viernes, 28 de enero de 2022

Gioconda Belli Poesía

                                                                                


GIOCONDA BELLI, O LA POESIA HECHA EROTISMO


Víctor Rey


A todos amo con un amor de mujer, de madre, de hermana, con un amor que es más grande que yo toda, que me supera y me envuelve como un océano donde todo el misterio se resuelve en espuma…” (Gioconda Belli)


La primera vez que supe de la poetisa Gioconda Belli, fue a través de uno de sus poemas que apareció en una revista semiclandestina en la última tapa, a principios de los años ochenta en el Chile de Pinochet. El poema se llama: “Reglas del juego para los hombres que quieren a amar a mujeres”. El poema me pareció tan hermoso y profundo, me dedique a averiguar quién lo había escrito y descubrí que su autora era nicaragüense y que había participado en la revolución sandinista.  Me llamó la atención que su poesía combinaba el erotismo con lo social y lo político, una mezcla exuberante. Luego descubrí otros poemas como: “Como tinaja”, “Biblia”, “Esto es amor”, “Y Dios me hizo mujer”, “¡Ah, Nicaragua!”.  Han pasado los años y en una oportunidad que estuve en Managua, me topé con un recital de Gioconda Belli en el Teatro Rubén Darío.  La sala estaba repleta y el silencio era religioso al escucharla.  Disfruté en primera fila ese recital y después tuve la oportunidad de saludarla, me autografío uno de sus libros y conversamos un breve tiempo.  Me llamo atención su belleza y disposición para intercambiar algunas opiniones sin prisa y con amabilidad, sabiendo que había una fila esperando sacarse una foto con ella y para saludarla.


El amor de mi hombre no conocerá el miedo a la entrega, ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento en una plaza llena de multitudes. Podrá gritar -te quiero- o hacer rótulos en lo alto de los edificios proclamando su derecho a sentir el más hermoso y humano de los sentimientos.

El amor de mi hombre no querrá rotularme y etiquetarme, me dará aire, espacio, alimento para crecer y ser mejor, como una revolución que hace de cada día el comienzo de una nueva victoria.” (De Reglas del juego para los hombres que quieran amar a mujeres)


Gioconda Belli nació el 9 de diciembre de 1948 en Managua (Nicaragua). Vivió en el seno de una familia acomodada, su padre, Humberto Belli, era empresario y su madre, Gloria Pereira, fue fundadora del Teatro Experimental de Managua. Gioconda fue la segunda de cinco hermanos. Estudió en el Colegio de La Asunción en Managua y en el Real Colegio de Santa Isabel en Madrid, España, donde obtuvo el bachillerato en 1965. Tras obtener un diploma en Publicidad y Periodismo en Filadelfia, Estados Unidos, regresó a Managua y en 1967 contrajo matrimonio. Su primera hija, Maryam, nació en 1969. Sus poemas aparecieron por primera vez en 1970 en el semanario cultural del diario La Prensa de ese país. Su poesía, considerada revolucionaria en su manera de abordar el cuerpo y sensualidad femenina, causó gran revuelo. Su libro “Sobre la grama” le ganó en 1972, el premio de poesía más prestigioso del país en esos años, el “Mariano Fiallos Gil” de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.

Fue una firme opositora a la dictadura de Somoza, por lo que tuvo que exiliarse a México y Costa Rica y se integró a las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, organización en la que militó desde 1970 hasta 1994. Fue miembro de la Comisión Político-Diplomática del FSLN. Fue correo clandestino, transportó armas, viajó por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha sandinista. En 1978, obtuvo el prestigioso Premio Casa de las Américas (Cuba) en el género poesía por su libro Línea de Fuego. Belli se casó por segunda vez y tuvo a sus hijos Melisa y Camilo. Tras el triunfo sandinista fue representante sandinista ante el Consejo Nacional de Partidos Políticos y vocero del FSLN en la campaña electoral de ese año. Dejó la vida política para dedicarse a escribir su primera novela, sin dejar nunca de lado la poesía. En 1988, Belli publicó su primera novela La Mujer Habitada, que fue un éxito clamoroso de amplia resonancia internacional.

En 1990, se publicó la segunda novela, Sofía de los Presagios. En 2001 apareció en El País bajo mi piel, un testimonio-memoria de sus años en el sandinismo.
Se casó por tercera vez en 1987 con Charles Castaldi con el que tiene una hija, Adriana, nacida en 1993. En febrero del 2008 publicó su última novela El infinito en la palma de la mano, galardonada con el Premio Biblioteca Breve 2008 de la editorial española Seix Barral, y recientemente con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.

Gioconda Belli sigue preocupada de su Nicaragua en estas horas oscuras.  Dice que nunca pensó que viviría otra dictadura y que Daniel Ortega se ha transformado en otro Somoza. Y termina con esta frase: “La izquierda fracasó en América Latina por una tendencia totalitaria. Es una gran desilusión para los que somos de izquierdas, pero perdió la imaginación y ha querido que el costo de la justicia social sea la libertad.”