viernes, 27 de mayo de 2011

LA MISION DEL DISCIPULO CRISTIANO HOY

Víctor Rey

INTRODUCCION
El siglo pasado, se ha caracterizó por ser un tiempo de grandes cambios: Dos guerras mundiales, revolución en la tecnología, revoluciones sociales y políticas.  Cambios en las costumbres, cultura y aún en la misma religión.  Hoy hemos entrado a un nuevo siglo con nuevas inquietudes  e interrogantes.
Todo esto nos plantea nuevos desafíos, ante las nuevas necesidades y los nuevos problemas que han surgido y las nuevas interrogantes.  Ante estas nuevas preguntas la mismas iglesias, los ministros, y el cristiano en general tienden a vacilar acerca de la misión o tarea que deben desempeñar hoy.
¿Cuál es la tarea que debe desempeñar un discípulo de Jesucristo en un mundo tan cambiante y tan desesperanzado como el actual?
Me parece que el modelo supremo sigue siendo el de nuestro Señor Jesucristo y su Evangelio del Reino de Dios.
Debemos pues dirigir nuestra mirada a las páginas de los Evangelios para descubrir la tarea que el Señor realizó durante su ministerio terrenal.
Uno de los resúmenes de su labor lo encontramos en el Evangelio según San Mateo capítulo 9 versículos 35 al 38.
Una de las primeras afirmaciones que debemos hacer es que:  LA MISION O TAREA DE DISCIPULO CRISTIANO ES LA MISMA QUE LA DE SU SEÑOR.
El Evangelio de Mateo la presenta en una apretada síntesis en el versículo 35:  “RECORRER”, “PREDICAR”, “ENSEÑAR” Y “SANAR”  Este versículo da el marco en el cuál se realiza su quehacer.
MARCO GEOGRAFICO:
Acción de Jesús recorriendo todas las poblaciones de Galilea.  (En esos días eran 204 ciudades y pueblos populares).
Jesús no podría haber hecho este trabajo si no hubiera estado imbuido de un profundo y urgente espíritu misionero.  Saliendo a buscar a las personas, conviviendo con su miseria y dolor.  Jesús no espero que la gente viniera a buscarlo, más bien el tomo la iniciativa de salir a encontrarse con la gente.
MARCO TEOLOGICO:
Mientras recorría las ciudades iba “predicando”, es decir proclamaba las buena nuevas del Reino de Dios.  Llamando a los pecadores a arrepentimiento y al seguimiento como sus discípulos.  Dios se ha acercado a los hombres.  Lo divino y lo eterno irrumpido en lo humano y temporal.  Hoy necesitamos proclamar esta verdad.
MARCO PEDAGOGICO:
Este pasaje también indica que Jesús iba “enseñando”, es decir instruyendo a sus oyentes en las grandes verdades del Reino de Dios, liberándoles del error, de las superticiones y de las tinieblas en que estaban sumidos.
La enseñanza es la actividad del Señor Jesús. (Se le conoció más como Rabí , que como predicador).  Su autoridad radicaba en vivía lo que enseñaba.  Por lo tanto para ser y hacer discípulo se necesita un buen programa de enseñanza.  El discípulo está llamado a ser maestro de maestros.
MARCO TERAPEUTICO:
El Evangelio nos presenta también a Jesús “sanando” toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.  El Señor estaba interesado en el bienestar integral del hombre, en servir al hombre total.
Jesús perdonó pecados, pero también abrió los ojos a los ciegos; limpió la lepra, pero también transformó la desesperación en gozo y gratitud.
El Señor miraba al hombre como una unidad.  El sabia que un cuerpo sufriente era a la vez un espíritu apagado; como un alma llena de pecados era un cuerpo “muerto” y una mente descarriada.  ¡Cómo necesitamos recuperar esta perspectiva¡
TAMBIEN NECESITAMOS ESTUDIAR EL CONTEXTO DE LA LABOR MINISTERIAL DE JESUS, A FIN DE COMPRENDER MEJOR LA NUESTRA.
Lo primero que nos llama la atención es la COMPASION de Jesús.  La idea de este concepto es que se “le conmovían las entrañas”, ante la miseria material y espiritual del pueblo.  Vio a las multitudes “DESAMPARADAS”, es decir, fatigadas, vejadas y esquilmadas.  Además las vio “DISPERSAS”, es decir desvalidas, impotentes y desechadas por falta de verdaderos guías espirituales.  (Pero lo cierto es que en aquellos días no había escasez de lideres religiosos:  Palestina estaba llena de sacerdotes y levitas;  se cree que existían más de 20.000sacerdotes, 6.000 faríseos, sin contar a los saduceos.)  A pesar de todo esto la condición espíritual del pueblo era deplorable, porqué la mayoría de estos dirigentes, eran falso pastores.

EL CONTEXTO LATINOAMERICANO

El contexto contemporáneo que le toca vivir al discípulo de Jesús tiene alguna semejanza con el que acabamos de describir:  Las masa latinoamericanas se encuentran abandonadas a su triste y miserable suerte; oprimidas por potencias extranjeras y por oligarquías nacionales, las que han establecido estructuras injustas donde el rico es cada vez más rico y el pobre más pobre.
Se trata de multitudes mantenidas en el subdesarrollo material y moral, donde hay analfabetos, con un promedio de vida que apenas pasa los 40 años, y donde un promedio de cien niños mueren diariamente, por causa de las desnutrición.  
En otros términos, multitudes explotadas y marginadas de la cultura y de las condiciones elementales para alcanzar una vida digna; cansadas e impotentes ante el fracaso de la religión tradicional y de los show  espirituales, y de los las falsas promesas le los politiqueros inescrúpulosos.
Esta es la cruda y dolorosa realidad a la que tienen que enfrentarse los discípulos de Cristo en América Latina, si es que mantienen sus ojos abiertos y oídos y mentes para captar esta realidad, y si practican su ministerio con los pies sobre la tierra en que viven.

EL DESAFIO PARA LOS DISCIPULOS DE JESUCRISTO HOY.
En este contexto desafiante, necesitamos discípulos con el AMOR Y LA COMPASION de Jesucristo, dispuestos a servir a las multitudes desamparadas y dispersas en busca de liberación y orientación, guiándolas al CAMINO DE SALVACION y RECONCILIACION CON DIOS a la VERDAD que realmente libera a los hombres y a la VIDA ABUNDANTE y HUMANIZADA DE JESUCRISTO.
Necesitamos hombres de Dios dispuestos a compartir la suerte del pueblo en que el Señor los ha colocado, denunciando valientemente y proféticamente todas las injusticias y los males materiales y espirituales que no permiten la realización de nuestros pueblos; pero con el claro discernimiento señalando la raíz moral y espiritual de los males que nos agobian.
Necesitamos también ministros o discípulos con la VISION DE JESUCRISTO, quién ante el panorama de su día vio los indicios de una gran cosecha de personas para el Reino de Dios.  Es decir Jesús en medio de la situación crítica de su tiempo vio la “hora de Dios”, el Kairos de su actuación y de la manifestación de su poder.  Aunque el mismo Jesús reconoció que “La mies es mucha y los obreros pocos”.
El Señor Jesucristo señaló hace casi 2000 años que la oración es el medio eficaz para proveer un ministerio abundante en la obra de Dios.  Por eso en el pasaje que hemos considerado, ordena a sus discípulos  que ruegen  al Padre para que el llame e impulse a obreros a su santa causa.
Es la hora cuando se necesita verdaderos hombres y mujeres de Dios, dispuestos a ponerse incondicionalmente en sus manos a fin de que El pueda usarlos para cambiar a los hombre y a los países en que vivimos, mediante la Predicación fiel de su Palabra, el servicio a los más necesitados y el poder transformador de su Espíritu.

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