miércoles, 24 de agosto de 2022

Una reflexión ante el plebiscito del 4 de septiembre en Chile

 

 

                                                                     


 

 

CHILE EN LA ENCRUCIJADA

Víctor Rey

“Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático.” (Del prólogo de la propuesta de la nueva Constitución de la República de Chile)

Chile fue el primer país en el mundo que eligió democráticamente un presidente marxista, socialista, ateo y masón. Esto ocurrió un 4 de septiembre de 1970 y este presidente fue Salvador Allende, quién murió en el Palacio de la Moneda el 11 de septiembre de 1973. El primer país que impuso después el neoliberalismo por la fuerza con el general Augusto Pinochet y luego democráticamente con la Concertación. Y ahora el primer país que se saca democráticamente el neoliberalismo y se vuelven a abrir las grandes alamedas. ¿La historia vuelve a repetirse como dice el tango cada 50 años?

Este 4 de septiembre del 2022 se realizará el plebiscito de salida para aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución Política de la República de Chile. Este hecho considero que es el más importante en la historia de Chile. Por primera vez el 80% por ciento de la población votó para que se hiciera una nueva Constitución y sí terminar con la Constitución de 1980 impuesta por el General Pinochet en un plebiscito espurio. Más tarde fueron elegidos 155 convencionales en forma paritaria y con representación de los pueblos originarios. Los partidos tradicionales obtuvieron una bajísima representación en esta elección y este fue un claro mensaje de la ciudadanía de que estaba aburrida de estos abusos de este último tiempo. Por eso se hizo popular la frase que acuñaron los secundarios: “No son treinta pesos, son treinta años”. La redacción de la nueva Constitución tardó un año justo en redactarse y como dijo la ex presidenta Michelle Bachelet citando una canción de Pablo Milanés: “No es perfecta, más se acerca  lo que yo simplemente soñé.” Como toda obra humana es perfectible

Pienso que uno de los problemas que ha tenido Chile es su exitismo, no su éxito que han tratado de exportar y de hacer creer a los chilenos en su desarrollo económico y democrático, la élite política. Recuerdo en diciembre de 1993 cuando terminaba de estudiar en Europa, a los becarios nos juntaron en Alemania para celebrar la Navidad y los latinoamericanos me decían que Chile estaba punto de ser un país del primer mundo. Luego en 1996 en un congreso latinoamericano en Quito, escuchaba lo mismo de los delegados latinoamericanos cuando salía el tema de Chile, se hablaba de los jaguares de América Latina. El año 2001 volví a Chile y trabajando con una organización de desarrollo y visitando los proyectos en los barrios periféricos de Santiago y en los campos del Sur me percaté de otra realidad. Percibía que había rabia y frustración, es decir había malestar. El PNUD en su informe del 2005 dijo que en Chile se estaba cuajando un malestar. El Gobierno de entonces  no le gustó que esa palabra apareciera en la portada de ese informe documento y pidió que cambiaran esa palabra del informe. Y al año siguiente vino la «Revolución de los pingüinos», el 2011 las protestas estudiantiles, en octubre del 2019 el estallido social y ahí empezó a cambiar la historia. Las élites no lo vieron venir, pero la ciudadanía si lo vio. Una cosa es querer ver la realidad como a uno le gustaría que fuese, otra es la dura realidad. Creo que se acabó un ciclo, que las viejas instituciones se han desfondado y que está naciendo una nueva sociedad más justa, más democrática, más libre, más humana, más participativa, más igualitaria. Quizás Chile no será tan exitoso, pero creo que será más feliz. Que es algo que nos hace mucha falta, por eso tengo esperanza en este proceso social que se está viviendo al fin del mundo y quizás al fin de los tiempos. Y confío en la sabiduría del pueblo chileno que este 4 de septiembre votará Apruebo y así a partir de ese día nacerá un nuevo país más solidario, democrático, libre, justo e igualitario.

 

miércoles, 10 de agosto de 2022

En los 213 años del Grito de la Independencia de Ecuador

                                                                                   


 

Ecuador, cuatro mundos desde la mitad del mundo

Víctor Rey

 

He estado muchas veces en Ecuador por diversos motivos: por congresos, turismos, visitando amigos y familiares, por trabajo y viviendo.  Estoy en Quito, la capital, conocida como “la carita de Dios”, a sus 2.700 metros de altura.  Declarado la primera ciudad en el mundo como Patrimonio Cultural de la Humanidad el 18 de septiembre de 1978.  Al recorrer sus calles, plazas, parques, restaurantes, teatros, cafés, museos, iglesias y universidades, compruebo una vez más sus adelantos y progresos, y por eso se percibe la gran cantidad de turistas que la vistan.  Es una maravilla el aire que se respira, el cariño de su gente, la pasión que ponen en sus conversaciones y la riqueza de su gastronomía y su vida cultural

Basta un solo paso para deslizarse desde el hemisferio norte al sur.  Ubicado en la mitad del mundo, Ecuador alberga la magnificencia de la naturaleza: la belleza de las costas pacíficas, la imponencia de los Andes, el patrimonio marino y terrestre de las islas Galápagos y la rotunda y secreta Amazonía.  Todo esto forma un una acuarela de colores en su paisaje natural y humano.  Con sus 16 millones de habitantes el este país ´proclama al mundo: Ecuador ama la vida.

Los primeros habitantes siguieron cuidadosamente el curso de los astros. A los incas les subyugó este centro energético hasta el punto que lograron incorporarlo a su imperio. El francés Charles-Marie de la Condamine promovió, en 1736, un viaje científico a la América española para conocer cuán ancha era la Tierra en el Ecuador. Por su inigualable geografía, su diversidad cultural, su historia y gran biodiversidad en relación a su tamaño, el Ecuador es uno de los destinos turísticos más recomendados para quienes desean tener unas vacaciones placenteras y para nada monótonas.

Perpendicular sobre la línea del Ecuador cae el sol e impregna la sonrisa de los más de 16 millones de mestizos, indígenas, negros y blancos que habitan allí. En las grandes urbes los habitantes son hospitalarios y acogen a los visitantes; algunas comunidades indígenas en los Andes, así como muchos de los pobladores de la costa, ofrecen sus hogares para compartir familiarizarse con sus costumbres, hábitat y cosmovisión.

Tanto en la Amazonía como en las famosas Islas Galápagos, existen comunidades que pueden ser visitadas a través de varios proyectos de turismo comunitario que han sido desarrollados. A la par de disfrutar del olor de las flores y pasear por los aromas y sabores del cacao, café, banano y caña de azúcar de las plantaciones modernas. Luego de visitar Ecuador, guardará el recuerdo de haber conocido gente de la más amigable que se puede encontrar.

El país de los cuatro mundos

Ecuador cuenta con una buena infraestructura vial. Se puede viajar en auto, van o bus de una manera relativamente fácil y rápida. Es posible visitar de una vez varias regiones y diversos ecosistemas del planeta. En tan solo treinta minutos de vuelo, partiendo desde Quito, se puede descender a la selva amazónica. En igual tiempo, desde el mismo punto de partida, se llega a las blancas arenas de la costa. Desde allí, en menos de noventa minutos en avión, es posible arribar al paraíso viviente de Galápagos, las islas encantadas y, viajando por tierra, solamente en Ecuador es literalmente posible desayunar en una población de la exuberante Amazonía, almorzar a los pies de uno de los volcanes de los Andes y cenar en una de las ciudades del Pacífico durante un mismo día atravesando paisajes cambiantes y culturas diversas. En apenas dos o tres semanas, se puede conocer los cuatro mundos que conviven en un mismo país donde todo está cerca.

La costa del Pacífico, donde las playas verdes se encuentran con el mar

De norte a sur, bellas playas se muestran en el Pacífico ecuatoriano. Junto a puertos, poblaciones pesqueras y ciudades modernas, bosques protegidos crecen frondosos con sus húmedas y gigantescas raíces terracotas. Los manglares más altos del mundo (64 metros) se encuentran en el bosque de Majagual en la Reserva Ecológica Cayapas-Mataje. En el Parque Nacional Machalilla, el mar, las playas vírgenes y las florestas se enlazan con la historia de culturas precolombinas y pre-incaicas. Las aguas alrededor de la Isla de la Plata son un paraíso de peces multicolores y la fauna de las islas se asemeja a la que se encuentra en las Islas Galápagos.

Desde Puerto López, se avistan ballenas jorobadas que llegan cada año desde la Antártida para aparearse entre junio y octubre. El mayor refugio de aves marinas del Ecuador está en la Isla Santa Clara, al sur de la Costa.

Los Andes, la imponente travesía de los volcanes

En la mítica cordillera de los Andes, se elevan volcanes de más de cinco mil metros de altura con nieves perpetuas y glaciares de hielos milenarios.  El volcán activo más alto del mundo, el Cotopaxi (5.897 msnm), es el marco perfecto de encantadores poblados y fértiles valles. El Chimborazo (6.310 msnm) cuenta con cinco cumbres que se erigen sobre flancos de rocas y un extenso páramo andino. El Cayambe (5.790 msnm) es el único nevado del planeta ubicado en latitud 0º. Los Ilinizas Norte (5.116 msnm) y Sur (5.263 msnm) son considerados por la cosmovisión indígena como una pareja, cerro varón y cerro hembra. El impactante Antisana (5.704 msnm) presenta dos conos unidos por una ensillada poco profunda. A lo largo de la cordillera, se encuentran sorprendentes páramos, lagos, ríos, cascadas, aguas termales, bosques de neblina, valles, mercados indígenas y pintorescos pueblos, históricas ciudades coloniales y modernas.

Galápagos, la naturaleza en su estado de pureza

Galápagos es uno de los parques nacionales más importantes de la Tierra. Cuenta con trece islas principales, seis islas menores y decenas de islotes de origen volcánico. Este archipiélago protegido en el 97% de su territorio y ubicado a casi mil kilómetros de la costa ecuatoriana, se caracteriza por sus playas de arena blanca, bosques de cactus, reservas de tortugas gigantes y coloridas aves como piqueros patas azules, patas rojas, o enmascarados, flamingos y pingüinos.

Las islas son un laboratorio viviente de especies de animales que no existen en otro lugar del planeta. También se observan pinzones, fragatas, albatros y pelícanos. Charles Darwin ya lo dijo en el siglo XIX: El archipiélago es único.

En la Isla Santa Cruz, la Estación Científica Charles Darwin realiza la tarea de preservación desde hace varias décadas. Allí se encuentran las longevas tortugas gigantes llamadas Galápagos que viven un promedio de 150 años. Tanto la reserva marina como el archipiélago fueron declarados por la UNESCO “Patrimonio Natural de la Humanidad”. Este lugar constituye uno de los siete sitios más importantes del planeta para practicar buceo de superficie y de profundidad.

Amazonía, donde se oye la voz rotunda de la selva

Desde la exuberante e intensa vegetación de la Amazonía se descubren volcanes como el Sangay y El Altar, con sus numerosas y afiladas cumbres. Reservas y Parques Nacionales son el hogar de cientos de especies de aves y peces. También conviven tapires, anacondas, boas constrictoras, tortugas, lagartos, jaguares, venados, armadillos, osos, monos, roedores gigantes e infinidad de aves. Ecuador alberga la mayor diversidad de animales y plantas por kilómetro cuadrado del mundo con parques nacionales declarados como reserva de la biosfera por la UNESCO. La selva, a través de sus vertientes de aguas termales y de sus plantas medicinales, ha servido de “farmacia natural” durante centurias para las comunidades indígenas que la habitan. El 10% de las especies de plantas de la tierra se encuentran en este pequeño país. Las comunidades indígenas en la selva ecuatoriana todavía poseen y practican sus creencias, tradiciones y costumbres sociales ancestrales.

La geografía de Ecuador es tan rica y variada como su gente, su historia y su cultura. Alguien ha dicho por ahí que uno no es de donde nace sino de donde quiere morir. Yo digo que uno no es de donde nace sino de donde quiere vivir. Y Ecuador es una buena opción.