miércoles, 27 de junio de 2018

EN EL SEGUNDO ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO


                              Resultado de imagen para imagenes de de alvin toffler 

El futurólogo Alvin Toffler

“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos  que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender.” (Alvin Toffler)

Víctor Rey

El lunes 27 de junio del 2016  a los 87 años falleció el escritor norteamericano Alvin Toffler.  Inmediatamente vino a mi mente su libro “El Shock del Futuro”, que leímos y discutimos con algunos amigos en los patios de la Universidad de Concepción en los años 70, cuando estudiábamos filosofía.  Para ese tiempo tan ideologizado nos parecían exageradas algunas de sus predicciones.  Nos parecía que era más ciencia ficción que una posible realidad. En los años 90 cuando vivía en Ecuador volvieron a caer en mis manos su trilogía ahora incluía “La Tercera Ola” y “El Cambio del Poder”.  Estos libros los encontré de ocasión en una librería de libros usados.  A partir del nuevo milenio, me he dado cuenta que las predicciones de Toffler han tenido una capacidad de asertividad increíble.  Sus textos me han ayudado mucho para entender el cambio cultural que estamos viviendo.

Alvin Toffler se hizo conocido a partir de la publicación en 1970 de su ensayo “El Shock" del Futuro” que se convertiría en un auténtico bestseller. A este libro le seguirá 10 años después --1980—“La Tercera Ola”, desarrollo y profundización de sus tesis centrales, y 20 años más tarde --1990—“El cambio del Poder”. Estos tres ensayos configuran en opinión de Toffler una «trilogía»  que recoge lo central de su pensamiento. Después de su trilogía ha publicado --firmando esta vez con su esposa Heidi, quien ha sido siempre su estrecha colaboradora--: “Las guerras del futuro” --1993-- y “Creating a new civilization”, 1995.

La preocupación por los temas sociales y el cambio nació desde muy joven en Toffler. De origen judío, luego de concluidos sus estudios de universitarios de filosofía y letras se doctoró en sociología y quiso hacer --en compañía de su esposa Heidi-- una experiencia como obrero industrial durante cinco años. En aquella época se interesó en la política y asumió la ideología marxista.

Hablando de esos tiempos de su vida dice Toffler: «Finalmente, era un activista político. A finales de la década de los cuarenta, había viajado al Sur para luchar en pro de los derechos civiles. Había participado en manifestaciones y descubierto el marxismo, el cual contempla las fábricas como el centro exacto del universo. Por tanto, el ir a la industria" también constituía una posibilidad de ayudar a organizar a los obreros. Todo esto resultaba embriagador”.



Entre las revistas en las que escribió se debe mencionar la publicación Fortune,  de la que se convertiría en columnista de temas laborales. En 1961 dejará esta revista y se convertirá en colaborador libre de diversas publicaciones y, con el tiempo, en conferencista itinerante.

En 1964 publicó el ensayo “Los consumidores de cultura”, que, en sus propias palabras, constituyó un análisis de la economía de las artes en Estados Unidos y un ataque al elitismo cultural.

“El shock del Futuro” produjo un cambio radical en la vida de Toffler. El libro alcanzó un éxito de ventas inesperado que convirtió a su autor en toda una personalidad. Incluso se hizo una película, animada por el conocido actor inglés Orson Wells, a partir del ensayo.

Para ese momento, según dice Toffler, habría dejado atrás, en lo fundamental, su adhesión al marxismo. En la actualidad se refiere a él como una expresión de la revolución industrial en total crisis y, como tal, anticuado, insuficiente e inadecuado para comprender el mundo de la alta tecnología, es decir el mundo del futuro. Sus criterios de juicio adquirirán curiosos matices y perspectivas propias. Su interés se centrará en el tema del futuro y el proceso de cambio por el que está pasando la humanidad.

El tema central de la reflexión de Alvin Toffler es el cambio. Los tres ensayos que conforman lo que ha llamado su trilogía abordan desde diversas perspectivas este proceso que el autor considera muy profundo.

«El Shock" del Futuro” --afirma Toffler-- contempla el proceso del cambio: la forma en que éste afecta a las personas y a las organizaciones. “La tercera ola” se centra en las orientaciones de ese cambio: adónde nos están llevando los cambios de hoy. “El cambio del poder”  aborda el control de los cambios que han de sobrevenir: quién les dará forma, y cómo.

Su argumento central es que la humanidad se encuentra frente a un cambio social muy profundo. El ser humano tiene ante sí un futuro que se viene aceleradamente y para el cual ni sus instituciones, ni él mismo se encuentran suficientemente preparados.

En las páginas de El "shock" del futuro trata de explorar sistemáticamente los efectos de la aceleración del cambio que está afectando a la humanidad de finales del segundo milenio.

El problema principal sobre el que se detiene no es sólo el proceso de cambio en sí mismo, sino la aceleración de este cambio que lo hace desestructurante y de difícil asimilación para el ser humano.

Por eso se refiere a la llegada del futuro como un shock: «Este shock --afirma-- es la desorientación vertiginosa producida por la llegada prematura del futuro. Y puede ser la enfermedad más grave del mañana» . Ve este shock como una «nueva enfermedad psicológica, turbadora y virulenta» .  Los efectos del shock son múltiples y aquejan de diversas maneras la vida del ser humano. Toffler cree descubrir tres efectos principales que afectan seriamente al hombre: la transitoriedad, la novedad, y la diversidad. Su ensayo “El shock del futuro” está articulado principalmente a partir de estos tres elementos.

En La tercera ola Toffler se fija en las direcciones y consecuencias del proceso de cambio. La tesis central del ensayo es que la humanidad se encuentra ante una suerte de transición crítica hacia una nueva forma de civilización que, no obstante ser de incierto desenlace final, ofrece un potencial lleno de esperanza.

Llama a esta crisis la tercera ola en función de que ha habido antes otras crisis --otras olas en su lenguaje-- que trajeron transformaciones profundas de la vida social.

La primera ola fue producida por el descubrimiento de la agricultura hace diez mil años y propició la revolución agrícola. La segunda ola se generó por la revolución industrial iniciada hace unos trescientos años.

Esta segunda ola habría entrado en una fase de crisis muy seria en el presente siglo, percibiéndose sus primeros síntomas, según Toffler, a mediados de la década de los cincuenta --cuando los obreros norteamericanos se vieron superados en número por los trabajadores del conocimiento y los servicios--.

La tercera ola estaría siendo generada por el fracaso del industrialismo y por la aparición de la revolución tecnológica --Toffler habla de un salto "cualitativo" en el conocimiento--. Las consecuencias de esta ola afectarán seriamente la vida de los seres humanos, en aspectos como lo económico, lo político, incluso la misma vida familiar. Se trata, según cree, de «la muerte del industrialismo y el nacimiento de una nueva civilización; civilización que es «al mismo tiempo, altamente tecnológica y antiindustrial».

Es un proceso que tiene características revolucionarias --por la profundidad y radicalidad de los cambios en la vida del ser humano-- y globalizantes --porque se difunde a nivel planetario--. En palabras de Toffler «lo que ahora está sucediendo es, ni más ni menos, una auténtica revolución global, un salto cuántico en la Historia».

En el libro “El cambio del Poder” aplica sus hipótesis sobre el proceso de cambio de la sociedad al control del poder y las tensiones que se generan alrededor del asunto.

En palabras suyas, este tercer ensayo de su trilogía «se centra en el papel --profundamente modificado-- del conocimiento en relación con el poder. Presenta una nueva teoría del poder social, y examina los cambios que se avecinan en los negocios, la economía, la política y los asuntos mundiales».

A partir de sus hipótesis respecto de la llegada de la tercera ola, Toffler considera que estaría naciendo un nuevo sistema de poder que sustituiría al del pasado industrial. Esto traería una lucha por el poder «que se entablará en todas y cada una de las instituciones humanas», empezando por el mundo empresarial, los Estados, el mercado, los medios de comunicación, incluso la familia y la Iglesia. El punto central para él es quién tendrá el «control del conocimiento», pieza esencial de la civilización del futuro.

domingo, 24 de junio de 2018

En el Aniversario 118 del nacimiento de Jean Paul Sartre

                                                                         Resultado de imagen para imagenes de jean paul sartre

Víctor Rey


 Jean Paul Sartre nació un 21 de junio de 1905 en Paris, Francia.  Fue reconocido en el mundo entero como el intelectual por antonomasia.  Este filósofo bizco que media 1,55 centímetros fue centro de numerosas polémicas y sus conferencias llenaban los auditorios.

Cuando estudiaba filosofía en la Universidad de Concepción tomé un curso electivo sobre este filosofo y teníamos que llegar con tiempo para encontrar un puesto en la sala, ya que la demanda por saber sobre este pensador francés era grande.  Un inconveniente que tuvimos era relacionado con la bibliografía ya que estábamos en pleno período de la dictadura militar y por supuesto este pensador estaba vetado.  Así que el profesor nos entregaba copias de artículos que estudiábamos en las clases y comentábamos en los patios y cafés con otros estudiantes.  Esto contrasta con lo que sucede hoy ya que estudiantes en los colegios secundarios leen sus libros y representan sus obras teatrales.

Jean Paul Sartre fue un exitoso narrador, novelista, periodista político y autor teatral.  Fue el mayor responsable de que la palabra existencialismo permeara la sociedad occidental y se convirtiese en moda y más tarde en cliché.  Sin embargo, incluso antes de su muerte ocurrida el 15 de abril de 1980, ya había sido enterrado por sus contradictores, olvidado por los filósofos y denostado a causa de sus posturas políticas radicales. 

Estudió en la Ecolé Normale Supériure de París, en la Universidad de Friburgo, Suiza y en el Instituto Francés de Berlín.  Enseño filosofía en varios liceos desde 1929 hasta el comienzo de la II Guerra Mundial, momento en que se incorporó al ejército.

Desde 1940 hasta 1941 fue prisionero de los alemanes, después de su puesta en libertad, dio clases en Neuilly (Francia) y más tarde en París, y participa en la Resistencia Francesa.  Las autoridades alemanas, desconocedoras de sus actividades secretas, permitieron la representación de su obra de teatro autoritaria La Moscas (1943) y su publicación de su trabajo filosófico célebre El Ser y la Nada (1943).

Sartre dejó la enseñanza en 1945 y fundó con Simone de Beauvoir entre otros, la revista política y literaria Les Temps Modernes, de la que fue editor jefe.

Se le consideró un socialista independiente activo después de 1947, crítico tanto con La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como con los Estados Unidos en los años de la Guerra Fría.

En la mayoría de sus escritos de la década de 1950 están presentes cuestiones políticas incluidas sus denuncias sobre la actitud represora y violenta del ejército francés en Argelia.  Rechazó el Premio Nobel de Literatura de 1964 y explicó que si lo aceptaba comprometería su integridad como escritor.

Las obras filosóficas de Sartre conjugan la fenomenología del filósofo Edmund Husserl, la metafísica de los filósofos alemanes Gerg Wilhem, Friedrich Hegel y Martín Heidegger, y la teoría social de Karl Marx en una visión única llamada existencialismo.  Este enfoque, que relaciona la teoría filosófica con la vida, la literatura, la psicología y la acción política, suscitó un amplio interés popular que hizo del existencialismo un movimiento mundial.

La tragedia de Jean Paul Sartre es la de los escritores que llegan a ser más famosos que su obra.

jueves, 21 de junio de 2018

                                                                         Resultado de imagen para imagenes de salvador allende 


EN EL 110 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE SALVADOR ALLENDE (26 de junio del 1908)

Víctor Rey

Salvador Allende fue el presidente que intentó instaurar el socialismo en Chile por la vía democrática. Nació en 1908, en el seno de una familia de la alta clase media de Valparaíso: su abuelo fue médico y su padre abogado. Desde su época de estudiante en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, mostró su vocación por el servicio público. En 1929 integró el grupo político universitario Avance y en 1933, cuando se fundó el Partido Socialista de Chile, Allende, con 25 años de edad, fue su primer secretario regional. Médico, socialista y masón; poseía el perfil característico del político chileno progresista y laico de la primera mitad del siglo XX. Se tituló de médico cirujano y desde el comienzo de su carrera se dedicó a la medicina social, publicando diversos trabajos sobre salud pública, como La realidad médico social chilena. Ingresó muy joven a la masonería y perteneció a la famosa Gran Logia de Chile. Antes de cumplir 30 años, fue elegido diputado por Valparaíso y Quillota. Participó activamente en la fundación del Frente Popular y fue nombrado Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda. En 1945 fue elegido senador y se mantuvo en este cargo hasta 1970. Cuatro veces fue candidato a la Presidencia de la República, representando a una alianza cuya base la conformaban los partidos socialista y comunista: 1952, 1958, 1964 y 1970. Triunfó en su cuarta postulación y accedió a la primera magistratura apoyado por una agrupación de partidos de izquierda, la Unidad Popular. Por primera vez en la historia, y causando expectación en el mundo entero, un político socialista y marxista llegaba al gobierno a través de la votación popular. El gobierno de Salvador Allende inició, entonces, una experiencia difícil y única: llevar al país a transitar por una vía democrática hacia el socialismo. Allende, junto a un grupo importante de sus seguidores, estaba convencido de que el socialismo podía construirse sobre la base de las tradiciones democráticas chilenas. En este sentido, fue significativo que una de las pocas leyes aprobadas en el parlamento fue la nacionalización de la gran minería del cobre. Sin embargo, la naturaleza radical del programa de gobierno despertó una frontal oposición, tanto en el interior del país como a nivel internacional. En medio de un contexto en que aún primaba la política de Guerra Fría, el gobierno norteamericano decidió utilizar todas las armas necesarias con el objetivo final de derrocar al gobierno chileno. Durante 1972, diversos gremios paralizaron sus actividades; entre ellos, la locomoción colectiva y el transporte. El desabastecimiento de artículos de primera necesidad y los persistentes rumores de golpe militar, contribuyeron a crear en la población una sensación colectiva de desgobierno. El 11 de septiembre de 1973, el gobierno de la Unidad Popular fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet. Luego de conformarse una Junta Militar, ésta emitió un primer comunicado solicitando al presidente Allende la entrega inmediata de su cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile. Allende resistió junto a sus más leales colaboradores en el Palacio de La Moneda y advirtió a sus cercanos que moriría en el lugar donde lo había puesto el pueblo: como Presidente de Chile. Antes de ser bombardeada la casa de gobierno, dirigió sus últimas palabras y, a las dos de la tarde, antes de que los militares entraran al palacio, Salvador Allende se suicidó.

jueves, 14 de junio de 2018


Resultado de imagen para imagenes de la pelicula un hombre y una mujer

52 AÑOS DE LA PELÍCULA “UN HOMBRE Y UNA MUJER”
Víctor Rey

Cuando era niño escuché acerca de esta película que tenía una música muy pegajosa compuesta por Francis Lai y la voz de la cantante Nicolle Croisille la hacía más atractiva.  En ese tiempo está película estuvo catalogada para mayores de 21 años, así que no pude verla hasta muchos años después cuando ya estaba en la universidad en un ciclo de cine francés en la Alianza Francesa de Concepción.  La segunda vez la vi en Quito, Ecuador en otro ciclo de cine francés por la misma institución.  Ahí la vi con mis hijos que estudiaban en esa institución educativa.  Lo novedoso fue que a ellos les gustó, cosa diferente que ocurrió cuando volvimos a Chile, junto a unos amigos adolescentes de ellos en casa en Valparaíso se aburrieron y no la entendieron. Cuando estudiaba en Bélgica descubrí la segunda parte de este film que se hizo con los mismos actores pero 20 años después.  Con amigos la hemos vuelto a ver este año para conmemorar los 52 años de esta película que se ha transformado en un clásico que se estrenó un 27 de mayo de 1966.
Su melodía quedó en el recuerdo colectivo, al igual que su historia y la química de sus intérpretes, Anouk Aimée y Jean-Louis Trintignant. Una trama romántica, una situación cotidiana, sobre una guionista de cine y un piloto de carreras, ambos viudos, que un día coinciden en la escuela de sus hijos en Deauville.
Como pequeña obra de arte esta producción tiene sus curiosidades. El realizador Claude Lelouch escribió el guion en apenas un mes. El rodaje duró tres semanas, bajo la batuta de un joven cineasta que quería expresar emociones diferentes, alternando el color con el blanco y negro e incluso el sepia.
Fue estrenada en el Festival de Cannes en 1966, y el director se llevó la Palma de Oro. Un año después la Academia de Hollywood le entregó dos Oscars, al mejor guion y la mejor película extranjera.
El éxito del film fue tan grande que originó veinte años después una segunda parte, con el mismo equipo. Allí se narraba el reencuentro de estos dos viejos amantes, por entonces separados.
Aparte de los premios mencionados, el film obtuvo otros galardones, e incluso existe una placa recordatoria en Normandía (uno de los escenarios del rodaje), ante la cual desfilan parejas de enamorados y amantes del cine que recuerdan con nostalgia esta magnífica producción francesa. Es bueno volver a ver este film o recordar escuchando la banda sonora de la película con un buen café.

viernes, 8 de junio de 2018


Resultado de imagen para imagenes del libro 1984

69 años de1984

"-El Hermano Mayor Existe?
-Naturalmente, él existe.  El partido existe.  El Hermano Mayor es la personificación del Partido.
-Existe de la misma manera que yo existo?
-Usted no existe, dice O Brien." (1)

(1) Orwell, "1984", Paris: Gallimard, Coll. Folio, 1983.


Víctor Rey


Ya han pasado más de 30 años de que se cumplió la fecha del libro de Orwell, y 69 años de su publicación creo que tiene más vigencia que nunca, en especial por los grandes cambios que se han producido a nivel mundial en la política, la economía, las comunicaciones, los valores y las creencias.  En estos días he vuelto a encontrar  y a revisar este libro de una vieja edición argentina.  Lo volví a leer ahora, que ya no existe la "Guerra Fría",  en estos tiempos de globalización, neoliberalismo y postmodernidad.  He constatado con asombro que la vigencia que tiene y la importancia de volver a leerlo y estudiarlo, ya que da muchas luces sobre esta nueva época y cultura que nos ha tocado vivir.  Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos 1984 es una de las novelas más inquietantes y atractivas del siglo pasado.

1984  es una novela política de ficción distópica, escrita por George Orwell entre 1947 y 1948 y publicada el 8 de junio de 1949. La novela introdujo los conceptos del omnipresente y vigilante Gran Hermano o Hermano Mayor, de la notoria habitación 101, de la ubicua policía del Pensamiento y de la neolengua, adaptación del idioma inglés en la que se reduce y se transforma el léxico con fines represivos, basándose en el principio de que lo que no forma parte de la lengua, no puede ser pensado.  Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana, una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva y la represión política y social. El término «orwelliano» se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la novela. La novela fue un éxito en términos de ventas y se ha convertido en uno de los más influyentes libros del siglo XX.  Se le considera como una de las obras cumbre de la trilogía de las distopías de principios del siglo XX (también clasificadas como ciencia ficción distópica), junto a la novela de 1932 Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury (publicada originalmente en 1953).

Corre el año 1948 y la tuberculosis avanza mientras George Orwell escribe un nuevo libro.  Sabe que será el último y quiere que sea el más combativo, el más explícito, el más convincente.  Su última obra describe una sociedad en la que la máquina y el Estado han triunfado sobre el hombre y la mujer individual.

En esas páginas estarán las cosas que le ha tocado vivir.  El colonialismo inglés en la India y Birmania, los medios de comunicación convirtiendo la mentira en verdad y a los amigos en enemigos durante la Guerra Civil Española, las demencias lúcidas del nacismo, el fascismo, el stalinismo.

A los cuarenta y cinco años, está viejo y enfermo.  George Orwell, cuyo nombre original era Eric Blair, nació en un modesto hogar anglosajón en Motihari, India.  El hombre que abandonó su nombre a los treinta años de edad, después de graduarse en Eton y patrullar con uniforme blanco y sombrero cucalón las calles de Rangoon, para emprender una carrera de proletario escritor.  Flaco y alargado, con aire de sacerdote, dos mechones de pelo bailando sobre la frente llena de arrugas.  George Orwell, individualista, agnóstico, maniático de la limpieza, carente de vanidad, eternamente mal vestido, ausente, de ademanes rudos.  Un rebelde más que un revolucionario, siempre consecuente, siempre coherente, siempre decente consigo mismo y con los demás.

No le gustaba el mundo y quiso cambiarlo.  Reclamó contra la deshonestidad y la ola de mentiras en todos sus ensayos y artículos periodísticos, combatió junto a los trotskistas en la Guerra Civil Española y defendió a los anarquistas en "Homenaje a Cataluña" (1938).  En plena Segunda Guerra Mundial denunció los desesperanzadores resultados de la revolución soviética, escribiendo la fábula satírica "Rebelión en la Granja", donde dijo: "Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros".

Terminada la guerra, la paz no llegó.  Orwell advirtió los gérmenes del totalitarismo presentes en todas las sociedades del mundo.  Intuyó que el planeta se dividiría en bloques inexorablemente antagónicos, que la permanente pugna entre esos bloques justificaría todo tipo de atropellos a los derechos humanos, que el poder se concentraría cada vez más, que el mundo podía llegar a convertirse en una dictadura irreversible. Contra eso gritó, escribió y se comprometió.

Su libro "1984" fue publicado siete meses antes de su muerte en Londres en 1949, y constituye más una advertencia que una profecía.  La novela señala un camino que no debemos recorrer.  Y como tal nunca perderá vigencia, mientras existan la humanidad y la tentación del poder.

Este famoso libro escrito por el inglés George Orwell,  es una obra de ficción en la cual el autor se imaginaba el futuro.  Cuando él la escribió al finalizar la Segunda Guerra Mundial, no pensó que iba a transcurrir tan rápido el tiempo.  "1984" era una fecha lejana en la que todo iba a ser posible.  Lo que Orwell hizo fue tomar algunas tendencias de su época y mostrar como se iban a desarrollar en el transcurso del tiempo.

Algunas de estas profecías se han cumplido, otras no.  Como algunas cosas horribles que parecían muy distantes, son ahora cosa de todos los días.  Son parte de la escena mundial que aceptamos con naturalidad.  Es una inquietante interpretación futurista basada en la crítica a los totalitarismos y la opresión del poder situada en 1984 en una sociedad inglesa dominada por un sistema de “colectivismo burocrático” controlada por El Gran Hermano.  Londres 1984: Winston Smith decide sublevarse ante un gobierno totalitario que controla cada uno de los movimientos de sus ciudadanos y castiga incluso a aquellos que delinquen con el pensamiento.  Consciente de las terribles consecuencias que pueden acarrear la disidencia Winston se une a la ambigua Hermandad por mediación del líder O Brien.  Paulatinamente, sin embargo, nuestro protagonista va comprendiendo que ni la Hermandad ni O Brien son lo que aparentan y que la rebelión, al cabo, quizá sea un objetivo inalcanzable.

Quiero nombrar tres elementos del libro “1984” que me parecen importantes y que creo que de alguna manera esas profecías ya se han cumplido:

Primero: Una cosa que Orwell da a conocer con insistencia, es lo referente a la manipulación de la historia.

El Winston Smith, trabajaba en el "Ministerio de la Verdad" y una cosa que tenía que hacer cada día, era revisar la historia, leer los periódicos y libros, para acomodarlo a lo que el partido había dicho en esos días.  Existía un partido que dominaba la sociedad y había que demostrar que la ideología  que estaba escrita en los libros se cumplía en la realidad, y si no era así, había que cambiar la teoría, borrar los discursos, los periódicos y para eso se recurría a las técnicas modernas.  La función del personaje central era la de acomodar la historia a los intereses del partido.  Pero en América Latina hemos visto estos ejemplos con mucha frecuencia.  Una de las cosas que hoy particularmente se está dando en América Latina y en el mundo es justamente la revisión de la historia. Todo grupo que  se encuentra en el poder, no sólo tiene el poder de manejar la historia hacia delante, sino que también hacia el pasado.  En América Latina se está enseñando la historia desde una perspectiva en la cual se da primacía a lo económico por encima de otras áreas de la vida y todo aquello que no tiene trascendencia económica se deja de lado como poco importante.

Segundo: Otra cosa que nos advertía Orwell, es que iba existir una forma de lenguaje ambiguo.  En lo cual lo negro es blanco, la paz es guerra, libertad es esclavitud, ignorancia es fuerza, la verdad es mentira.  Se manipulaba el vocabulario.  Las palabras no significaban lo que significaban originalmente.  En nuestros días asistimos a una situación parecida, en la cual las palabras, verdad, libertad, igualdad, democracia, etc. Se manipulan de acuerdo al gobierno de turno que se encuentra en el poder.

Tercero: Una expresión famosa del libro de Orwell era; "El hermano mayor te está vigilando".  El mundo de pesadilla que imagino Orwell, es un mundo en el cual la vida privada, la interioridad, la vida individual, ya no es posible.  Había todo un sistema de espionaje a través de la electrónica, de manera que las acciones de una persona estaban controladas por el estado, a través de una red de investigación.  El personaje de la novela de Orwell se da cuenta que no puede pensar por su cuenta.  Todo está vigilado.  Por todas partes el "Hermano mayor te está vigilando", por lo tanto debe autocensurarse.  Esta situación hoy es una realidad.  Vemos como las grandes potencias tienen información acerca de todos los países del mundo, a través de satélites y otros mecanismos sofisticados.

En pensador francés, Jacques Ellul, dijo que la propaganda, la publicidad, es un fenómeno característico de nuestra época.  Dijo que la propaganda es una realidad porqué todo estado cualquiera que sea su signo, lo necesita.  Y hoy todas las instituciones utilizan ya sea políticas, religiosas, económicas la propaganda, el marketing, la influencia de los medios de comunicación, para transformar el mensaje solamente en una propaganda.  Esto da que pensar.

Gracias a este libro "1984" no es "1984"... todavía.