sábado, 29 de agosto de 2020

Santiago de Chile y otras ciudades

 

                                                                                    Vuelos a Santiago | Copa Airlines

¡LAS CALLECITAS DE SANTIAGO TIENEN ESE QUE SE YO…VISTE!

Víctor Rey

 

No podemos negar que los seres humanos somos hoy más que nunca seres urbanos.  Tenemos una relación de amor y odio con las ciudades donde vivimos.  Creo que una de las cuestiones que nos ha planteado la globalización es el tema de la ciudad.  De alguna manera ahora somos más ciudadanos que antes al estar en crisis el paradigma de los países y a la debilidad de las fronteras que los marcaban tan fuerte hace algunos años.  Hemos comenzado a amar más nuestras ciudades y a identificarnos más con ellas.  De alguna manera rescatamos la herencia hebrea y griega que nos ha influenciado por tanto tiempo y recordamos por ejemplo a Sócrates a quién se le da la oportunidad de conmutarle su sentencia a muerte bebiendo la cicuta por irse, exilarse de Atenas.  El responde con una pregunta: ¿Qué puedo hacer sin Atenas?   También viene a mi mente ese texto del Salmo 122:1-3.  “Yo me alegro cuando me dicen: “Vamos a la casa del Señor”.  Jerusalén, ya nuestros pies se han plantado ante tus portones. ¡Jerusalén, ciudad edificada para que en ella todos se congreguen!  En los círculos cristianos este texto se ha interpretado como la alegría de ir al templo o a la iglesia, pero el énfasis del texto está puesto en la ciudad.  De alguna manera la ciudad es la casa común de todos.

He tenido la oportunidad de vivir en varias ciudades: Santiago, Concepción, Valparaíso,  en Chile; Lovaina La Nueva, Bruselas en Bélgica; Birmigham en Inglaterra, Quito en Ecuador y Buenos Aires y Mar del Plata en Argentina.  También he conocido ciudades que me han impresionado por su belleza, historia y su gente: París, Amsterdam, Oxford, Londres, Berlín, Nueva Dheli, Ciudad del Cabo, La Habana, Bogotá, Brasilia, Mar del Plata, entre otras.  Un amigo me dijo que las ciudades son libros que se leen con los pies.  Personalmente cuando estoy en una nueva ciudad me gusta conocerla, caminando. Como decía Antonio Machado: “Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.  Caminante no hay caminos, sino estelas en la mar”.

Nací en Santiago de Chile y he visto cómo ha evolucionado esta ciudad que según los expertos se ha vuelto líder para hacer negocios pero carentes de íconos.  Cuando a inicios de 2011 el diario The New York Times declaró a Santiago como el principal lugar de interés para visitar en el mundo, muchos se sorprendieron.  La capital chilena suele resaltar en ranking de calidad urbana o de competitividad económica a nivel latinoamericano, sin embargo, palidece al momento de competir con Buenos Aires o Rio de Janeiro como destino turístico.

Justamente ésa es una de las mayores debilidades de la capital chilena, detectada en el primer estudio que la desmenuza y compara con otras ciudades de la región para establecer sus fortalezas y debilidades como metrópoli de clase mundial.  Los resultados son elocuentes.  “Hay un claro reconocimiento del funcionamiento de la ciudad en general, fundamentalmente en infraestructura, calidad de vida u oportunidades, pero también se reconocen ciertas carencias que se están haciendo críticas, como la segregación social y la falta de proyecto o visión concordado de cómo entendemos la ciudad y hacia dónde se puede encaminar”, nos dice el referido estudio.

En el análisis se identifica el éxito de Chile como país competitivo y global pero según los autores, Santiago sólo ha crecido por efecto de ese auge.  “La ciudad debiese ser la locomotora de ese fenómeno, no un carro más.  El avance del país y su capital va a ritmos distintos”, agrega.

No es la única debilidad.  Los expertos sostienen que pese a símbolos como la cordillera, el cerro San Cristóbal, la cercanía a los centros de esquí, viñas y la costa, Santiago no tiene una imagen urbana bien identificable y atractiva. Buenos Aires tiene el tango, Rio de Janeiro el Cristo Redentor y las playas, pero Santiago no es claramente identificable. Una vez vi en Brasil un aviso que decía “Visite Santiago y sus malls”.  Pero la ciudad es más que un centro de compras.  La idea es superar la expresión del “Santiasco”, y que los habitantes quieran la ciudad y así logre ser atractiva para ganar en competitividad.

Podemos decir que el concepto de ciudad proviene del vocablo latino civitas, que se refería a una comunidad autogobernada. Las ciudades comenzaron a surgir en el neolítico, en el cuarto milenio A.C., cuando los grupos de cazadores y recolectores nómadas adoptaron una vida sedentaria y agrícola.

En los primeros asentamientos se construían las viviendas dentro de zonas amuralladas o en espacios con defensas naturales. También era necesario poder disponer de agua, motivo por el cual normalmente se establecían a la orilla de un río o de una fuente de agua. Estos asentamientos estables condujeron a la especialización y división del trabajo. Surgieron mercados en los que los artesanos podían cambiar sus productos por otros diferentes; una clase religiosa iba apareciendo y contribuía a la vida intelectual. De este modo las ciudades fueron el lugar adecuado tanto del desarrollo del comercio y de la industria, como del arte y las ciencias, y desempeñaron una función esencial en el nacimiento de las grandes civilizaciones.

De esta manera se gestó una vida totalmente sedentaria, mediante la cual creció la construcción de las chozas más primitivas, de troncos y estacas de madera; por dentro estaban divididas con estacas o telas colgadas. A medida que surgían las necesidades, se crearon ventanas, puertas y escaleras; en otros lugares se utilizaban materiales parecidos en cuanto a características y propiedades, lo que impulso la construcción de viviendas, unas junto a otras que permitió generar aldeas, poblados y ciudades, estimulando la vida en sociedad y el espíritu comunitario y cooperativo.

Los asentamientos de la edad Antigua eran aquellas primeras ciudades que albergaban a los nómades, convertidos ahora en sedentarios. Estos grupos de personas se establecían cerca de un río o de cualquier lugar del que pudiesen extraer agua. Estos asentamientos estables condujeron a la especialización y división del trabajo; gracias a esto surgieron mercados en los que los artesanos podían cambiar sus productos por otros diferentes; una clase religiosa iba apareciendo y contribuía a la vida intelectual.

De este modo las ciudades fueron el lugar adecuado tanto para el desarrollo del comercio y de la industria, como del arte y las ciencias, y desempeñaron una función esencial en el nacimiento de las grandes civilizaciones

También se ve un claro crecimiento en los conocimientos de la agricultura y la ganadería, donde siempre existió una rivalidad pese a que se necesitaban mutuamente. En esta etapa los hombres poseían conocimientos sobre los periodos de germinación y sobre las estaciones del año, lo que les facilitaba el trabajo; creando así una idea de la mujer como madre de los hijos y dedicada a ellos por completo, tanto en el crecimiento como en la educación.

 

 

 

 

 

viernes, 21 de agosto de 2020

Un hecho cultural que marcó la historia

 

La banda sonora de Woodstock en diez canciones | Marca.com 

WOODSTOCK: TRES DIAS DE PAZ, AMOR Y MUSICA

“Dedicado a Los Jaivas.  Músicos chilenos, precursores del rock, Que de alguna manera  reflejaron el espíritu de Woodstock en Chile.”

Víctor Rey

Con mi hermano y otros amigos, fuimos al antiguo cine Normandie de la calle Alameda en la ciudad de Santiago, a ver la película Woodstock.  Fue una experiencia mística, ver a nuestros grupos musicales de los cuales conocíamos todas sus canciones.  Ya habían pasado dos años de ese famoso festival y entre los amigos comentábamos ese evento cuando escuchábamos sus canciones en los antiguos discos long play en vinilo.

Se cumplen 51 años des festival que cambió para siempre la historia del rock.  Realizado en Bethel, estado de Nueva York, entre el 15 y el 18 de agosto de 1969.  Woodstock reunió a muchos de los principales exponentes del rock anglosajón de su época y fue un acontecimiento artístico que marcó a fuego una generación.  Cuatro décadas después sus efectos se siguen sintiendo.

La era de los grandes eventos de rock al aire libre había comenzado dos años antes con el Festival Monterrey Pop, en California, pero el de Woodstock fue el que ha quedado en las retinas. Esto tiene que ver, sin duda, con la difusión mundial que adquirieron los discos y la película del festival, pero también con un año que condensó el espíritu de la época.

Para mi ver y escuchar a Carlos Santana fue lo mejor de ese festival.   Santana y su banda comenzaron a tocar el a las 17.15 horas del sábado 16 de agosto.  Empezaron con Waiting, luego Evil Ways, Tou Just dont care, Sabor, Jingo, Persuasion, Fried Neckbones y terminaron con la interpretación mítica se Soul Sacrifice.

Concluía la década del '60 y la generación de los llamados chicos concebidos en la posguerra, estaba adquiriendo un protagonismo cada vez mayor en la vida social y política de los EE. UU.  Luchaba por los derechos civiles de las minorías y por tener voz y voto en cuestiones relacionadas con su educación, se oponía a la guerra de Vietnam y buscaba alternativas a la sociedad de sus mayores, a la que consideraba excesivamente conservadora y centrada en el materialismo.

La llamada Generación de Acuario pugnaba, también, por derribar tabúes ancestrales. Practicaba el amor libre y buscaba expandir la mente con drogas psicodélicas. Los más osados renegaron de la familia y las carreras tradicionales y buscaron un sistema de vida alternativo en comunidades rurales. El rock era el elemento aglutinante porque representaba, en letra y música, la esencia de sus anhelos. No fue sencillo organizar Woodstock. Los granjeros de la región veían con recelo la perspectiva de un aluvión de hippies descendiendo sobre sus propiedades y el sitio elegido para el festival debió cambiarse a último momento. Gracias a la constancia de los organizadores, Michael Lang, Artie Kornfeld, John Roberts y Joel Rosenman, y a la buena voluntad del granjero Max Yasgur que cedió sus campos de Bethel, Woodstock se puso en marcha a mediados de 1969. Lang y Kornfeld, los más avezados en cuestiones musicales, querían que el festival tuviese un repertorio artístico abarcativo, con espacio para el rock ultra popular de Creedence Clearwater Revival, la conciencia cósmica de Grateful Dead y el novedoso jazz-rock de Blood, Sweat & Tears, pero también para las ragas hindúes de Ravi Shankar y el folk místico de Incredible String Band. Muchos de los músicos que participaron, sobre todo los que figuraron en el filme de Michael Wadleigh, recibieron un fuerte espaldarazo para sus carreras. Fue el caso de Joe Cocker, quien actúo con The Grease Band. El ex plomero de Sheffield, Inglaterra, tenía un gran hit en Inglaterra con su emotivo cover de Con una ayudita de mis amigos, de los Beatles. Woodstock potenció también la trayectoria de otros dos artistas británicos. The Who atravesaba por uno de sus picos artísticos, con el estreno de su Opera rock Tommy, y tenía uno de los shows escénicos más excitantes del momento. Ten Years After, surgido de la segunda ola de blues británico, era hasta entonces un grupo de culto, pero su maratonesca versión de I'm Going Home los puso en la liga de las megabandas. También recibió un sólido impulso la banda de Carlos Santana, un virtuoso guitarrista mexicano radicado en San Francisco.  Woodstock tuvo su cuota de situaciones límites. Carreteras atestadas pronto aislaron el lugar -muchos músicos debieron arribar en helicóptero- y la situación climática bordeó los extremos: hubo momentos de sol abrasador y también furibundas tormentas que pusieron a prueba la resistencia de público, artistas y personal técnico. Las previsiones en cuanto a sanitarios y comida se vieron superadas: la concurrencia -que los cálculos previos estimaban en 150.000 personas- triplicó esa cantidad, forzando a los organizadores a dar entrada libre para evitar avalanchas y estampidas, y a los grupos de voluntarios, vecinos e incluso la guardia civil a aportar alimentos y ropas secas.

Volviendo a la música, el rock más intenso y eléctrico tuvo su contraparte en artistas que tomaban al folk como punto de partida para sus propuestas. Tal el caso de The Band, Richie Havens, Melanie, John Sebastian, Arlo Guthrie y Joan Baez. Esta última recordó el compromiso de los presentes con las luchas sociales con Joe Hill. La corriente más militante de la contracultura continuó con las actuaciones de Jefferson Airplane y de Country Joe McDonald (líder de Country Joe & the Fish), quien brindó en I Feel Like I'm Fixin' to Die Rag una aguda arenga antibélica cantada a coro por más de 300.000 personas. Asimismo, Woodstock fue testigo del nacimiento de un supergrupo de la fusión folk-rock: Crosby, Stills & Nash crearon una atmósfera increíble con varios clásicos de su álbum debut y anticiparon su ampliación a cuarteto invitando a Neil Young. Woodstock también tuvo funk de la mano de Sly & the Family Stone, y blues, con Janis Joplin, Canned Heat, Johnny Winter y la Paul Butterfield Blues Band, pero si hubiera que señalar un símbolo del festival, ese fue la actuación de Jimi Hendrix. En esos días, el guitarrista de Seattle venía de disolver a la Experience, el power trío que le había dado fama, y estaba por armar Band of Gypsys con otros dos músicos afroamericanos, para profundizar sus raíces de soul y de blues. Woodstock encontró a Hendrix en plan experimental liderando una banda numerosa a la que llamó Gypsy Sons & Rainbows. Tocaron al amanecer del cuarto día, cuando ya quedaban apenas unas 40.000 personas en el predio, pero los estoicos tuvieron su recompensa, porque fue un show dramático, que alcanzó su pico cuando Hendrix hizo su versión del himno de los Estados Unidos imitando con su guitarra el sonido de las bombas cayendo sobre Vietnam.

Hoy, 51 años después, la polémica sigue abierta entre los que sostienen que Woodstock fue el despertar de una nueva conciencia y los que consideran, en cambio, que se trató del final de una era de idealismo e inocencia, tras la cual el rock se transformó en el negocio millonario. En cualquier caso, está claro que el festival de Woodstock marcó un antes y un después en la historia de la música popular del siglo veinte.

domingo, 16 de agosto de 2020

En un nuevo aniversario de su nacimiento

Ernst Friedrich Schumacher - EcuRed 

ERNEST SCHUMACHER: LO PEQUEÑO ES HERMOSO

Víctor Rey

Descubrí la economía budista cuando cayó en mis manos el libro, “Lo pequeño es hermoso”, del economista E. F. Schumacher. Este libro lo leí, cuando estaba estudiando Ciencias Sociales en la Universidad Alberto Hurtado, en Santiago de Chile, allá por el año 1988, en uno de los cursos de Economía.  Es uno de los 100 libros más influyentes desde la Segunda Guerra Mundial. Me atrajo de inmediato su título, que ya decía mucho de su contenido y me ayudó mucho para entender la economía y poder apreciar esta ciencia desde una perspectiva más amigable y no tan técnica como se suele presentar.  También a adentrarme en la filosofía budista y su propuesta económica.  Schumacher nació en Bonn, Alemania el 16 de agosto de 1911 y falleció el 4 de septiembre de 1977 en Suiza.

Schumacher visitó Birmania como miembro del consejo de carbón británico para aconsejar al país en la adopción de un crecimiento al estilo oriental. Tras pasar un tiempo conociendo las costumbres del país, y estudiando sus máximas, se dio cuenta de que la economía occidental podría incorporar ideas del budismo para promover un crecimiento más sostenible y respetuoso con la naturaleza, que a la vez pudiese brindar al ser humano el completo desarrollo de sus facultades.

Una de las propuestas que me resulta más interesante es la economía budista, sobre todo porque tiene en cuenta las necesidades humanas y sus limitaciones, proponiendo un control sobre el ansia de querer siempre más. La finalidad es alcanzar un verdadero desarrollo del ser humano en todas sus dimensiones, como ser individual cuya acción va mucho más allá del mero consumo, que actúa en comunidad y se hace responsable de su entorno.

La economía occidental se centra en el interés individual. En cambio la economía budista desafía este concepto con la idea de la inexistencia de un ego permanente. Esto quiere decir que todo lo que uno percibe con sus sentidos trasmite una falsa idea de un “yo” inherente y real. Esto deriva inevitablemente en que se desarrolle una idea de “lo mío”, siendo esta la base del comportamiento egoísta.

El egoísmo no se considera producto de la maldad sino que es un error consecuencia del desconocimiento de la esencia real de las cosas. Es por esto que el ser humano tiene que desapegarse de este sentimiento. La economía basada en el interés personal y con un enfoque oportunista y materialista está condenada al fracaso. En contrapunto proponen promover la generosidad, ya que el ser humano es un actor cooperador motivado por mejorar su entorno. Los individuos y colectividades que cooperan sobreviven, prosperan y funcionan.

El segundo factor que diferencia ambos conceptos es la búsqueda de maximización de beneficios, mientras que la budista enfatiza la importancia de minimizar el sufrimiento. La manera de minimizar el sufrimiento es promoviendo la simplificación de los deseos, de manera que se calme el ansia consumista y materialista y la frustración que conlleva el querer siempre más y lo mejor. Una vez las necesidades básicas del hombre están cubiertas (comida, ropa, refugio, medicinas) el resto de necesidades materiales debe ser minimizado.

La visión del mercado y el crecimiento también dista en ambas visiones. Los enfoques occidentales tienen como objetivo maximizar los mercados hasta el punto de saturación mientras la economía budista tiene como objetivo minimizar el daño. Tienen en cuenta actores primordiales como las futuras generaciones, el medio ambiente y los pobres, que no están correctamente representados porque no gozan del mismo poder que los actores más poderosos y ricos. Es por ello que el mercado no es imparcial y no es representativo de la economía. El concepto de Ahimsa (no cometer acciones que puedan ocasionar daño a uno mismo o a los demás) urge a encontrar soluciones de una manera colectiva y participativa.

Desde el punto de vista budista, no hay nada negativo en el progreso económico, a no ser que ese progreso económico promueva el apego a los bienes materiales y la avaricia. El crecimiento económico que conlleva una reducción de sufrimiento es bienvenido, ya que alivia los efectos negativos de la pobreza. Lo que importa en este caso es la manera en que se genera la riqueza, si ésta se genera a través de un trabajo digno y respetuoso donde se fomenta la confianza, permite a los individuos tener una seguridad económica y poder estar libres de deudas, cuidar de sí mismos y de su comunidad. Esto lleva a desincentivar la maximización de beneficios como fin en sí mismo e impulsar la importancia de la producción a pequeña escala, local, adaptable y sostenible.

Una economía budista considera que el consumo es un medio para el bienestar humano. El objetivo se trata de maximizar el bienestar con un consumo mínimo.

El trabajo debe ser debidamente apreciado y darse con unas condiciones dignas, de manera que impulse al hombre a producir, dar lo mejor de sí mismo y desarrollar su personalidad. La liberación que supone para el hombre dejar de estar enfocado exclusivamente a maximizar sus ingresos y destinar su tiempo a largas jornadas laborales, le permite tener más dedicación a actividades que repercutan en el bienestar de la comunidad. La persona que se puede ganar la vida con un trabajo digno, puede invertir su tiempo también a fortalecer los lazos que lo unen con el resto de individuos de su comunidad. Está demostrado que la inversión en las relaciones interpersonales tiene un impacto positivo en el bienestar.

El concepto de Producto Nacional Bruto (PIB), incompleto para medir el bienestar, es sustituido por la Felicidad Nacional Bruta (FNB). Este indicador mide el bienestar y la felicidad a través de varios factores como el bienestar económico, el ambiental, la salud física y mental y el bienestar laboral, social y político.

Teniendo en cuenta la época en que las ideas de Schumacher fueron planteadas, se puede considerar que transmiten propuestas que en su mayoría son totalmente vigentes hoy en día como la importancia de las energías renovables, pensar más allá del PIB, promover el comercio local y una producción eficiente. En una economía budista se busca pues el consumo óptimo, no el máximo.

La manera en que experimentamos e interpretamos el mundo depende mucho del tipo de ideas que tenemos. Si las ideas son principalmente débiles, superficiales e incoherentes, la vida parecerá también insípida, aburrida, insignificante y caótica. La economía budista defiende la idea de una economía que permita al hombre desarrollar sus facultades y liberarlo del deseo de querer siempre más. Para el desarrollo de estas facultades se requiere una revalorización de lo que verdaderamente satisface al hombre y una limitación de los deseos sin sentido, donde la óptima asignación del trabajo permita estar en un equilibrio y gozar de un nivel de bienestar con lo que se tiene.  Creo que la propuesta de Schumacher tiene hoy más vigencia que nunca es una alternativa real para aplicarla en América Latina.


lunes, 10 de agosto de 2020

En el 2011 aniversario del primer grito de la independencia de Ecuador

                           

                                                        Moody's cambia panorama para deuda de Ecuador a negativo | Radio ...

                   Ecuador, cuatro mundos desde la mitad del mundo

Víctor Rey

He estado muchas veces en Ecuador por diversos motivos: por congresos, turismos, visitando amigos y familiares, por trabajo y viviendo.  Estoy en Quito, la capital, conocida como “la carita de Dios”, a sus 2.700 metros de altura.  Declarado la primera ciudad en el mundo como Patrimonio Cultural de la Humanidad el 18 de septiembre de 1978.  Al recorrer sus calles, plazas, parques, restaurantes, teatros, cafés, museos, iglesias y universidades, compruebo una vez más sus adelantos y progresos, y por eso se percibe la gran cantidad de turistas que la vistan.  Es una maravilla el aire que se respira, el cariño de su gente, la pasión que ponen en sus conversaciones y la riqueza de su gastronomía y su vida cultural

Basta un solo paso para deslizarse desde el hemisferio norte al sur.  Ubicado en la mitad del mundo, Ecuador alberga la magnificencia de la naturaleza: la belleza de las costas pacíficas, la imponencia de los Andes, el patrimonio marino y terrestre de las islas Gálapagos y la rotunda y secreta Amazonía.  Todo esto forma un una acuarela de colores en su paisaje natural y humano.  Con sus 16 millones de habitantes el este país ´proclama al mundo: Ecuador ama la vida.

Los primeros habitantes siguieron cuidadosamente el curso de los astros. A los incas les subyugó este centro energético hasta el punto que lograron incorporarlo a su imperio. El francés Charles-Marie de la Condamine promovió, en 1736, un viaje científico a la América española para conocer cuán ancha era la Tierra en el Ecuador. Por su inigualable geografía, su diversidad cultural, su historia y gran biodiversidad en relación a su tamaño, el Ecuador es uno de los destinos turísticos más recomendados para quienes desean tener unas vacaciones placenteras y para nada monótonas.

Perpendicular sobre la línea del Ecuador cae el sol e impregna la sonrisa de los más de 16 millones de mestizos, indígenas, negros y blancos que habitan allí. En las grandes urbes los habitantes son hospitalarios y acogen a los visitantes; algunas comunidades indígenas en los Andes, así como muchos de los pobladores de la costa, ofrecen sus hogares para compartir familiarizarse con sus costumbres, hábitat y cosmovisión.

Tanto en la Amazonía como en las famosas Islas Galápagos, existen comunidades que pueden ser visitadas a través de varios proyectos de turismo comunitario que han sido desarrollados. A la par de disfrutar del olor de las flores y pasear por los aromas y sabores del cacao, café, banano y caña de azúcar de las plantaciones modernas. Luego de visitar Ecuador, guardará el recuerdo de haber conocido gente de la más amigable que se puede encontrar.


El país de los cuatro mundos

Ecuador cuenta con una buena infraestructura vial. Se puede viajar en auto, van o bus de una manera relativamente fácil y rápida. Es posible visitar de una vez varias regiones y diversos ecosistemas del planeta. En tan solo treinta minutos de vuelo, partiendo desde Quito, se puede descender a la selva amazónica. En igual tiempo, desde el mismo punto de partida, se llega a las blancas arenas de la costa. Desde allí, en menos de noventa minutos en avión, es posible arribar al paraíso viviente de Galápagos, las islas encantadas y, viajando por tierra, solamente en Ecuador es literalmente posible desayunar en una población de la exuberante Amazonía, almorzar a los pies de uno de los volcanes de los Andes y cenar en una de las ciudades del Pacífico durante un mismo día atravesando paisajes cambiantes y culturas diversas. En apenas dos o tres semanas, se puede conocer los cuatro mundos que conviven en un mismo país donde todo está cerca.

La costa del Pacífico, donde las playas verdes se encuentran con el mar

De norte a sur, bellas playas se muestran en el Pacífico ecuatoriano. Junto a puertos, poblaciones pesqueras y ciudades modernas, bosques protegidos crecen frondosos con sus húmedas y gigantescas raíces terracotas. Los manglares más altos del mundo (64 metros) se encuentran en el bosque de Majagual en la Reserva Ecológica Cayapas-Mataje. En el Parque Nacional Machalilla, el mar, las playas vírgenes y las florestas se enlazan con la historia de culturas precolombinas y pre-incaicas. Las aguas alrededor de la Isla de la Plata son un paraíso de peces multicolores y la fauna de las islas se asemeja a la que se encuentra en las Islas Galápagos.

Desde Puerto López, se avistan ballenas jorobadas que llegan cada año desde la Antártida para aparearse entre junio y octubre. El mayor refugio de aves marinas del Ecuador está en la Isla Santa Clara, al sur de la Costa.

Los Andes, la imponente travesía de los volcanes

En la mítica cordillera de los Andes, se elevan volcanes de más de cinco mil metros de altura con nieves perpetuas y glaciares de hielos milenarios.

El volcán activo más alto del mundo, el Cotopaxi (5.897 msnm), es el marco perfecto de encantadores poblados y fértiles valles. El Chimborazo (6.310 msnm) cuenta con cinco cumbres que se erigen sobre flancos de rocas y un extenso páramo andino. El Cayambe (5.790 msnm) es el único nevado del planeta ubicado en latitud 0º. Los Ilinizas Norte (5.116 msnm) y Sur (5.263 msnm) son considerados por la cosmovisión indígena como una pareja, cerro varón y cerro hembra. El impactante Antisana (5.704 msnm) presenta dos conos unidos por una ensillada poco profunda. A lo largo de la cordillera, se encuentran sorprendentes páramos, lagos, ríos, cascadas, aguas termales, bosques de neblina, valles, mercados indígenas y pintorescos pueblos, históricas ciudades coloniales y modernas.


Galápagos, la naturaleza en su estado de pureza

Galápagos es uno de los parques nacionales más importantes de la Tierra. Cuenta con trece islas principales, seis islas menores y decenas de islotes de origen volcánico. Este archipiélago protegido en el 97% de su territorio y ubicado a casi mil kilómetros de la costa ecuatoriana, se caracteriza por sus playas de arena blanca, bosques de cactus, reservas de tortugas gigantes y coloridas aves como piqueros patas azules, patas rojas, o enmascarados, flamingos y pingüinos.

Las islas son un laboratorio viviente de especies de animales que no existen en otro lugar del planeta. También se observan pinzones, fragatas, albatros y pelícanos. Charles Darwin ya lo dijo en el siglo XIX: El archipiélago es único.

En la Isla Santa Cruz, la Estación Científica Charles Darwin realiza la tarea de preservación desde hace varias décadas. Allí se encuentran las longevas tortugas gigantes llamadas Galápagos que viven un promedio de 150 años. Tanto la reserva marina como el archipiélago fueron declarados por la UNESCO “Patrimonio Natural de la Humanidad”. Este lugar constituye uno de los siete sitios más importantes del planeta para practicar buceo de superficie y de profundidad.


Amazonía, donde se oye la voz rotunda de la selva

Desde la exuberante e intensa vegetación de la Amazonía se descubren volcanes como el Sangay y El Altar, con sus numerosas y afiladas cumbres. Reservas y Parques Nacionales son el hogar de cientos de especies de aves y peces. También conviven tapires, anacondas, boas constrictoras, tortugas, lagartos, jaguares, venados, armadillos, osos, monos, roedores gigantes e infinidad de aves. Ecuador alberga la mayor diversidad de animales y plantas por kilómetro cuadrado del mundo con parques nacionales declarados como reserva de la biosfera por la UNESCO. La selva, a través de sus vertientes de aguas termales y de sus plantas medicinales, ha servido de “farmacia natural” durante centurias para las comunidades indígenas que la habitan. El 10% de las especies de plantas de la tierra se encuentran en este pequeño país. Las comunidades indígenas en la selva ecuatoriana todavía poseen y practican sus creencias, tradiciones y costumbres sociales ancestrales.

La geografía de Ecuador es tan rica y variada como su gente, su historia y su cultura. Alguien ha dicho por ahí que uno no es de donde nace sino de donde quiere morir. Yo digo que uno no es de donde nace sino de donde quiere vivir. Y Ecuador es una buena opción.

jueves, 6 de agosto de 2020

En el cumpleaños 71 de Condorito

Amazon.com: Condorito 1er Libro 1955: Cómic con vista guiada ...

PEPO Y CONDORITO: ¿EXIJO UNA EXPLICACIÓN?

 

Víctor Rey

 

Hace algunos años el diario La Tercera de la Hora de Chile, realizó una encuesta entre sus lectores y les pidió que votaran a través de cartas, internet y llamadas telefónicas, contestando la siguiente pregunta:  ¿Quién es el personaje chileno más conocido internacionalmente?  El resultado fue sorprendente.  Los lectores votaron en este orden: primero, Augusto Pinochet; segundo, Pablo Neruda; tercero Salvador Allende; cuarto, Iván Zamorano; quinto, Don Francisco; sexto, Marcelo Ríos; séptimo,  Condorito; octavo, Cecilia Bolocco; noveno, Isabel Allende y décimo, Gabriela Mistral.  La popularidad de este personaje de ficción se debe a un dibujante que nació en la ciudad de Concepción, en el sur de Chile, en 1911 al cual se le conoce por su sobrenombre de Pepo, pero cuyo nombre real es René Ríos Boettinguer.

 

Dicen que cuando nació Pepo, en vez de una marraqueta, (nombre de un tipo de pan en Chile) traía un lápiz bajo el brazo.

 

Desde pequeño fantaseaba en clases y se entretenía con mano diestra dibujando a sus profesores.  Su talento era innegable y a los 10 años realizó su primera exposición de caricaturas sobre destacados personajes penquistas, (este es el gentilicio de los habitantes de Concepción).

 

Al terminar el colegio decidió ser médico como su padre, sin embargo, la vocación artística pudo más y después de cuatro semestres se retiró de la carrera.  A los 20 años dejó su terruño y viajó a Santiago en busca de mejores oportunidades.  Se inscribió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile y comenzó a probar suerte en diversas publicaciones.

 

Su trazo firme y su humor desenfadado fueron un éxito.  Gracias a ellos sus personajes y su picardía fueron plasmada en diversas revistas de la época.

 

En Eckrán, (revista dedicada al cine y teatro) dibujo a grandes artistas como Greta Garbo y dio rienda suelta a su humor político en Topaze, (revista de humor político).  Además, incursionó en el humor deportivo en la revista La Pichanga e incluso creo personajes picarones como, Viborita, Tarugo y Don Rodrigo, para revistas como El Pingüino y Can-Cán.

 

Pero su personaje más querido sería absorbente y a los pocos años lo reclamo a tiempo completo.

 

Condorito vio la vida allá por el año 1949, en la revista Okey, (una publicación semanal de historietas, donde los niños de la época se familiarizaban con Flash Gordon, Tarzán, Jim de la Selva, Sandokán, El Llanero Solitario y otros héroes ya olvidados,) como una reacción visceral contra Walt Disney.  En ese año, el creador norteamericano realizó una película llamada “Saludos Amigos” donde diversos personajes representaban a los pueblos latinoamericanos.  Chile era simbolizado por un pequeño avión llamado Pedrito (por el entonces presidente de Chile, Pedro Aguirre Cerda) incapaz de sobrevolar la cordillera de Los Andes. Dicen que tamaño atrevimiento removió las entrañas de Pepo, quien saco de su alma de chileno un personaje, que representara mejor al chileno e inspirado en el escudo nacional de Chile, enmarcado por un cóndor y un huemul (ciervo), creo un personaje mezcla de hombre y de cóndor; pícaro y con sentido del humor, que vestía grandes ojotas (chalas de los campesinos en Chilenos), pantalón remendado eternamente de color negro y la camiseta roja, igual que la selección nacional de fútbol y lo puso a vivir en el pueblito de Pelotillehue, una imaginaria localidad rural, ubicado en el sur de Chile.  Y es que Condorito en sus orígenes fue el reflejo de una sociedad en transición de lo rural a lo urbano, con contingentes de desempleados buscavidas, perseguidos alternadamente por la fortuna o la desgracia.

 

Los amigos de Condorito fueron naciendo de las experiencias de su creador.  Pepo contaba sus orígenes:  “Comegato era un pescador de Caldera, (puerto de norte de Chile) que se alimentaba de esos animales; Huevoduro, un funcionario de la embajada de Canadá blanco como la leche; Yuyito es una sobrina muy querida; Don Chuma, mi compadre, y Yayita, era el sobrenombre de mi cuñada”.  La imaginación también aportó lo suyo con doña Tremebunda, Coné, Don Cuasimodo, Garganta de Lata, Che Copete, Pepe Cortisona, Fonola y su fiel perro Washington.

 

Aunque en sus primero años Condorito fue sólo una tira cómica, ya en 1955 se editaba un libro anual con todas sus aventuras.  Diez años después los libros eran dos y desde la década del ochenta, se publican revistas quincenales y varios especiales al año.

 

En esa época Pepo decidió colgar la pluma y entregó la responsabilidad de sus personajes a un grupo de dibujantes.  Aunque retirado siguió siempre de cerca los “condoros” (palabra popular en Chile, para designar a alguien que ha cometido una gran equivocación), de su creación y junto a su hijo René, muchas veces daba el visto bueno a las portadas.

 

En 1999 el plumífero personaje celebró sus 50 años de vida y luego de 40 mil chistes se ha convertido en todo un éxito internacional y es el primer chileno exitoso en los circuitos transnacionales del cómic.  Los cincuenta años de este personaje fueron celebrados en grande en Chile y América latina, con exposiciones itinerantes, una edición especial con la recopilación  de los mejores chistes clásicos, un disco compacto de la Condoribanda, creada por un productor chileno, dos estatuas ubicadas en dos ciudades de Chile, un sello de correos y la renovación de su página web.

 

Su revista vende cerca de 70 mil ejemplares al mes y tres dibujantes y dos guionistas crean las historias para Editorial Televisa, que las distribuye al resto de América llegando a unos 80 millones de lectores en Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Uruguay, México, Centroamérica, Estados Unidos y España.

 

Es tanta la fama de este personaje concebido como símbolo chileno y que hoy es prototipo iberomeamericano, que Bill Gates, el magnate de Microsoft, quería su figura para representar la versión en español del Windows 98, pero no logró un acuerdo financiero con la empresa dueña de la licencia de Condorito.

 

Su internacionalización obligó a adaptar modismos y lugares comunes y también a cambiar algunos de sus personajes, Don Jacoibo fue abandonado para no ofender a nadie y Cortadito tampoco aparece hace ya varios años.

 

Durante sus últimos años Pepo prácticamente no dio entrevistas y prefirió  que Condorito cargara con los deberes de la fama.  Su delicado estado de salud lo tenía recluido en su casa.  En julio de año 2000, falleció a los 88 años, en la ciudad de Santiago de Chile.

 

Dicen que entre todas sus historias, el bautizo del sobrino de Condorito, era su favorita: El cura le pregunta a Condorito, ¿qué nombre le va a poner al niño?

Condorito responde: Ugenio, padrecito.

El curita responde: No, con E, será, pues Condorito.

Condorito: Bueno, póngale Coné, como usted dice pairecito.

¡Plop¡