domingo, 25 de diciembre de 2016

Qué sabe la neurociencia sobre la religión

Psico
¿Creer supone alguna ventaja? ¿Qué activa una conexión mística? 


Cristianismo, islamismo, hinduismo, judaísmo, budismo se suman a otras centenas de religiones que coexisten, o que "intentan" coexistir mejor dicho en nuestro bendito mundo. Si sumamos a todas esas personas que tienen como ancho de espada a la Fe, se estima que aproximadamente reúnen al 60% de la población. Y si bien esas religiones se encuentran representadas en todos los continentes, demográficamente la Fe en el mundo tiene una distribución muy particular.
Según un estudio de la consultora internacional Gallup, los países con mayor porcentaje de creyentes son aquellos que presentan un menor ingreso per cápita. Por ejemplo, dentro de los países más religiosos se encuentran naciones como Bangladesh, Niger, Yemen, Indonesia, Tailandia con un 99% de la población creyente. Todos ellos con los ingresos más bajos a nivel mundial. Del otro lado de la religiosidad, Suiza, Suecia, Dinamarca, Gran Bretaña y Japón, lideran la proporción de estados con mayores ingresos y menor religiosidad.
Esta variabilidad tan lineal puede graficarse de la siguiente manera: los países con mayores ingresos económicos son los que menor importancia le dan a la religión (o más ricos, más ateos). Es llamativo que esta distribución de riquezas y creencias se pueda observar de forma tan marcada, pero estas estadísticas en el fondo de la cuestión no reflejan otra cosa que la dirección en el foco de atención que tiene cada cultura.
Es por este motivo que plantear un análisis sobre las creencias religiosas por intermedio de una distribución económica es un grave error, como también lo puede ser si esa búsqueda está relacionada con el grado de educación que presentan las personas religiosas con respecto a las no religiosas. Ya sea por interés, tiempo, cuestiones históricas, cuestiones ideológicas o criterios de verdad, la decisión de abrazarse a una religión pueden ser tan diversas como las culturas que nos acercan o nos alejan con las cuestiones de Fe.
Hablar de religión desde una visión científica conlleva un cierto riesgo, que aumenta exponencialmente si lo combinás con la palabra evolución. Evitando la discusión entre Adán, Eva y un Tiranosaurio Rex; la religión solo pudo propiciarse a partir de la evolución de ciertas capacidades cognitivas adaptativas. Es decir que para creer se necesita como mínimo un procesador afilado que pueda tener la capacidad de interpretar las emociones e intenciones de los demás, se necesita además la existencia de procesos neuronales que se ocupen en las construcciones de fenómenos sociales y culturales como la identidad de grupo y la moral. Dicho en otras palabras: la religión solo pudo haber surgido gracias a una combinación de funciones cognitivas complejas.
De la misma manera se puede explicar que el posible mal funcionamiento de diferentes estructuras cerebrales podrían haber incidido en la generación de alucinaciones visuales y auditivas, las cuales fueron en algunos casos explicadas a través de la Fe en Dios. El ejemplo más emblemático fue el de Juana de Arco, en donde la historia cuenta que obedeció un posible llamado divino. A la luz de los descubrimientos neurológicos, psiquiátricos y neurocientíficos sobre esquizofrenia al día de hoy esta comunicación directa con Dios estaría más relacionada con una patología psiquiátrica que con un milagro.
Entonces ¿cuál podría ser la ventaja adaptativa que me da tener fe?
Según estudios científicos, ante una situación que aumente fuertemente los niveles de ansiedad, la religión actuaría como un amortiguador frente al fracaso. ¿Cómo? Disminuyendo notablemente los niveles de tensión y minimizando la exposición al error. Apoyarse en una creencia como forma de bajar la ansiedad existencial y la presión generada por la competencia entre pares podría verse como una ventaja adaptativa sobre nuestros antepasados.
Bajo esta lógica tranquilamente nos podríamos preguntar ¿en qué lugar de nuestro cerebro se encuentra Dios? ¿existe una región en nuestra mente exclusiva para él? ¿Dios comparte neuronas con otras funciones cerebrales habituales?
Ante estos interrogantes unos científicos bastante atrevidos lograron hacer algo simplemente extraordinario: convencer a carmelitas descalzas de participar de un experimento neurocientífico. Más precisamente, las persuadieron para escanear su cerebro mientras pensaban en el recuerdo más fuerte que hayan tenido sobre experiencia mística. Para ello, dentro del resonador magnético debieron pensar concentradamente en el contacto más cercano que hubieran tenido con Dios. Esta actividad cerebral fue comparada con un protocolo similar pero a diferencia del místico se les pidió, ya que estaban adentro de resonador, que recordaran el más intenso vínculo que hayan tenido con otro ser humano. Básicamente compararon la diferencia entre la activación cerebral que genera la "la unión con Dios" y la "unión con otro par humano". Una búsqueda hacia la región de Dios.
¿Qué activa una conexión mística? Los resultados, como era de esperar, indican una activación de múltiples áreas del cerebro (lóbulo superior, parietal, caudado izquierdo, tronco cerebral, corteza singulada anterior). El tema pasa porque no existe una activación significativamente diferente entre ambos tipos de pensamientos. Es decir que comparten las mismas regiones que procesan los recuerdos vinculados a experiencias con seres humanos. De hecho, estás regiones cerebrales también se vieron implicadas cuando una persona enamorada ve una foto de su pareja. En resumen, la religión activa funciones cognitivas y emotivas que también se ven igual de activas bajo funciones habituales.
Científicamente hoy no sabemos nada acerca de la existencia de Dios, pero si existe está en nuestro cerebro.
*Dr. Fabricio Ballarini (investigador CONICET. Laboratorio de Memoria, IBCN, Facultad de Medicina-UBA. Autor de REC y columnista de ciencia de radio Vorterix).

jueves, 22 de diciembre de 2016

Si Jesús naciera en Chile hoy

Si Jesús naciera en Chile hoy, ya no sería en un pesebre en Belén sino en una mediagua de uno de los 680 campamentos del país o en un block en la Araucanía, la región más pobre, donde el 23% de sus habitantes vive en esa condición. Si Jesús naciera en Chile hoy, José la pareja de su madre, no sería hoy un carpintero sino un un simple empleado de una multitienda comercial, donde pese a trabajar toda su vida y muchas horas diarias nunca dejaría de ser pobre. Si Jesús naciera en Chile hoy, sería parte del 73% de los niños que nacen fuera del matrimonio, María su madre, habría tenido que lidiar con la discriminación de un embarazo adolescente, y ver en ese contexto cómo mediar para que su hijo creciera fuera de las drogas, haciendo “milagros” para llegar a fin de mes con el sueldo de José.

Algo no ha quedado claro al parecer desde el nacimiento hace 2000 años de Jesús, donde nos pidió una sola cosa: Amar al otro como a uno mismo.
Si Jesús naciera en Chile hoy el nuevo “templo” de entonces, sería probablemente un mall, el nuevo lugar donde la comunidad se junta, y va a escuchar y a conocer o que es lo importante para ser feliz, las nuevas “plazas”. Si Jesús naciera en Chile hoy, sus padres tendrían la disyuntiva de ponerlo en la educación municipal o hacer el esfuerzo de ponerlo en un colegio subvencionado donde la calidad es dudosa, pero el cobro de la mensualidad no perdona. Si Jesús naciera en Chile hoy, se atendería en los consultorios, María se levantaría temprano para sacar un número, y tendría como máximo 10 minutos para que vieran a su hijo enfermo. Si Jesús naciera en Chile hoy, en una de cada tres familias de su barrio encontraría un discapacitado, aún esperando por las políticas estructurales de inclusión, alguien de su familia tendría depresión, probablemente su tía Isabel, tras que su primo Juan fuera detenido y procesado por luchar por las demandas de su pueblo, el pueblo mapuche.
Si Jesús naciera en Chile hoy en resumen estaría determinado completamente por donde nació y quienes fueron sus padres, pero los “nuevos fariseos” lo justificarían diciendo que no se puede hacer más cambios porque el modelo nos beneficia a todos, o simplemente que el que no progresa es porque no se ha esforzado lo suficiente.
Algo no ha quedado claro al parecer desde el nacimiento hace 2000 años de Jesús, donde nos pidió una sola cosa: Amar al otro como a uno mismo. La Navidad es la fecha en que la que los cristianos celebramos el Dios que se hace fiel e ingresa a la historia para ser parte de ella, la historia se divide en un antes y un después de ello, y este misterio no es sólo alegría de esperanza sino la invitación a ser testimonio de lo que creemos. Ningún chileno que celebre la navidad, puede querer acaparar esta noticia sólo para él, porque es una noticia relacional, Jesús nos llama a nacer y vivir por los otros, relevando la importancia de una sociedad que viva el comunitarismo.
Nadie que celebre esta fecha puede permanecer indolente al Jesús que sigue naciendo hoy en Chile luchando por ser parte de nuestra comunidad, porque como dijera el poeta León Felipe “voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo”.
Autor: Alberto Larraín

martes, 20 de diciembre de 2016

CÓMO VIVIR LA NAVIDAD
EN UNA SOCIEDAD DE CONSUMO

Víctor Rey

Hoy la Navidad sufre una gran distorsión en su real sentido.  Cuando pensamos en la navidad inmediatamente vienen a nuestra mente Santa Claus o el Viejito Pascuero,  los regalos y toda la fiebre consumista que se forma en torno a esta festividad. 

 Todo esto nos produce una carga alta de estrés y también angustia.  Es necesario encontrar el verdadero sentido y compartirlos entre tantas personas que en esta fecha se encontrarán solos y deprimidos. Por otro lado hay que vivirlo con los más empobrecidos, los más vulnerables y los que se encuentran sin esperanza.

Seguimos viendo que la realidad en nuestras ciudades se van empeorando, las expectativas y la realidad de nuestro pueblo, siguen estando marcadas por los signos de la anti- vida.  Las profundas desigualdades sociales, las contradicciones socioeconómicas y la desesperanza están marcando el paso en la vida cotidiana.


La experiencia de los pastores en la fría noche de Navidad, vuelve a convertirse en una realidad.  Nuestro mensaje y acción debe estar cargada de mucha esperanza.  La gente desea escuchar buenas noticias, noticias que construyan, estimulen e impulsen la vida plena.  Queremos escuchar las buenas noticias que sean de gozo para todo el pueblo. 

  
Esta buena noticia. No es sólo un sistema de ideas que se contrapone a los sistemas de ideas de hoy vigentes en el mundo.  No es una ideología más en el supermercado intelectual y religioso del momento.  Es un poder, es una forma de vivir y plantarse frente al mundo, es una comunidad que trasciende barreras. 

 Para recuperar el sentido vigoroso de un estilo de vida cristiano hay que sacar el Evangelio de manos de los vendedores profesionales que lo han vuelto un  inocuo producto comercial que se ofrece al mejor postor y de los religiosos de turno que han sacado del centro de la navidad a Jesús. 


 Dondequiera un ser humano que invoca el nombre de Cristo se atreve a vivir por Él, se esfuerza por practicar sus demandas de amor, justicia, servicio y arrepentimiento;
 alza sus ojos con esperanza y vence el temor, allí es donde está avanzando el Evangelio.

domingo, 11 de diciembre de 2016

En el Día del Cine chileno

EL CINE Y YO

“Si la gente ve como se hace, el cine pierde toda su magia” 
(Charles Chaplin)

Víctor Rey

Todavía recuerdo la primera película que vi, tenía cinco años, se llamaba “Marcelino Pan y Vino” y fue en el antiguo cine Alcázar que quedaba frente a la Plaza Brasil en el barrio que lleva el mismo nombre en Santiago de Chile.  Hoy ese antiguo edificio lo ocupa un restaurant de comida china.  Fue construido en los años 30 por Ezequiel Fontecilla y Pedro Prado, hijo del poeta del mismo nombre, como un ejemplo de arquitectura moderna dentro de un barrio tradicional.  Era una película en blanco y negro y los vecinos del barrio acudíamos según el horario de los días domingo.  Los niños a la matinée, luego los jóvenes a la función de la tarde y los adultos en la noche.  La magia de esperar que las luces se fuesen apagando lentamente y ver abrirse el telón y las primeras imágenes del noticiero UFA con las noticias del mundo y luego la sinopsis de los próximos estrenos era el aperitivo del plato de fondo que era la película esperada, que luego la comentaríamos toda la semana con los amigos del barrio y del colegio.  Creo que mi afición al cine también viene por el hecho de que vivíamos entre dos cines de barrio.  Uno ya no existe ya que se construyó un gran edificio y el otro como dije es ahora un restaurant.  Los otros cines de barrio han tenido otra suerte y la mayoría ahora albergan a diferentes iglesias, o mega iglesias evangélicas que representan sus cultos como un espectáculo.  ¿Qué paradojas de la vida?
Ir al cine en esos tiempos era un privilegio, ya que las entradas no eran baratas y había que juntar por varias semanas los pesos que permitirían entrar a esa sala de los sueños y de la magia.  Luego en la juventud hacia largas filas para ver casi todas las películas de Woody Allen en el cine de la Universidad de Concepción. Donde también teníamos que ahorrar para ver los últimos estrenos.  También ahí descubrimos la riqueza del cine latinoamericano que no  animó a conocer y amarlo más este continente  lleno de realismo mágico y a caminarlo por dentro, también acompañado de la rica literatura que produjo.
Un capítulo aparte es lo que tiene que ver con la música en el cine.  Las grandes bandas sonoras de las grandes películas es algo que disfruto y siempre me acompaño de este tipo de música cuando estoy leyendo o meditando. 
Siempre me gustó el cine y me sigue gustando, aún cuando ha cambiado la forma de ver una película.  Antes se hacían largas filas para entrar a un rotativo, ahora con las películas en DVD, el cine ha pasado a ser un arte en solitario, ha perdido lo comunitario que tuvo al principio.  Cuando estudié Comunicación Social en la Universidad Católica de Lovaina, uno de los cursos que más disfruté y aprendí fue el de Filmología.  Doy gracias por se tiempo donde aprendí a disfrutar y conocer el cine francés y autores como Francois Truffauts, Claude Lelouch y krzystf Kieslowski.
La primera proyección de una película en Chile ocurrió en 1897, y fue con el mismo proyector que utilizaron los hermanos Lumiere en Francia.  Se hizo en el Club de La Unión, sólo dos años después de la primera proyección en el mundo.
Una de las últimas películas que he visto y que ha resultado ser todo un homenaje al cine es “El Artista” (2011).  Michel Hazanavicius con esta película europea le ha devuelto el brillo a Hollywood.  Luego de ver este film me he animado a escribir este artículo.  Hacía tiempo que nos disfrutaba tanto de un film que fuera tan perfecto y tan profundo.  Una película en blanco y negro y muda. Por algo los críticos de cine la eligieron como la mejor película extranjera y le otorgaron el Oscar en 2012.
El cine nació como espectáculo y diversión en el que se aplicaban los descubrimientos de la época. El cine es, al mismo tiempo, un verdadero arte desde sus comienzos. El cine, también desde su inicio es documento de la vida de la época. Estas tres características, la documental, la artística y la festiva las ha conservado en el tiempo y en la ilusión de todos los que se implican en su mundo, los que lo fabrican y los espectadores.
En los primeros tiempos del cine, en los años treinta, el cine era cosa de feriantes. Las barracas de las ferias acogían al público que pretendía ver lo imprevisto, el más difícil todavía. Pasen y vean: al lado de la mujer barbuda y de otros espectáculos de la época se proyectaban en salas oscuras y misteriosas escenas de la vida cotidiana, de ejercicios circenses, de la gente de la calle, o algo más picantes, los primeros besos cinematográficos, el pintor y su modelo... Una ingenuidad que respondía por una parte a la necesidad de ver la realidad en un ambiente fantástico, desconocido hasta el momento por el gran público y por otra al afán de divertimento oculto, de capricho clandestino, que las sociedades poseen cuando quieren olvidar su realidad cotidiana.
Siglos antes, en algunos casos desde la antigüedad, ya los filósofos, científicos e inventores habían puesto en práctica sus descubrimientos al servicio de la imagen. La cámara oscura se conocía desde siempre, aunque en su variante de proyección de exteriores iluminados por el sol su desarrollo crece en el siglo XVI y las primeras imágenes fotográficas, aún sin fijar, se realizaron en 1803. Los espectáculos en la oscuridad con el maravilloso invento de la linterna mágica son utilizados para proyectar cuadros ya en el siglo XVI. Desde la antigüedad se conocía también la persistencia de la visión en la retina, clave para entender la imagen en movimiento.
El siglo XIX lleva los inventos al mundo del espectáculo, reuniendo los ingredientes anteriores, cámara oscura, fotografía, lentes, proyección y las ilusiones visuales en ruedas que dan vueltas para delicia de los salones de la aristocracia, y más tarde para un público ávido de sensaciones en las sesiones de magia y prestidigitación. Se utilizaron así artilugios que hoy conocemos y que, perfeccionados, seguimos utilizando como medios audiovisuales. Los ilusionistas utilizaron los inventos en salas oscuras y llenas de emoción en proyecciones sobre humo, utilizando espejos, engañando con sus trucos ópticos al crédulo público del momento.
Fue la herencia que el cine, es el único arte que nació de la tecnología, recibió en sus comienzos, cuando se asombraban los habitantes de París por primera vez, y más tarde los de todo el mundo sobre las maravillas que se podían ver, proyectadas sobre una sábana en una sala oscura.
Entrar en el mundo del cine abre a las personas un universo apasionante. La mayoría tiene un contacto con el cine, limitado a la asistencia esporádica a salas comerciales, a ver la película de actualidad en compañía de sus grupos de amistades. En muchos casos, preparados para consumir durante la función un soberano paquete de palomitas de maíz, prevaleciendo la cultura americana sobre la latinoamericana.
Esa es solamente la puerta de acceso al fascinante mundo del cine. Al comprar la entrada, ya se inicia en la persona un procedimiento, un proceso de implicación que no debe quedar en la simple visión de la película.
El mundo del cine es al mismo tiempo industria y arte, espectáculo y pensamiento. En este texto intentaremos adentrarnos en ese mundo apasionante desde un punto de vista muy particular. El del desafío que desde el mundo de la educación en todas sus variantes puede aportar a que quienes van al cine, pequeños, adolescentes o mayores... Para que todos se interesen por lo que hay detrás de la sala cinematográfica y de la pantalla, para que quienes no van al cine, acepten esta entrada, aun cuando fuera a través de la televisión. Para que esta invitación de introducirse en una sala oscura, sea el punto de partida, como el de ‘Alicia en el País de las Maravillas’, el ingreso en el fascinante mundo que se le abre.
Durante años, cerca de dos décadas, disminuyó la entrada de espectadores en las salas comerciales. Se habló de la caída en picado, de la muerte, del cine. Atribuido a muchas causas, entre ellas al auge de la televisión, lo cierto es que el cine se encontraba en baja forma. Se hundieron las grandes productoras, se dejaron de realizar superproducciones y los estudios se dedicaron casi exclusivamente al telefilme. Han transcurrido cerca de tres décadas para que los cines se vuelvan a llenar. Sin entrar en razones ni pretender explicar ninguna posibilidad, sí se habla de la vuelta al cine espectáculo, a la utilización de nuevas tecnologías aplicadas a los efectos especiales. No olvidemos tampoco los nuevos estilos de promoción y marketing ni el establecimiento de nuevas formas de construir las salas, los minicines y las grandes superficies dedicadas a proyección, los multicines, con multitud de ofertas en el mismo lugar. Las productoras invierten cantidades ingentes de dinero en campañas publicitarias y marketing, llevando al espectador hacia las salas comerciales. La sala cinematográfica está más cerca del consumidor. Es posible que nuevas formas de narrar historias, líneas argumentales más acordes con las sensaciones y sentimientos actuales, montajes de ritmo trepidante, la tecnología aplicada al sonido, tanto en su composición como en su emisión en las salas cinematográficas, efectos especiales de sonorización, hayan atraído otra vez al público, a una mayoría de personas jóvenes, a un cine diferente. Al mismo tiempo, la connivencia entre cine y televisión se hace cada día más palpable. Un ejemplo, la ‘Disney’ se negó durante años, o lo hizo con reticencia, a pasar sus películas a vídeo. Hoy las promociona y vende a los pocos meses del estreno, siendo una de sus mayores fuentes de ingreso.
Aunque muy dignos de respeto, algunos puristas no valoran, rechazan más bien, la nueva forma de hacer y presentar el cine. Sin embargo, es incuestionable pensar que el cine se basa en una gran industria, que necesita incentivos económicos, o lo que es lo mismo, que los cines se llenen. Muchos directores e intérpretes que en la actualidad son libres para producir, hacer o interpretar lo que desean, han sido durante muchos años colaboradores o autores de películas exclusivamente alimenticias y comerciales o se han dedicado a hacer spot publicitarios.
El desafío es volver al producto de calidad. Al lado de un cine comercial, promocional, lleno de efectismo, se mantienen otros tipos de cine, como el de autor, el independiente, el que trabaja con escasos medios, el que no depende de las grandes productoras, el que se fija normas estrictas para no utilizar nuevas tecnologías, etc. Surgen movimientos independientes, paralelos o contrarios a la industria oficial, los países más pobres siguen haciendo intentos de expresar mediante películas sus problemáticas, se continúa luchando contra el poder político y el de la censura y se encuentran productos de cine fresco, joven, que rezuma interés aunque no alcance en algunas ocasiones la técnica de moda ni se exhiba en salas comerciales.
El cine sigue vivo. Es osado predecir que ya no se harán películas de calidad. Los tiempos cambian pero aportan nuevos aires, nuevos medios, ideas frescas, problemas diferentes, que azuzan al elemento creativo que tiene el cine a buscar caminos diferentes. Los años decantarán los productos que merezcan pasar a la historia del cine. Si vuelve la alegría a los productores, se arriesgará el dinero con mejor fortuna, y habrá menos miedo a crear obrar de arte aunque el beneficio comercial sea menor. De momento, disfrutemos, critiquemos y aprendamos con lo que tenemos.
Recordemos un poco el pasado para apreciar que no siempre las modas estuvieron de acuerdo con lo que los entendidos proclamaban. “El tercer hombre” de Carol Reed, hoy película de culto, fue rechazada radicalmente por la crítica especializada de su tiempo obligando a su director a dedicarse a hacer cine comercial. Hace años, cuando nos dedicábamos al cine-club, estaban proscritas películas que hoy consideramos de culto, ya sea por ser musicales, o de aventuras, o infantiles, o sin contenido filosófico o social... Se podrían poner infinidad de ejemplos de cine mal considerado en su momento que ha pasado a la historia con mucha dignidad o como verdadera obra de arte. También los cineastas del cine mudo temblaron cuando llegó el sonoro, incluido Charles Chaplin. Cayeron muchos y se tambalearon todos pero el cine se rehizo, y ni el sonido ni el color han dejado de permitir joyas del cine. Las mismas ideologías dominantes han aceptado o rechazado filmes de categoría cinematográfica indiscutible por su determinado planteamiento filosófico o político.
No nos cerremos nunca a nada. No olvidemos que hay muchos, y cada vez habrá más y mejor, modos de ver películas.
Decíamos: una película hay que verla en el cine. En un lugar preparado para ello. Qué mejor que el ambiente, la sala oscura, la necesidad de salir de casa especialmente para la ocasión, dejar el computador, dejar la televisión... El hecho positivo de decidir ir al cine ya es importante en sí, la calidad de la imagen, la pantalla grande, el magnetismo de la pared blanca, el sentirse inmerso en los acontecimientos que se suceden en la película... La magia de la sala comercial, la oscuridad el adentrarse en los ambientes y los nuevos sonidos que te sumergen en el ambiente.
En casa en la televisión, aún en vídeo, sin cortes publicitarios, es difícil establecer la misma relación con el argumento, con la técnica que en el cine.
Sin embargo, la tecnología mejora a tal velocidad que nuestros esquemas sobre el cine pueden llegar a caer en gran medida.
Es difícil descubrir un solo tema o núcleo de contenidos que no esté tratado de alguna forma en el cine. Siempre es posible encontrar películas o documentales, que permitan su utilización como punto de partida en un debate, o como rasgo, dato o documento en una investigación o estudio.
Sin embargo, el cine como tal, es decir el cine cuyo soporte material se basa en el celuloide es cada vez más difícil de utilizar, dada la dificultad y coste económico que entraña la búsqueda de proyectores, operadores y películas. Al mismo tiempo cada vez se hace más fácil y eficaz la tecnología que nos permite ver el cine a través del vídeo o la televisión. Por esta razón en esta comunicación, siempre que se hable de cine, se entenderá que indistintamente podemos estar relacionándolo con su sucedáneo el vídeo, y en un futuro inmediato con cualquier otro soporte adecuado, como el DVD, que está sustituyendo al vídeo y que cuando los lectores de este libro lo tengan en sus manos casi habrá acabado con él.
En vídeo se ha publicado casi todo lo que en el cine hay de importante. Podemos analizar la infancia marginada con “El Pibe”, de Charles Chaplin, la educación con “El pequeño Salvaje” de Truffaut, los valores por los que se mueve determinado tipo de juventud por “Historias del Kronen”, de Armendariz, o la dureza de la familia, la educación y la superación personal en “Padre Padrone”, de los hermanos Taviani. La relación de pareja y de amor de “Un hombre y una mujer” de Claude Lelouch. La fe y la lucha por la justicia de “La Misión”.  Las dudas y perplejidades de “Ocho y medio”  de Fellini.  Podríamos citar cientos de films de todas las épocas, algunos que se están estrenando actualmente, en los que la historia que se cuenta y las imágenes que la sustentan se confunden en un maremagnum de estética, ideas, arte y contenidos.

Como me dijo un amigo: “Cada vez que voy al cine, salgo más inspirado y con más fuerza espiritual que cuando asisto a un culto en alguna iglesia”.

lunes, 5 de diciembre de 2016

En el tercer aniversario de la partida de Nelson Mandela

Nelson Mandela el Padre de la Sudáfrica libre
Víctor Rey

“Todo parece imposible, hasta que se hace”.
(Nelson Mandela)

En el mes de noviembre del 1993 me encontraba en la ciudad de Birmingham en Inglaterra estudiando un curso de Misionología.  Vivía en el Selly Oak College junto a otros estudiantes venido de varios países.  Estando ahí me enteré que Nelson Mandela visitaría la ciudad y para eso se preparaba un gran coro de todas las iglesias que participarán en el acto que tendría efecto en un estadio techado.  Para mi fortuna la directora de ese enorme coro vivía también en el mismo college, así que le pedí que me incorporará al coro.  No fue fácil convencerla, ya que no me destaco por cantar bien y además los himnos eran en inglés y ya tenían un tiempo de ensayar.  Al final aceptó y creo que mi voz entre las mil voces no se notaba.  Desde la plataforma del escenario pude ver a Mandela muy cerca, hablando a un estadio abarrotado y haciéndolo con mucha paz, esperanza y alegría.  Realmente su sola presencia impresionaba.  Al año siguiente ganó las elecciones y gobernó hasta el año 1999.  Años más tarde tuve la oportunidad de viajar al III Congreso Mundial de Evangelización Lausana, que se realizó en la Ciudad del cabo en Sudáfrica el año 2010 y allí pude conocer su celda de 2x2 donde pasó 18 de los 27 años de prisión.  A su muerte ocurrida un 5 de diciembre del 2013 a los 95 años, justamente asistieron 95 jefes de estado.  Ha sido el funeral de un presidente donde han asistido la mayor cantidad.  Creo que eso demuestra la transversalidad de su lucha por la justicia, la paz, la libertad y la igualdad que interpreta a la gran mayoría de la humanidad.

«Siempre he atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal para el que he vivido. Es un ideal por el que espero vivir, y si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir». Lo dijo en 1961 ante un tribunal que lo juzgaba por alta traición.

La coherencia de Mandela (1918-2013) le convirtió en una leyenda política ya en vida. Otros, como el Che Guevara, Gandhi o Martin Luther King, son también admirados por llevar sus ideales hasta las últimas consecuencias, pero sus asesinatos contribuyeron al mito, dejando la duda de si hubiesen sucumbido al poder. En el caso de Mandela no hubo espacio para la sospecha: luchó, gobernó y se mantuvo fiel a sus creencias.
'Madiba' —'abuelo venerable', como le conocían en Sudáfrica— soportó muchos maltratos a lo largo de su vida. Familia de los jefes supremos de la tribu de los 'Tembu', fue formado para convertirse en dirigente de su clan. Pero se rebeló contra su destino: estudió Derecho y se metió en política para combatir las prácticas xenófobas del Apartheid. Era negro en un país dominado por blancos que practicaban la exclusión racial. Y no estaba dispuesto a aceptarlo.

En 1948, el Partido Nacional de Sudáfrica (PN) había ganado unas elecciones en las que sólo podían votar los blancos y había instalado un sistema de segregación racial. Enfrente tenía al Congreso Nacional Africano (CNA), formado en 1912 para luchar por los derechos de la población negra y al que se unió Mandela en 1942. Fueron años de recorrer el país promoviendo la desobediencia civil, incluidas las acciones violentas. Hasta que fue arrestado y acusado de alta traición.

El régimen de Sudáfrica consideraba a 'Madiba' un terrorista y le tuvo cerca de tres décadas entre rejas. Cuenta la leyenda —llevaba al cine por Clint Easwood— que allí cogía fuerzas repitiéndose como un mantra el poema 'Invictus', de William Ernest Henley: «Más allá de la noche que me cubre / negra como el abismo insondable / doy gracias a los dioses que pudieran existir / por mi alma invicta». Le escuchaba la comunidad internacional, que orquestó una campaña en su apoyo que dio frutos el 11 de febrero de 1990. Ese día, Mandela salió en libertad tras 27 años de cárcel. En su primera intervención ante la prensa apostó por una solución que no menoscabase los derechos de los blancos. Sin rencor. Tomó entonces las riendas de la transición del país y cambió su condición de 'peligroso opositor' por la de presidente, previo paso por las primeras elecciones democráticas a las que acudían sus compatriotas. Fue en abril de 1994.


Una vez en el poder, mantuvo la coherencia. No se aferró al sillón. Se retiró cuando llegó el momento y siguió luchando por causas noble, como erradicar la pobreza en África o combatir el sida. Trabajó además como mediador en los conflictos de Angola, Burundi y República Democrática del Congo y recibió un sinfín de homenajes. Su figura ha sido venerada por miles de personas. En vida, y tras su muerte.

martes, 29 de noviembre de 2016

SER DE LA U, ES UN CONCEPTO AZUL

Víctor Rey

El próximo año 2017 en el mes de mayo el Club Universidad de Chile cumplirá 90 años. Preparándose para esa ocasión el club ha producido una nueva camiseta conmemorativa de ese   aniversario, y se ha pedido al pueblo azul que este día jueves 30 de noviembre en todo el país y en el extranjero la hinchada azul porte una camiseta azul.
Cuando era niño tuve la oportunidad de ver algunas veces al famoso “Ballet Azul”.  Ese equipo de fútbol que en diez años obtuvo seis campeonatos y cuatro subcampeonatos de fútbol chileno.   La imagen que tengo de entrar al Estadio Nacional junto a mi hermanos mayor y otros amigos no se ha borrado y lo que más me impresionó fue ver salir a la Universidad de Chile al campo de juego con su tradicional tenida azul rey con una gran U roja en el pecho, que contrastaba con el verde del césped, fue algo inefable.  Ver en directo como Leonel Sánchez enviaba un centro al área para que Carlos Campos  empalmara de cabeza y convirtiera el gol, era algo común en ese equipo.  También recuerdo como Luis Eyzaguirre el primer jugador chileno que integro un equipo de estrellas mundiales de la FIFA, perseguía y no dejaba tomar el balón al puntero izquierdo de Colo Colo.  Ese día la Universidad de Chile triunfó sobre su archirrival y recuerdo que la alegría de esa tarde de domingo me acompañó por varias semanas.  Todavía recuerdo de memoria esa formación que también fue la base de la Selección Chilena que obtuvo el tercer puesto en el Mundial de Fútbol realizado en 1962.  Al arco Manuel Astorga, en la defensa, Luis Eyzaguirre, Humberto Donoso, Sergio Navarro, en el medio campo, Carlos Contreras y Alfonso Sepúlveda y en la delantera, Braulio Musso, Ernesto Alvarez, Carlos campos, Rubén Marcos y Leonel Sánchez.  Y su entrenador “El Zorro”, Luis Alamos.  También en ese tiempo conocí el himno del club y ver como la barra de la U lo cantaba con tanta emoción en especial en los clásicos universitarios.  Me llamó la atención que este himno más que de un club de fútbol parece un himno a la vida. Algunas de sus estrofas inspiran y lo seguirán haciendo, son un verdadero poema: “Ser un romántico viajero y el sendero continuar, ir más allá del horizonte do remonta la verdad y en desnudo de mujer, contemplar la realidad. Brindemos camaradas por la Universidad en ánforas azules de calidad emoción, brindemos por la vida fecunda de ideal sonriendo con el alma prendida en el amor…”
Luego de esa década que marco al fútbol chileno, le costó 25 años a la U volver a levantar una copa y también vivir su año más negra en 1989 cuando baja a la segunda división.  Volvió a la primera división el mismo año en que volvió la democracia  a Chile en 1990, después de 17 años de dictadura militar.   La famosa barra que apoya en cada partido a la Universidad de Chile y lo acompaña donde vaya, fue la primera barra y también el primer grupo que se atrevió a lanzar gritos de desaprobación por la violación a los Derechos Humanos en Chile, contra Pinochet.  En eso siempre se destacó la barra de Los de Abajo por su compromiso social.  En estos tiempos de movimiento social y de lucha por una educación de calidad, gratis y sin lucro, nuevamente la barra de Los de Abajo ha vuelto a apoyar a los estudiantes y ponerse de lado de la justicia.
Otra característica de este club es la cantidad de nombres que ha coleccionado a través del tiempo: La Chile, la U, El León, el Bulla, los azules, el romántico viajero, el Chuncho,  el romántico bohemio….
La noche del miércoles 14 de diciembre del 2011  quedará marcada en la historia de los azules y del fútbol chileno.  Esa noche, el cielo fue más azul que nunca y todo se tiño de azul.  La U ha obtenido la Copa Sudamericana venciendo por 3 goles a cero a La Liga Universitaria de Quito.  Cuando el árbitro brasileño tocó el pitazo final, se desató el carnaval y como siempre la gente salió a festejar en las plazas y calles de Chile, desde Arica a Punta Arenas.  En Santiago con los amigos que vimos el partido en casa de un amigo ecuatoriano, también nos fuimos a celebrar a la Plaza Italia con 25.000 personas que llegaron a ese punto de encuentro capitalino.  Nos involucramos con un grupo que venía marchando por la Avenida Vicuña Mackenna con un lienzo que decía: “La U Antifascista”.  Parecía una noche de año Nuevo y cuando el reloj marcó la medianoche el pueblo azul se abrazaba, cantaba, saltaba y gritaba: “Al León, al León yo lo llevo en el corazón”.
Universidad de Chile, como toda institución de prestigio, ha generado sus propios emblemas a lo largo de sus 84 años de historia.   Eran 84 años de historia, primer título internacional, invicto, con el mejor rendimiento de equipos sudamericanos en 42 años.   El amor a la camiseta era uno de ellos, pero también compartían una gran deuda: la ausencia de una corona internacional.  Ni el “Ballet Azul” de la década del 60, ni el plantel bicampeón de 1994 y 1995 pudieron concretar ese sueño que este equipo hizo realidad esa noche.
Las paradojas de la vida han hecho que esta final inédita la U de Chile la tuvo que disputar con La Liga Deportiva de Quito.  La primera vez que fui a ver fútbol en Ecuador, fue para presenciar el clásico entre La Liga y el Barcelona de Guayaquil. En el estadio Atahualpa de Quito.  Fui con mi hijo que en ese entonces tenía 7 años y nos hicimos simpatizantes de la Liga en el tiempo que vivimos en ese hermoso país.  Pero la sangre tira y la tierra y la historia también.  Y es así que en esta finalísima tuve que hacer un ejercicio de discernimiento y mi corazón se inclinó por la U de Chile.  Creo que  a mi hijo también le costó pero él tiene un corazón azul y ya tenía tomada su decisión.
Esta histórica conquista azul, al transformase  en el segundo club nacional que obtiene un trofeo continental, tiene bases sólidas.  En esta nueva etapa hay un genio y este ha sido el único “santo” en el cual creo: Sampaoli.  Discípulo de Marcelo Bielsa, que tuvo una idea y la llevó a adelante sin concesiones.  Un entrenador que solidarizó con las demandas estudiantiles y que al saber que sus líderes, Camila Vallejos y Giorgio Jackson eran de la U, los invitó a un partido de la Copa Sudamericana.  Su equipo ganó el título jugando siempre a lo mismo: a proponer, como dice a cada rato el profesor con la humildad de quien se sabe un bielsista que salió desde abajo.  Proponer, en este caso, no es otra cosa que buscar el camino más corto hacia la victoria, tocar rápido, tocar bien, quitar rápido, tocar bien, quitar arriba, y todo eso hacerlo hasta que duela porque al rival, inevitablemente, le va a doler primero.  Lo que tenemos aquí es un equipo que finalmente trabaja en equipo.  Una cosa es ganar una final.  Otra es hacerlo con tal autoridad.  Jugando tan bien al fútbol.  Con unos tipos que parecen volar en la cancha.  Dan la impresión de correr siempre más que los demás.  Ganan todas o casi todas las pelotas divididas.  Y lo mejor de Sampaoli es que también admira a Ernesto Sábato, el escritor argentino, y en sus charlas motivacionales utilizó textos de El Túnel, y  Sobre Héroes y Tumbas e imagino de sus ensayos también.  Cuanto aprenderían y se motivarían muchos clubes si hicieron lo mismo con tantos buenos escritores que tenemos en América Latina.

Cuando lleguemos a viejos y hagamos del recuerdo nuestro ejercicio predilecto, volveremos a vivir lo que vivimos.  Nos acordaremos de todas estas cosas y se nos llenarán los ojos de lágrimas y quizá se nos vengan a la memoria el recuerdo de esos días, en el talento de Vargas, en la fuerza de Aránguiz, en la solidez de Herrera, en la convicción de Sampaoli.  No vamos a estar para una vuelta olímpica a esa edad, pero daremos la pelea, diría que felices al amparo de estos días de gloria, hermosos, inolvidables.  Por que como dice el lema de la barra azul que es la más grande y fiel: “Más que una pasión, es un sentimiento.”

sábado, 26 de noviembre de 2016

FIDEL CASTRO, EL ÚLTIMO REVOLUCIONARIO DEL SIGLO XX

Víctor Rey

El 10 de noviembre de 1971, Fidel Castro pisaba tierra chilena en Santiago, donde fue recibido por el presidente Salvador Allende, quien hace un año había asumido el gobierno a través de la Unidad Popular, coalición de partidos de izquierdas, e inmediatamente había reestablecido relaciones diplomáticas con Cuba que se habían suspendido por la presión de Estados Unidos en 1964.  Permaneció por tres semanas hasta el 2 de diciembre recorriendo desde el norte al sur, las ciudades de Iquique, Antofagasta, Chuquicamata, Santiago, Rancagua, Santa Cruz, Concepción, Talcahuano, Lota, Tome, Puero Montt y Punta Arenas.  Visitando escuelas, universidades, fábricas, minas y campos agrícolas. Uno de los encuentros más emblemático fue el realizado en el foro de la Universidad de Concepción donde tuvo un diálogo con los dirigentes y militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), movimiento en el cual yo militaba y la universidad en la cual más tarde, dos años después entraría yo a estudiar filosofía.  Cuando regreso del sur aterrizó en Santiago en el antiguo aeropuerto Los Cerrillos. En auto, escoltado por una caravana de vehículos pasó por la antigua avenida San Joaquín, hoy Carlos Valdovinos, en la ex Comuna San Miguel, a dos cuadras de la casa de mis padres.  Junto a los amigos del barrio fuimos a ver pasar al comandante de la Revolución Cubana, quién desde la ventana de auto que lo transportaba nos saludó.  Escuché todos sus discursos y más adelante los leí en un libro que publicó la Editorial Quimantú.  No puedo dejar de reconocer que fue un gran orador, elocuente, cautivador y seductor por la palabra.  Recuerdo otros discursos de él.  Cuando se produjo el Golpe de Estado en Chile en septiembre de 1973, tuvo palabras especiales para el presidente Salvador Allende en la Plaza de la Revolución en La Habana.  He tenido la oportunidad de visitar Cuba en dos oportunidades.  La primera fue en el año 1995 en pleno “período especial”.  La situación económica de la isla era muy difícil. La segunda fue el año 2000.  En ese momento la situación era mejor.  Era época de vacaciones y los vuelos a la isla estaban completos.  De regreso tuve problemas para regresar  y la Compañía aérea me hospedo por tres días junto a otros pasajeros en el Hotel Habana Libre.  El mismo hotel que ocupó Fidel junto a sus colaboradores en los primeros meses de la revolución.  Desde ahí tomó las primeras medidas.  Era justo el 26 de julio, aniversario del asalto al Cuartel Moncada y pude ver por televisión el discurso de Fidel Castro a la gente de Cienfuegos por cinco horas.  Fidel tiene el record Guinnes del discurso más largo en las Naciones Unidas de 7 horas.  Y sus discursos superan los 20.000.
Líder autoritario para media humanidad, leyenda revolucionaria y azote del imperialismo yanqui para los más desposeídos y la izquierda militante.  Fidel Castro era el último sobreviviente de la Guerra Fría y seguramente el actor político del siglo XX que más titulares acaparó a lo largo de sus 47 años de mando absoluto en Cuba. Estrenó su poder caudillista el 1 de enero de 1959 tras derrocar al régimen de Batista. Ni siquiera en el ocaso de su existencia, después de que una enfermedad lo apartó del Gobierno en 2006, desapareció su influencia en una isla que siempre se le quedó pequeña, pues Castro la concebía como una pieza más de ajedrez en la gran partida de la revolución universal, su verdadero objetivo en la vida.
Castro tenía 90 años al fallecer.  Su hermano el presidente Raúl Castro anunció su muerte a través de televisión.  "Con profundo dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy 25 de noviembre del 2016, a las 10.29 horas de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución Cubana.  Fidel Castro Ruz", ha dicho emocionado el mandatario. “En cumplimiento de la voluntad expresa del compañero Fidel, sus restos serán cremados en las primeras horas de mañana sábado 26.[…] ¡Hasta la victoria! ¡Siempre!”.
Según el periodista norteamericano Tad Szulc, autor de una rigurosa biografía sobre Castro, desde su juventud Fidel creyó que había “líderes destinados a desempeñar papeles cruciales en la vida de los hombres, y que él era uno de ellos”. Esa convicción, unida a su intuición política y gran poder de convencimiento, así como a su temeridad y capacidad de “convertir los reveses en victorias”, le hicieron destacar en un momento muy especial de la historia de Cuba, cuando la corrupción general y el descrédito del Gobierno de Carlos Prío Socarrás eran terreno fértil para la lucha política.
Tras graduarse de abogado en 1950 y abrir un pequeño bufete, entró de lleno en política con el Partido Ortodoxo, que lo designó candidato al Congreso en las elecciones que debían realizarse en junio de 1952. Sin embargo, el 10 de marzo de ese año la historia de Fidel Castro y la de Cuba cambiaron para siempre con el golpe de Estado que encabezó el exsargento Fulgencio Batista.
Rotas sus relaciones con la ortodoxia por considerar débil su reacción al golpe, Castro concibió una acción armada que debía provocar una insurrección popular: fue el asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953. La operación acabó en fracaso y se saldó con la muerte de 67 de los 135 integrantes del comando revolucionario, la mayoría asesinados después de los combates. Los rebeldes fueron juzgados en un proceso muy sonado en el que Castro asumió su propia defensa, el célebre alegato conocido como La historia me absolverá, donde expuso su programa político y revolucionario que incluía entre sus demandas la restauración de la constitución de 1940.
Fidel bajó de la montaña envuelto en la bandera de José Martí y convertido en un ídolo popular que encarnaba los valores de la justicia social en una nación empobrecida por la dictadura. Los intelectuales de todo el mundo, con Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir a la cabeza, saludaron su victoria y aquella magia duró algunos años pese a que la revolución se radicalizó pronto.
En aquel momento Castro gozaba de un inmenso apoyo popular y su imagen era la de un genuino líder revolucionario, joven, atrevido y lleno de frescura, nada que ver con los grises dirigentes de los países comunistas de Europa del Este, instalados en el poder por obra y gracia de los tanques soviéticos y por ello simples marionetas del Kremlin.
Durante medio siglo Fidel gobernó la isla a golpe de discursos y utilizó masivamente la televisión para lograr el respaldo popular, un tesoro político que administró con la misma habilidad que se deshizo de sus enemigos en el momento más conveniente y que se sirvió de sus aliados para montar un sistema político a su medida, en el que el Ejército y el Partido Comunista fueron los pilares de su poder.
Uno de sus buenos amigos, el premio nobel colombiano Gabriel García Márquez, escribió de él una vez que “su devoción por la palabra” era “casi mágica”. “Tres horas son para él un buen promedio de una conversación ordinaria. Y de tres horas en tres horas, los días se le pasan como soplos”, señaló Gabo. La aparente desmesura de la descripción no es tal, ni mucho menos. Cualquier político extranjero que lo haya tratado puede atestiguarlo, y no digamos los millones cubanos de cualquier edad que han debido dedicar miles o decenas de miles de horas de su vida a escuchar las alocuciones y arengas del comandante
De un modo u otro, sus manos y su cabeza estuvieron en todo: el apoyo de las guerrillas y movimientos insurgentes en África y América Latina; la aventura fracasada del Che Guevara en Bolivia, que fue precedida por la incursión del revolucionario cubano-argentino en el Congo; la zafra azucarera de los 10 millones, en los años setenta, una más de sus estrategias económicas voluntaristas diseñada para ser la salvación productiva del país y cuyo fracaso estrepitoso le obligó a entregarse definitivamente a la Unión Soviética y tragar con el lodazal burocrático del socialismo real para sobreponerse al colapso.
Tras la grave enfermedad intestinal que casi le cuesta la vida y le sacó del ejercicio del poder el 31 de julio de 2006, Raúl Castro se hizo cargo de la presidencia del Gobiernos, y luego del liderazgo del Partido Comunista. Se inició entonces un proceso de reformas aperturistas muy controlado, así como un desmontaje silencioso del sistema paternalista y de gratuidades sociales creado por Fidel. Desde entonces el líder comunista se mantuvo en un segundo plano, escribiendo artículos sobre diversos temas y clamando contra Estados Unidos y el capitalismo desde su retiro dorado.

Dictador para muchos, último revolucionario del siglo XX para sus admiradores en el Tercer Mundo, desde hacía tiempo Castro no participaba en las decisiones de gobierno, aunque por su carácter de símbolo hasta el último hilo de vida influyó en el rumbo político del régimen cubano y marcó la línea roja que no debía cruzarse. Ahora ya no existe. Y esta vez sí es de verdad.

jueves, 24 de noviembre de 2016

LOS 10 MANTRAS PARA EL HOMBRE Y LA MUJER DE HOY

Sin importar qué tan difícil o dolorosa sea la situación por la que estés pasando, es tu mentalidad la que permite o no que esta te afecte.
Las personas exitosas viven las mismas experiencias y situaciones que la mayoría, así que esta no es la razón por la cual son diferentes. Ellos también viven momentos difíciles como tú, pero es su mentalidad y son los pensamientos que albergan en su mente lo que los hace distintos y sobresalir sobre los demás.
El término mantra proviene de man- (‘mente’ en sánscrito) y el sufijo instrumental -tra, lo que podría traducirse literalmente como "Instrumento mental".
Recuerda que si quieres conseguir resultados distintos en tu vida tendrás que hacer algo diferente, así que aquí tienes 10 “instrumentos mentales” que cargarán tu mente con un combustible único para lograr tus sueños.
1. “Eres responsable por los pensamientos que albergas en tu mente en cualquier momento. Tienes la capacidad de pensar lo que desees. Así que inclusive todas tus actitudes y comportamientos negativos y autodestructivos se han originado en la manera que has elegido pensar”: Wayne Dyer
Tienes dos opciones cada vez que enfrentas un dificultad o reto en tu vida: puedes mirar los aspectos positivos o hundirte en cada circunstancia negativa. Al final no importa qué tan difícil sea la situación, lo importante es tu decisión de cómo abordar el problema.
No se trata de obviar la realidad y simplemente pensar que todo estará mejor, sino entender que si bien hay dificultades que debes enfrentar, con una mentalidad positiva podrás sacarle una mayor ventaja a esta situación y salir adelante.
Después de todo, de esto se tratan las dificultades, de salir con la certeza de que eres lo suficientemente fuerte para enfrentar una dificultad y quedarte con aprendizajes, no con tristezas.
2. “Solo aquellos que están dormidos no cometen errores”: Ingvar Kamprad
Las personas exitosas cometen más errores que el promedio ya que tienen claro que los errores no son el antónimo del éxito (algo que no entiende la mayoría), sino un paso más en su camino.
Cuando cometes un error significa que estás aprendiendo algo nuevo, que te estás exponiendo a una nueva realidad, a nuevos retos y sobretodo a nuevas oportunidades de mejorar.
Sin embargo, esto tampoco significa que las personas exitosas pasen su vida buscando equivocarse, y mucho menos cometer el mismo error varias veces. La importancia de los errores no radica en ellos sino en el aprendizaje. Así que cada error es una oportunidad para aprender algo nuevo.
3. “El sabio no es el hombre que proporciona las respuestas verdaderas, es el que formula las preguntas verdaderas”: Claude Lévi Strauss
Uno de los mayores problemas de las personas es que piensan que los más inteligentes y exitosos son aquellos que tiene una mayor cantidad de respuestas a preguntas. Admiramos a quienes tienen una solución para todo, y no a quien hace las preguntas indicadas.
Hazte la siguiente pregunta, ¿cuándo fue la última vez que aprendiste algo cuando eras tú quien estaba hablando? Ahí está el problema, no aprendiste nada.
Las personas exitosas entienden que el valor de las preguntas se debe a que éstas pueden llevarlos al siguiente nivel y les permiten conocer otros puntos de vista, otras razones y fundamentos.
Así que la próxima vez que te sientas muy tentado a expresar tus ideas, considera la posibilidad de formular una pregunta. Sin lugar a dudas aprenderás mucho más.
4. “Odio cómo piensa la gente con el ‘vaso medio vacío’ cuando en realidad está casi lleno. Estoy agradecido cuando tengo una gota más en el vaso porque sé exactamente qué hacer con ella”: Gary Vaynerchuk
La gratitud no solo es sinónimo de éxito, es el reflejo de la mentalidad de aquellas personas que aprecian hasta el más simple detalle en sus vidas. Si tú no te sientes agradecido por cada cosa que tienes en tu vida, sin importar su tamaño o valor, difícilmente lograrás alcanzar tus objetivos.
Todos los días en la mañana agradece por lo que tienes; desde la cama donde duermes, por la comida que tienes sobre tu mesa hasta por las personas que te acompañan en tu vida. Ser agradecido significa que aprecias lo que tienes, lo que has logrado y que estás dispuesto a trabajar por alcanzar nuevas cosas.
Es importante que no confundas gratitud con conformismo, ya que este último implica que no tienes la mentalidad para mirar hacia el futuro y prefieres quedarte con lo que has cosechado en tu pasado.
5. “Asume responsabilidad personal. No puedes cambiar las circunstancias, las estaciones o el viento, pero te puedes cambiar a ti mismo. Eso es algo que tienes a tu cargo”: Jim Rohn
Las personas que consiguen grandes cosas en su vida tienen una cosa clara: su vida no es una cuestión de azar, es el resultado de sus pensamientos, acciones y responsabilidades.
Si tú no estás dispuesto a responsabilizarte por tus acciones y resultados nunca serás lo que esperas lograr. ¿Por qué? Porque esta actitud implica que tú no estás a cargo de tu vida, que no eres el conductor de tu carrera, que no crees posible que tus actos afecten tu futuro…
Así que sé responsable de tus actos, que si bien no puedes definir como será tu camino al éxito, si este tendrá muchas curvas o altibajos, sí puedes definir cómo vas a manejar y superar cada dificultad.
6. “El tiempo, la perseverancia y diez años de intentos eventualmente te hará ver como un éxito de la noche a la mañana”: Biz Stone
Vivimos en una sociedad donde se premia a quien tiene resultados en el corto plazo. Pensamos que casos de éxito como Mark Zuckerbergtomaron algunos meses, que Elon Musk triunfó en su primer intento y que Bill Gates siempre tuvo claro lo que haría con su vida…
Falso.
Nos han vendido esta idea porque lo único que vemos son los resultados, no el proceso. Creemos que todo siempre ha sido color de rosa desde el comienzo y que estos personajes son unos afortunados por causa del destino.
Sin embargo la realidad se ubica en el proceso, en años de esfuerzos y sacrificios que nadie ve ni entiende y que toca lidiar en soledad. Ahí radia el éxito, en la capacidad de superar estos momentos para que más adelante alguien venga y te pregunte cómo hiciste para lograrlo tan rápido.
La invitación es a que tengas una visión de largo plazo, que pienses en una carrera de resistencia y no de velocidad, que te enfoques en tu propósito de vida por medio de pequeños objetivos.
No permitas que la “demanda de resultados inmediatos” te haga sentir que fracasaste o que nunca alcanzarás algo grande en tu vida; ten una visión más allá de esto y enfócate en el largo plazo.
7. "Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre": Mahatma Gandhi
El éxito depende de muchos factores, uno de ellos es entender que el aprendizaje no se limita a una escuela o universidad. El aprendizaje no se trata de memorizar unas cuantas fórmulas o tener el mejor promedio de tu carrera profesional.
El aprendizaje se trata de adquirir el mayor conocimiento y experiencia de cada situación que enfrentas. Pregúntate todos los días qué puedes aprender de lo que estás viviendo; puede ser una metodología de trabajo, una estrategia de ventas, a cómo tratar a otras personas, a conectarte profesionalmente…
Sácale el máximo provecho a tu vida y utiliza cada día que tienes para aprender algo nuevo. No para “verte” más inteligente, sino para construir una mejor versión personal.
8. “Rodéate solo de personas que van a levantarte a lo más alto”: Oprah Winfrey
Hasta que no entiendas que las personas que te rodean pueden elevarte para alcanzarlas o hundirte para nivelarte con ellas, nunca escogerás sabiamente con quien compartir la mayor parte tu tiempo.
En otras palabras, cuando entiendas la importancia de la persona que tienes a tu lado, podrás valorar tu tiempo y finalmente hacer lo necesario para ser exitoso.
Tú podrás rodearte de personas que solo hablen de fiesta, chismes y cosas banales; o puedes estar acompañado de personas que hablen de negocios, inversiones y de maneras de mejorar su vida. Es tu elección escoger que calidad de información le ingresarás a tu mente.
Recuerda que eres el promedio de las personas con las cuales pasas la mayor parte de tu tiempo. Analiza y mira qué tan exitosos y qué tan modelos a seguir son para tu vida, ya que al final, terminarás pareciéndote a ellos.
9. “Lo más curioso acerca del juego de la vida es que cuando nos rehusamos a conformarnos con segundos lugares y decidimos salir tras lo mejor de lo mejor, generalmente lo obtenemos”: Somerset Maugham
Las personas no están dispuestos a ser parte del promedio que vive su vida como si tuvieran varias oportunidades si ésta no resulta.
Todas las mañanas rompe tu zona de confort. Rompe con tu rutina y con tus miedos que te tienen estancado con expectativas muy altas, pero con temor de hacerlas realidad. Aquí tienes algunas alternativas para lograrlo:
Levántate una hora antes y haz ejercicioLee un libro cuando tengas ganas de ver televisiónDeja de fumar y tomar alcohol este fin de semanaCambia la música por un audiolibro o podcastHaz esa llamada al cliente que tanto llevas planeandoCrea un blogy expresa tus opiniones e ideasGuarda tu teléfono por dos horasHaz todo aquello que el promedio no hace…te aseguro que tendrás resultados fuera de lo normal
10. “El éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Cometen errores pero nunca se dan por vencido”: Conrad Hilton
Finalmente, el mayor mantra de las personas exitosas es que sus logros y nivel de vida se deben a una sola cosa: ellos han hecho algo al respecto. Ellos no hablan que quieren ser exitosos, tampoco se lo imaginan y muchos menos se quedan con su imagen mental de lo que quieren alcanzar… ellos trabajan por ello, ejecutan y hacen realidad.
Es por esto que hay errores, soledades, miedos e incertidumbre; porque la mayoría de personas no está dispuesta a hacer lo que sea necesario para lograr este nivel de vida, y porque lamentablemente le temen hasta a la posibilidad de ser exitosos.
Así que la invitación es que vivas según estos mantras, pero que hagas algo al respecto. Actúa, equivócate, siente miedo y duda de ti, pero nunca dejes de intentarlo. Esto es lo que te llevará al éxito.