En concreto, plantea los casos de Madrid, Barcelona y Helsinki. En el caso de Barcelona, se extiende en un análisis más minucioso.
3.- Plantea diferencias entre el resurgimiento urbano y la competitividad. Esto es, la revitalización de una ciudad puede darse, gracias a estrategias a largo plazo, transformaciones del entorno e intervención directa de diversos agentes. Sin embargo, aun después de estos procesos, la ciudad puede carecer de factores clave que incrementen su competitividad. Si los niveles de educación, productividad, innovación y otros se mantienen bajos, difícil será alcanzar los niveles deseados en este sentido. Si el capital no se mueve, si no se ofrecen facilidades (infraestructuras) tecnológicas, si la Universidad no satisface, entre otras cosas, las necesidades de la economía local, peor que peor.
4.- Identifica las siguientes características clave de una ciudad competitiva:
  • Diversidad económica.
  • Población activa formada, preparada y especializada.
  • Conectividad interna (buena planificación y gestión urbana) y externa (buena red de comunicaciones con el hinterland y el entorno más lejano.
  • Capacidad para mobilizar y ejecutar estrategia de desarrollo a largo plazo.
  • Innovación en empresas e instituciones.
  • Calidad de vida en lo social, cultural y medioambiental.
5.- Incluye una referencia al World Knowledge Competitiveness Index, elaborado por Robert Huggins Associates, en el que se catalogan las regiones más productivas del mundo, atendiendo a diversas variables, algunas de las cuales coinciden con las empleadas en el informe. Es preocupante el hecho de que, en el índice de 2002, entre las cincuenta primeras ¡sólo hay cuatro regiones que no pertenezcan a USA!. A saber: Estocolmo (22), Suiza (25), Ontario (48) y Londres (50).
6.- La conectividad externa resulta crucial. Las ciudades más competitivas de Europa cuentan, precisamente, con los mayores aeropuertos.
7.- La innovación es un factor clave en el desarrollo de una ciudad competitiva
El estudio se extiende en el análisis de estos y otros muchos puntos, proporcionando, además, datos, fuentes y técnicas empleadas en su elaboración.
En relación con la importancia de la innovación, hay mucho de qué hablar. Bueno, tanto como sobre el resto. Sin embargo, me gustaría hacer referencia a The rise of the creative class, libro de Richard Florida que explica cómo han cambiado los factores que hacen que una ciudad, región o país crezcan tanto económica como socialmente. Para resumirlo en una frase, asocia este éxito no tanto con la presencia de grandes empresas, sino con la existencia de factores que atraen a un tipo de población muy determinada, la clase creativa. Estos factores los reduce a tres, las tres T: Tecnología, Talento y Tolerancia. Bien, reflexiones más extensas y, desde luego, valiosas, sobre el libro se pueden encontrar en Nómadas, por Juan Freire, y en Infonomía, por Alfons Cornella. Ojo, este último es de acceso restringido, pero ofrecen registro gratuito hasta septiembre.

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