Víctor Rey
"Hay dos maneras de ser cristianos: una es desde el balcón y otra es desde el camino".
John A. Mc Kay
Para entender bien en que consiste la fe evangélica, lo mejor es ponerse a escuchar el desafío que presenta el apóstol Pablo a sus lectores en Filipenses 1:27-30.
El súplica a los Filipenses que se comporten de manera apropiada. Al momento de escribir estas líneas el apóstol Pablo se encontraba en prisión vigilada. Su libertad estaba restringida. El no podía visitar las iglesias que había fundado, ni comprometerse con en una nueva tarea de evangelización. Es dentro de esta situación, cuando él piensa que sea liberado o no, continúe con vida o no, su preocupación es la suerte del Evangelio, no su propia vida. Es en esta situación que expone estos cinco puntos:
1.- Primeramente debemos subrayar el desafío a de la integridad del evangelio. Es decir un llamado a una vida digna del evangelio. Un conflicto entre práctica y teoría está fuera de discusión. El evangelio de Cristo trae consigo una ética. La coherencia es un imperativo en la vida del cristiano. Para los primeros cristianos la cuestión de la santidad era algo de primer orden, no una opción. Ellos tomaban muy seriamente la orden de "ser santos, porque yo soy santo". Esta orden que Dios repite varias veces a su pueblo. Hoy día parece que esta orden es difícil de obedecer. Estamos rodeados de una cultura que nos dice todo lo contrario. Esta cultura se caracteriza por su relativísmo ético, su ambición egoísta, el materialismo, su individualismo, su hedonismo, su consumismo y la falta de dirección en materia de sexualidad. Somos llamados a resistir a estas presiones y a tener hambre y sed de justicia. Sin santidad, la fe evangélica desacredita a Dios y nos desacredita también a nosotros, que somos portadores del evangelio. No podemos predicar sin encarnar lo que creemos.
2.- Debemos aceptar el desafío de una estabilidad evangélica, es decir debemos mantenernos firmes en y por el evangelio. La estabilidad es importante en todos los dominios de la vida. Ej. Estabilidad política, estabilidad económica, estabilidad laboral, estabilidad personal, etc. La estabilidad cristiana era muy importante para los apóstoles, eso se demuestra en el tiempo que dedicaban a los nuevos convertidos en su formación, a la tarea discipuladora. Ellos conocían el poder de la oposición satánica: intelectual (por las enseñanzas falsas), moral (por las tentaciones), y físicas (por las persecusiones). Para tener fuerzas y resistir, los apóstoles animaban a los cristianos a revestirse de la armadura de Dios. Hoy día parece que los cristianos tenemos pocas reservas de estabilidad ética y doctrinal. Los evangélicos son permeables a todas las ondas que vienen de enseñanzas extrañas a la fe evangélica, casi siempre provenientes del norte. Tenemos necesidad urgente de cristianos estables en todas las áreas de la vida.
3.- Debemos combatir por la fe, por la fe del evangelio. No debemos contentarnos de vivir según el Evangelio en nuestra vida privada, también debemos mostrar el evangelio en la vida pública. Esto implica dos cosas: la evangelización (la proclamación del evangelio) y la apologética (la defensa del evangelio). Estos dos aspectos están juntos, a los ojos del apóstol Pablo. Toda evangelización lleva consigo una apologética. Esto se ve en Filipenses 1:7-16. Pablo resume su ministerio afirmando "Conociendo, pues al Señor, persuadimos a los hombres; pero Dios le es manifiesto lo que somos..."(2Cor.5:11). Bien entendido, esto significa que él tiene toda su confianza en el Espíritu Santo, pues él sólo puede convencer a las personas. El Espíritu Santo es el espíritu de verdad, que llama a la gente a la fe, una fe que habla a su inteligencia.
4.- La unidad del evangelio es un gran desafío. El llamado a trabajar juntos por el evangelio es uno de los temas recurrentes de la carta a los Filipenses. Pablo súplica a sus lectores a ser "Unidos en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio"(Fil.1:27). Y continúa en Filipenses ":2:2 "completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa". Es importante señalar que la unidad a la que Pablo se refiere a una unidad en el evangelio, una unidad en los puntos esenciales de la fe. No es una unidad en un terreno neutro e imparcial, porque el evangelio nunca ha sido neutral, ni imparcial. El evangelio de Cristo, está por la justicia, la verdad y la paz.
5.- Finalmente el desafío del evangelio es un llamado a sufrir por el evangelio. Pablo anima a los lectores a no tener miedo de sus adversarios, diciendo que la fe y el sufrimiento en Cristo son dos dones de la gracia de Dios. Jesús y sus apóstoles insisten sobre el sufrimiento que trae consigo el evangelio es inevitable. ¿Porqué es esto así? Yo creo que hay tres razones. Primero, el evangelio proclama la unicidad de Cristo y estamos en un mundo que es cada día más plural. Segundo, el evangelio ofrece la salvación inmerecida y gratuita y el corazón humano es orgulloso de hacer méritos y obras para salvarse. Tercero, el evangelio exige de normas morales muy altas, y el mundo de hoy habla de un relativismo ético.
El evangelio de Cristo nos llama a vivir una vida digna, a combatir y a luchar, a estar unidos y a estar dispuesto a vivir las consecuencias, es decir a sufrir y llevar las marcas de Cristo en nuestras vidas.
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