martes, 24 de noviembre de 2020

En el día interenacional de la eliminación de la violencia contra la mujer

                                                             
Con profundo dolor e indignacion la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, condenamos el asesinato de nuestra compañera de lucha, la Defensora Berta Cáceres Flores, Coordinador…

EN EL DIA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACION DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER 

Víctor Rey

Cada 25 de noviembre desde el año 1999 se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con el fin de sensibilizar a los Estados y la sociedad civil en relación a la problemática que esta representa de conformidad con la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La violencia contra las mujeres es un fenómeno social complejo, multicausal, que está marcado por relaciones de poder, situaciones estructurales de machismo y el patriarcado; desigualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres; y la manifestación de múltiples formas de violencia en lo público, privado y en los círculos afectivos cercanos. Como ser humano que amamos la vida, la paz y la justicia nos preocupa esta situacióny nos conmueve, sabiendo que mucha de esa violencia se ejerce hacia niñas.

La violencia se puede manifestar de distintas formas, no solamente la física que atenta contra la integridad corporal de las personas, sino también la violencia sicológica o verbal, sexual, patrimonial, simbólica, e incluso aquella intergeneracional que se transmite entre generaciones con la reproducción de actitudes, normalizadas y marcadas por un círculo de violencia.

En respuesta a esto, se torna necesario reflexionar sobre la importancia de la igualdad y la no violencia, entendida desde la concepción de que las mujeres son iguales en el ejercicio de sus derechos y obligaciones, lo que a su vez implica la deconstrucción social de las preconcepciones, ideales y roles preestablecidos y esto a su vez permita romper los círculos de la violencia; desnaturalizar la idea de que la violencia es algo cotidiano y normal, y concebir una mayor participación activa y equitativa en la toma de decisiones en los ámbitos público, privado, político, eclesial y familiar, así como el respeto a la auto-determinación. 

Romper los círculos de la violencia significa mirar a esta problemática de manera integral; es decir, requiere una intervención interinstitucional y multidisciplinaria, que convoque a los diversos actores estatales, de la sociedad civil, empresas, espacios educativos, iglesias y familias a sensibilizarse sobre la violencia contra las mujeres y contribuir a la construcción de nuevos espacios de convivencia social, tomando en consideración a la igualdad y no discriminación como principio rector de las relaciones sociales.

Con estos antecedentes, hago un llamado a todas las personas, instituciones y al gobierno a ser defensoras y defensores del cambio, para la construcción de una sociedad más humana, más justa y equitativa, promoviendo el ejercicio pleno de los derechos sin discriminación alguna, y motivando, a través de la formación ciudadana, una cultura de paz y una sociedad libre de violencia. Y nos comprometemos a reflexionar, actuar y crear los puentes para establecer espacios y comunidades de paz donde se respeten a lasniñas  mujeres y a denunciar cualquier acto de violencia que vaya en contra de la creación humana.


jueves, 19 de noviembre de 2020

En el día mundial de la filosofía

                                                              



¿PARA QUE SIRVE LA FILOSOFIA?


Víctor Rey


Puede parecer que hoy, cuando la ciencia ocupa la primacía en el conocimiento, la filosofía es algo superado; pero la filosofía toca lo esencial del ser humano y está constantemente actualizándose; la filosofía desarrolla el pensamiento crítico, reflexivo, analítico, con una visión ética y orientación moral que proporciona recursos para vivir mejor a título individual; pero también sirve para reunificar el conocimiento, porque el saber está cada vez más parcelado y especializado y la filosofía, por su carácter multidisciplinar, es como la madre de todas las ciencias, es la que aporta conceptos para fomentar el diálogo y los vínculos entre el arte, la religión, la biología, la tecnología, etcétera”, respondía hace algún tiempo Joan Méndez, profesor de filosofía en el colegio San Juan Bosco de Barcelona. Otros muchos filósofos, humanistas y científicos aseguran que la filosofía tiene un papel fundamental en la sociedad de hoy y muchísimo que aportar al avance de las investigaciones científicas, tanto por la vía de fundamentar el conocimiento como abriendo la puerta a determinadas formas de investigación y programas de tecnología como la inteligencia artificial.

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A menudo se acostumbra a pensar que hablar de filosofía es hablar del ser, del alma, del sentido de la vida, del bien y del mal, de la moral; en definitiva, de conceptos muy abstractos. Pero cuando se hojea el último libro de quien está considerado como el filósofo francés contemporáneo más relevante a escala europea uno ve que reflexiona sobre los domingos, la fiestas de Navidad o Semana Santa, la moda, las vacaciones, los padres, los celos, las estaciones o la inmigración. Los artículos de André Comte-Sponville recogidos en El placer de vivir (Paidós) versan en su mayoría sobre la vida cotidiana actual, pero en ellos no faltan referencias a Platón, Spinoza, Santo Tomás, Epicuro, MontaigneKant, Séneca... ¿Qué tienen que ver pensadores que vivieron hace cientos, cuando no miles, de años con los problemas o la visión del mundo de hoy? “De los filósofos clásicos podemos aprender, por ejemplo, que la vida es difícil; nos permiten entender que las dificultades que hoy afrontamos no son consecuencia de la crisis de la que tanto se habla; que desde que existe la humanidad la vida ha sido difícil y que la felicidad no es tener una vida fácil, sino que amar la vida es amar también sus dificultades”, responde Comte-Sponville. Y recuerda que Spinoza (1632-1677) dijo que no se desea algo porque se juzgue bueno, sino que se juzga bueno porque se desea “y nosotros no amamos la vida porque sea buena o fácil, la amamos porque la deseamos y juzgamos que es buena para nosotros”.


En cualquier momento y a cualquier edad 
Como Comte-Sponville, otros filósofos y especialistas en la materia enfatizan que una de las utilidades de la filosofía es contribuir a la reflexión sobre los grandes problemas de la actualidad, tanto en el ámbito individual como en el colectivo. 
Javier Echegoyen Olleta, profesor de Filosofía, asegura que la filosofía tiene mucho que decir sobre la ecología, los derechos humanos, los derechos de los animales, los riesgos de la ingeniería genética, la interculturalidad, el sistema productivo o nuevas formas de participación ciudadana. Pero su contribución tampoco acaba ahí. Jorge Úbeda, que fue director académico de la Escuela de Filosofía de Madrid, considera que hay tres grandes aportaciones que hacen que la filosofía tenga sentido en cualquier momento y pueda interesar a cualquier edad. “En primer lugar, sirve para entender fenómenos de la vida social, política y económica para los que las ciencias no tienen una respuesta clara; en segundo lugar, permite tomar distancia de la realidad para someterla a examen, a crítica, y pensar qué puede hacer uno, cómo puede ejercer su libertad y responsabilidad; y, por último, la filosofía nos enseña a hablar de otra manera, de forma racional y argumentada, a escuchar los argumentos del otro y a estar dispuestos a modificar el propio punto de vista si fuera necesario”, resume.


Sea por estas u otras razones, lo cierto es que la demanda de estudios y actividades relacionadas con el pensamiento filosófico no para de crecer. Según Úbeda, hay tres momentos del pensamiento filosófico que acostumbran a concentrar el interés: “De la filosofía griega interesa sobre todo la figura de Sócrates -sus diálogos sobre la democracia ateniense y cómo organizarse mejor políticamente-, el relativismo, los sofistas y Platón, porque nos proyectamos en esa época; pero también el hedonismo y el escepticismo; un segundo gran centro de interés es la Ilustración, porque es el inicio del estado moderno, del progreso de la humanidad y el momento en que surgen las ideas que han regido el mundo hasta hoy; y, por último, interesa la postmodernidad, el relativismo y el pensamiento débil”.


Y si en Chile, donde la filosofía ha sido siempre un saber bastante minoritario, algunos detectan un creciente interés por ella, en otros países como Francia hablan directamente de su resurgir o su resurrección. En palabras en André Comte-Sponville “en la sociedad actual hay un declive de las religiones y de las grandes ideologías; basta pensar en el peso que tenía el catolicismo en Francia o en España hace sólo unas décadas, o en el peso del marxismo en los años 60 y 70; y cuanto menos religión y menos ideología tenemos, más necesitamos de la filosofía, porque hay que buscar respuestas a las preguntas que todo ser humano se hace y que antes nos venían dadas desde la religión o la ideología; dar respuesta a esas preguntas es filosofar”. 
Los filósofos y profesores de filosofía consultados aseguran que encontrar qué pensadores, clásicos o actuales, pueden darnos mejor respuesta a la vida de hoy depende de cada persona, porque hay muchas corrientes distintas y cada uno ha de encontrar la filosofía que le pueda ayudar a entenderse mejor. Comte-Sponville apunta, no obstante, que para la sociedad actual son más interesantes los pensadores menos dogmáticos, los menos religiosos y los que están más cerca de la vida cotidiana y real. De ahí que él priorice la sabiduría griega del epicureísmo y el estoicismo, y a Montaigne –“que es la filosofía menos dogmática que existe”-, y se reconozca perteneciente a la corriente materialista, no religiosa, de Epicuro, Spinoza, 
Marx y Freud.


Echegoyen opina que quienes buscan en la filosofía una orientación para vivir y respuesta a asuntos tan universales como el sufrimiento, el respeto, el riesgo o el sentido de la vida, pueden resultar útiles pensadores que siempre se han ocupado de la filosofía práctica, como Marco Aurelio, Epicteto, Epicuro, Sócrates, PlatónAristótelesNietzsche u Ortega y Gasset.

Llorenç Vallmajó Riera, profesor de Filosofía, explicaba hace algún tiempo que para sopesar la importancia que tiene la labor de los pensadores en nuestras vidas basta pensar qué nos habríamos perdido sin ella. “Sin la filosofía nos habríamos perdido lo que llamamos lógica (Aristóteles fue el primero en analizar las diferentes maneras de argumentar que tenemos los humanos, mostró las reglas de una buena deducción y nos dio las herramientas para poder construir argumentaciones con validez), y sin la lógica nos faltaría la luz racional necesaria para analizar los discursos y detectar las falacias, argumentos con sólo apariencia de validez”, ejemplificaba. Y añadía que, como toda teoría científica está guiada por procedimientos lógicos, la filosofía también ha resultado básica para el progreso científico. “Estoy pensando en el falsacionismo de Popper: nos dice que es factible demostrar que una teoría es falsa, pero nunca se puede demostrar que una teoría es verdadera; nos muestra que reconocer un error ya es un progreso, que el error puede ser fértil”, concretaba. Por otra parte, la epistemología o teoría del conocimiento ha permitido abrir nuevos caminos y esperanzas en momentos de crisis intelectual, como cuando se reconoció el error milenario de la teoría geocéntrica según la cual la Tierra era el centro y todos los astros giraban a su alrededor.

Para Vallmajó no menos importante es la aportación ética, que nos permite reflexionar sobre cómo hemos vivido. Él destaca las ideas de orden ético de Sócrates, Platón o Aristóteles, pero también de Kant, a quien debemos la distinción entre legalidad y moralidad: la Revolución Francesa era ilegal, pero ¿era moral?. Y tampoco en el ámbito de la política se estaría donde se está sin las aportaciones filosóficas. Pensemos en lo que supuso afirmar, como lo hizo Thomas Hobbes, que el poder político no deriva de Dios, sino que es fruto de un pacto o contrato social; con este reconocimiento, las personas dejaban de ser súbditos y pasaba a ser ciudadanos; o pensemos en las aportaciones de René Descartes: al afirmar que todos los hombres, por naturaleza, tienen la capacidad de razonar o de juzgar abrió o desbrozó el camino hacia la Revolución Francesa.



jueves, 12 de noviembre de 2020

En homenaje a Carlos Campos en el día de su fallecimiento goleador histórico de la Universidad de Chile


El Ballet Azul chileno | #FlamaCuartos | #GrupoEFecha1 | Fútbol Amino ⚽️  Amino

SER DE LA U ES UN CONCEPTO AZUL

Víctor Rey



Cuando era niño tuve la oportunidad de ver algunas veces al famoso “Ballet Azul”. Ese equipo de fútbol que en diez años obtuvo seis campeonatos y cuatro subcampeonatos de fútbol chileno. La imagen que tengo de entrar al Estadio Nacional junto a mi hermanos mayor y otros amigos no se ha borrado y lo que más me impresionó fue ver salir a la Universidad de Chile al campo de juego con su tradicional tenida azul rey con una gran U roja en el pecho, que contrastaba con el verde del césped, fue algo inefable. Ver en directo como Leonel Sánchez enviaba un centro al área para que Carlos Campos empalmara de cabeza y convirtiera el gol, era algo común en ese equipo. También recuerdo como Luis Eyzaguirre el primer jugador chileno que integro un equipo de estrellas mundiales de la FIFA, perseguía y no dejaba tomar el balón al puntero izquierdo de Colo Colo. Ese día la Universidad de Chile triunfó sobre su archirrival y recuerdo que la alegría de esa tarde de domingo me acompañó por varias semanas. Todavía recuerdo de memoria esa formación que también fue la base de la Selección Chilena que obtuvo el tercer puesto en el Mundial de Fútbol realizado en 1962. Al arco Manuel Astorga, en la defensa, Luis Eyzaguirre, Humberto Donoso, Sergio Navarro, en el medio campo, Carlos Contreras y Alfonso Sepúlveda y en la delantera, Braulio Musso, Ernesto Alvarez, Carlos campos, Rubén Marcos y Leonel Sánchez. Y su entrenador “El Zorro”, Luis Alamos. También en ese tiempo conocí el himno del club y ver como la barra de la U lo cantaba con tanta emoción en especial en los clásicos universitarios. Me llamó la atención que este himno más que de un club de fútbol parece un himno a la vida. Algunas de sus estrofas inspiran y lo seguirán haciendo, son un verdadero poema: “Ser un romántico viajero y el sendero continuar, ir más allá del horizonte do remonta la verdad y en desnudo de mujer, contemplar la realidad. Brindemos camaradas por la Universidad en ánforas azules de calidad emoción, brindemos por la vida fecunda de ideal sonriendo con el alma prendida en el amor…”

Luego de esa década que marco al fútbol chileno, le costó 25 años a la U volver a levantar una copa y también vivir su año más negra en 1989 cuando baja a la segunda división. Volvió a la primera división el mismo año en que volvió la democracia a Chile en 1990, después de 17 años de dictadura militar. La famosa barra que apoya en cada partido a la Universidad de Chile y lo acompaña donde vaya, fue la primera barra y también el primer grupo que se atrevió a lanzar gritos de desaprobación por la violación a los Derechos Humanos en Chile, contra Pinochet. En eso siempre se destacó la barra de Los de Abajo por su compromiso social. En estos tiempos de movimiento social y de lucha por una educación de calidad, gratis y sin lucro, nuevamente la barra de Los de Abajo ha vuelto a apoyar a los estudiantes y ponerse de lado de la justicia. Y cuando comezó el estalledo social el 18 de octubre del 2019 las bandera azules y del chuncho fueron las primeras en llegar a la Plaza de la Dignidad y acompañar en primera línea a la ciudananía que protestaba exigiendo demandas sociales y una nueva constitución para Chile.

Otra característica de este club es la cantidad de nombres que ha coleccionado a través del tiempo: La Chile, la U, El León, el Bulla, los azules, el romántico viajero, el Chuncho, el romántico bohemio….

La noche del miércoles 14 de diciembre del 2011 quedará marcada en la historia de los azules y del fútbol chileno. Esa noche, el cielo fue más azul que nunca y todo se tiño de azul. La U ha obtenido la Copa Sudamericana venciendo por 3 goles a cero a La Liga Universitaria de Quito. Cuando el árbitro brasileño tocó el pitazo final, se desató el carnaval y como siempre la gente salió a festejar en las plazas y calles de Chile, desde Arica a Punta Arenas. En Santiago con los amigos que vimos el partido en casa de un amigo ecuatoriano, también nos fuimos a celebrar a la Plaza Italia con 25.000 personas que llegaron a ese punto de encuentro capitalino. Nos involucramos con un grupo que venía marchando por la Avenida Vicuña Mackenna con un lienzo que decía: “La U Antifascista”. Parecía una noche de año Nuevo y cuando el reloj marcó la medianoche el pueblo azul se abrazaba, cantaba, saltaba y gritaba: “Al León, al León yo lo llevo en el corazón”.

Universidad de Chile, como toda institución de prestigio, ha generado sus propios emblemas a lo largo de sus 93 años de historia. Eran 93 años de historia, primer título internacional, invicto, con el mejor rendimiento de equipos sudamericanos en 42 años. El amor a la camiseta era uno de ellos, pero también compartían una gran deuda: la ausencia de una corona internacional. Ni el “Ballet Azul” de la década del 60, ni el plantel bicampeón de 1994 y 1995 pudieron concretar ese sueño que este equipo hizo realidad esa noche.

Las paradojas de la vida han hecho que esta final inédita la U de Chile la tuvo que disputar con La Liga Deportiva de Quito. La primera vez que fui a ver fútbol en Ecuador, fue para presenciar el clásico entre La Liga y el Barcelona de Guayaquil. En el estadio Atahualpa de Quito. Fui con mi hijo que en ese entonces tenía 7 años y nos hicimos simpatizantes de la Liga en el tiempo que vivimos en ese hermoso país. Pero la sangre tira y la tierra y la historia también. Y es así que en esta finalísima tuve que hacer un ejercicio de discernimiento y mi corazón se inclinó por la U de Chile. Creo que a mi hijo también le costó pero él tiene un corazón azul y ya tenía tomada su decisión.

Esta histórica conquista azul, al transformase en el segundo club nacional que obtiene un trofeo continental, tiene bases sólidas. En esta nueva etapa hay un genio y este ha sido el único “santo” en el cual creo: Sampaoli. Discípulo de Marcelo Bielsa, que tuvo una idea y la llevó a adelante sin concesiones. Un entrenador que solidarizó con las demandas estudiantiles y que al saber que sus líderes, Camila Vallejos y Giorgio Jackson eran de la U, los invitó a un partido de la Copa Sudamericana. Su equipo ganó el título jugando siempre a lo mismo: a proponer, como dice a cada rato el profesor con la humildad de quien se sabe un bielsista que salió desde abajo. Proponer, en este caso, no es otra cosa que buscar el camino más corto hacia la victoria, tocar rápido, tocar bien, quitar rápido, tocar bien, quitar arriba, y todo eso hacerlo hasta que duela porque al rival, inevitablemente, le va a doler primero. Lo que tenemos aquí es un equipo que finalmente trabaja en equipo. Una cosa es ganar una final. Otra es hacerlo con tal autoridad. Jugando tan bien al fútbol. Con unos tipos que parecen volar en la cancha. Dan la impresión de correr siempre más que los demás. Ganan todas o casi todas las pelotas divididas. Y lo mejor de Sampaoli es que también admira a Ernesto Sábato, el escritor argentino, y en sus charlas motivacionales utilizó textos de El Túnel, y Sobre Héroes y Tumbas e imagino de sus ensayos también. Cuanto aprenderían y se motivarían muchos clubes si hicieron lo mismo con tantos buenos escritores que tenemos en América Latina.

Cuando lleguemos a viejos y hagamos del recuerdo nuestro ejercicio predilecto, volveremos a vivir lo que vivimos. Nos acordaremos de todas estas cosas y se nos llenarán los ojos de lágrimas y quizá se nos vengan a la memoria el recuerdo de esos días, en el talento de Vargas, en la fuerza de Aránguiz, en la solidez de Herrera, en la convicción de Sampaoli. No vamos a estar para una vuelta olímpica a esa edad, pero daremos la pelea, diría que felices al amparo de estos días de gloria, hermosos, inolvidables. Por que como dice el lema de la barra azul que es la más grande y fiel: “Más que una pasión, es un sentimiento.”

lunes, 2 de noviembre de 2020

En su aniversario 95

  Zygmunt Bauman y la Reputación Social Líquida

Zygmunt Bauman y la sociedad líquida

Víctor Rey


Un 19 de noviembre de 1925 nació Ziygmunt Bauman, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010 (junto a Alain Touraine), falleció el 2017 en Poznan, Polonia. Sociólogo, filósofo y ensayista, su investigación, entre otras cosas enfocada en la modernidad, le ha llevado a definir la forma habitual de vivir en nuestras sociedades modernas contemporáneas como “la vida líquida”. 

Una vida caracterizada por no mantener un rumbo determinado, pues al ser líquida no mantiene mucho tiempo la misma forma. Y ello hace que nuestras vidas se definan por la precariedad y la incertidumbre. Así, nuestra principal preocupación es no perder el tren de la actualización ante los rápidos cambios que se producen en nuestro alrededor y no quedar aparcados por obsoletos. 

En su libro LA VIDA LIQUIDA, el diagnóstico sobre la sociedad de consumo en la que vivimos es demoledor por certero y al mismo tiempo conmovedor. 

Escribiendo este artículo no puedo dejar de pensar en el mito de la caverna de Platón. La caverna de Platón no ha dejado de retumbar en mi cabeza, y ese retumbar me provocaba angustia. Y es que, quizás, me he visto más encadenado de lo que pensaba. Soy consciente de la perversidad del sistema consumista en el que vivimos y de sus maquiavélicos mecanismos, pero también sé que soy yo, somos nosotros, los que tenemos las llaves de muchas de las cadenas que nos atan. 

¿Pensamos, decimos y actuamos al unísono? ¿Nos conocemos realmente a nosotros mismos? ¿Vivimos realmente lo que queremos vivir? ¿Luchamos por nuestros sueños? ¿Somos conscientes de que formamos parte de una gran familia llamada Humanidad? 

Quizás la falta de respuestas a estas preguntas es lo que nos hace navegar sin rumbo por la vida. Vivir, como dijo en su discurso de recogida del Premio Príncipe de Asturias Zygmunt Bauman, (…) en un mundo donde la única certeza es la certeza de la incertidumbre, en el que estamos destinados a intentar, una y otra vez y siempre de forma inconclusa, comprendernos a nosotros mismos y a los demás, destinados a comunicar, con y para el otro”. 

En LA VIDA LIQUIDA, Bauman nos ayuda a identificar los velos que ocultan el mundo que habitamos y que intentamos comprender. Y estos velos no dejan de ser las sombras y los ecos de los gritos que los encadenados de la caverna ven y escuchan reflejados en la pared creyendo que son la realidad y que nada pueden hacer; y los espectadores siguen sentados sin saber que esos velos, esas sombras, esos ecos no son la realidad sino distorsiones de la misma. Imágenes y ruidos reproducidos a conciencia que los mantienen cara la pared. 

Es cuestión de encontrar el coraje para darse la vuelta y poder comprobar que esas formas grotescas no son más que deformaciones, y ver la luz clara que proviene de fuera, que nos indica la dirección de la verdadera realidad. 

Zygmunt Bauman define la sociedad moderna líquida como aquella sociedad donde las condiciones de actuación de sus miembros cambian antes de que las formas puedan consolidarse en unos hábitos y en una rutina determinada. Esto, evidentemente, tiene sus consecuencias sobre los individuos porque los logros individuales no pueden solidificarse en algo duradero, los activos se convierten en pasivos, las capacidades en discapacidades en un abrir y cerrar de ojos. 

Por tanto, los triunfadores en esta sociedad son las personas ágiles, ligeras y volátiles como el comercio y las finanzas. Personas hedonistas y egoístas, que ven la novedad como una buena noticia, la precariedad como un valor, la inestabilidad como un ímpetu y lo híbrido como una riqueza. 

El nuevo modelo de héroe es el triunfador que aspira a la fama, al poder y al dinero…, por encima de todo, sin importarle a quién se lleva por delante. 

Esto coincide con la definición de “hombre light” de Enrique Rojas, definido con cuatro características: hedonismo, entronización del placer; consumismo, acumulación de bienes: se es por lo que se tiene y no por lo que se es; permisividad, todo vale; y por último, relativismo, donde nada es bueno ni malo y en última instancia todo depende del pensamiento de cada uno.