El
futurólogo Alvin Toffler
“Los
analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y
escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y
reaprender.” (Alvin Toffler)
Víctor
Rey
El
lunes 27 de junio del 2016 a los 87 años falleció el escritor
norteamericano Alvin Toffler. Inmediatamente vino a mi mente su
libro “El Shock del Futuro”, que leímos y discutimos con algunos
amigos en los patios de la Universidad de Concepción en los años
70, cuando estudiábamos filosofía. Para ese tiempo tan
ideologizado nos parecían exageradas algunas de sus predicciones.
Nos parecía que era más ciencia ficción que una posible realidad.
En los años 90 cuando vivía en Ecuador volvieron a caer en mis
manos su trilogía ahora incluía “La Tercera Ola” y “El Cambio
del Poder”. Estos libros los encontré de ocasión en una librería
de libros usados. A partir del nuevo milenio, me he dado cuenta que
las predicciones de Toffler han tenido una capacidad de asertividad
increíble. Sus textos me han ayudado mucho para entender el cambio
cultural que estamos viviendo.
Alvin
Toffler se hizo conocido a partir de la publicación en 1970 de su
ensayo “El Shock" del Futuro” que se convertiría en un
auténtico bestseller. A este libro le seguirá 10 años después
--1980—“La Tercera Ola”, desarrollo y profundización de sus
tesis centrales, y 20 años más tarde --1990—“El cambio del
Poder”. Estos tres ensayos configuran en opinión de Toffler una
«trilogía» que recoge lo central de su pensamiento. Después de
su trilogía ha publicado --firmando esta vez con su esposa Heidi,
quien ha sido siempre su estrecha colaboradora--: “Las guerras del
futuro” --1993-- y “Creating a new civilization”, 1995.
La
preocupación por los temas sociales y el cambio nació desde muy
joven en Toffler. De origen judío, luego de concluidos sus estudios
de universitarios de filosofía y letras se doctoró en sociología y
quiso hacer --en compañía de su esposa Heidi-- una experiencia como
obrero industrial durante cinco años. En aquella época se interesó
en la política y asumió la ideología marxista.
Hablando
de esos tiempos de su vida dice Toffler: «Finalmente, era un
activista político. A finales de la década de los cuarenta, había
viajado al Sur para luchar en pro de los derechos civiles. Había
participado en manifestaciones y descubierto el marxismo, el cual
contempla las fábricas como el centro exacto del universo. Por
tanto, el ir a la industria" también constituía una
posibilidad de ayudar a organizar a los obreros. Todo esto resultaba
embriagador”.
Entre las revistas en las que
escribió se debe mencionar la publicación Fortune, de la que se
convertiría en columnista de temas laborales. En 1961 dejará esta
revista y se convertirá en colaborador libre de diversas
publicaciones y, con el tiempo, en conferencista itinerante.
En
1964 publicó el ensayo “Los consumidores de cultura”, que, en
sus propias palabras, constituyó un análisis de la economía de las
artes en Estados Unidos y un ataque al elitismo cultural.
“El
shock del Futuro” produjo un cambio radical en la vida de Toffler.
El libro alcanzó un éxito de ventas inesperado que convirtió a su
autor en toda una personalidad. Incluso se hizo una película,
animada por el conocido actor inglés Orson Wells, a partir del
ensayo.
Para ese momento, según dice Toffler, habría
dejado atrás, en lo fundamental, su adhesión al marxismo. En la
actualidad se refiere a él como una expresión de la revolución
industrial en total crisis y, como tal, anticuado, insuficiente e
inadecuado para comprender el mundo de la alta tecnología, es decir
el mundo del futuro. Sus criterios de juicio adquirirán curiosos
matices y perspectivas propias. Su interés se centrará en el tema
del futuro y el proceso de cambio por el que está pasando la
humanidad.
El tema central de la reflexión de Alvin
Toffler es el cambio. Los tres ensayos que conforman lo que ha
llamado su trilogía abordan desde diversas perspectivas este proceso
que el autor considera muy profundo.
«El Shock" del
Futuro” --afirma Toffler-- contempla el proceso del cambio: la
forma en que éste afecta a las personas y a las organizaciones. “La
tercera ola” se centra en las orientaciones de ese cambio: adónde
nos están llevando los cambios de hoy. “El cambio del poder”
aborda el control de los cambios que han de sobrevenir: quién les
dará forma, y cómo.
Su argumento central es que la
humanidad se encuentra frente a un cambio social muy profundo. El ser
humano tiene ante sí un futuro que se viene aceleradamente y para el
cual ni sus instituciones, ni él mismo se encuentran suficientemente
preparados.
En las páginas de El "shock" del
futuro trata de explorar sistemáticamente los efectos de la
aceleración del cambio que está afectando a la humanidad de finales
del segundo milenio.
El problema principal sobre el que se
detiene no es sólo el proceso de cambio en sí mismo, sino la
aceleración de este cambio que lo hace desestructurante y de difícil
asimilación para el ser humano.
Por eso se refiere a la
llegada del futuro como un shock: «Este shock --afirma-- es la
desorientación vertiginosa producida por la llegada prematura del
futuro. Y puede ser la enfermedad más grave del mañana» . Ve este
shock como una «nueva enfermedad psicológica, turbadora y
virulenta» . Los efectos del shock son múltiples y aquejan de
diversas maneras la vida del ser humano. Toffler cree descubrir tres
efectos principales que afectan seriamente al hombre: la
transitoriedad, la novedad, y la diversidad. Su ensayo “El shock
del futuro” está articulado principalmente a partir de estos tres
elementos.
En La tercera ola Toffler se fija en las
direcciones y consecuencias del proceso de cambio. La tesis central
del ensayo es que la humanidad se encuentra ante una suerte de
transición crítica hacia una nueva forma de civilización que, no
obstante ser de incierto desenlace final, ofrece un potencial lleno
de esperanza.
Llama a esta crisis la tercera ola en
función de que ha habido antes otras crisis --otras olas en su
lenguaje-- que trajeron transformaciones profundas de la vida
social.
La primera ola fue producida por el descubrimiento
de la agricultura hace diez mil años y propició la revolución
agrícola. La segunda ola se generó por la revolución industrial
iniciada hace unos trescientos años.
Esta segunda ola
habría entrado en una fase de crisis muy seria en el presente siglo,
percibiéndose sus primeros síntomas, según Toffler, a mediados de
la década de los cincuenta --cuando los obreros norteamericanos se
vieron superados en número por los trabajadores del conocimiento y
los servicios--.
La tercera ola estaría siendo generada
por el fracaso del industrialismo y por la aparición de la
revolución tecnológica --Toffler habla de un salto "cualitativo"
en el conocimiento--. Las consecuencias de esta ola afectarán
seriamente la vida de los seres humanos, en aspectos como lo
económico, lo político, incluso la misma vida familiar. Se trata,
según cree, de «la muerte del industrialismo y el nacimiento de una
nueva civilización; civilización que es «al mismo tiempo,
altamente tecnológica y antiindustrial».
Es un proceso
que tiene características revolucionarias --por la profundidad y
radicalidad de los cambios en la vida del ser humano-- y
globalizantes --porque se difunde a nivel planetario--. En palabras
de Toffler «lo que ahora está sucediendo es, ni más ni menos, una
auténtica revolución global, un salto cuántico en la
Historia».
En el libro “El cambio del Poder” aplica
sus hipótesis sobre el proceso de cambio de la sociedad al control
del poder y las tensiones que se generan alrededor del asunto.
En
palabras suyas, este tercer ensayo de su trilogía «se centra en el
papel --profundamente modificado-- del conocimiento en relación con
el poder. Presenta una nueva teoría del poder social, y examina los
cambios que se avecinan en los negocios, la economía, la política y
los asuntos mundiales».
A partir de sus hipótesis
respecto de la llegada de la tercera ola, Toffler considera que
estaría naciendo un nuevo sistema de poder que sustituiría al del
pasado industrial. Esto traería una lucha por el poder «que se
entablará en todas y cada una de las instituciones humanas»,
empezando por el mundo empresarial, los Estados, el mercado, los
medios de comunicación, incluso la familia y la Iglesia. El punto
central para él es quién tendrá el «control del conocimiento»,
pieza esencial de la civilización del futuro.