viernes, 11 de noviembre de 2016

RUBEN BLADES: SIEMBRA, CAMINANDO, ADIOS Y GRACIAS
Víctor Rey
Cuando en 1988 estaba estudiando Ciencias Sociales en ILADES (Instituto Latinoamericano de Desarrollo y Estudios Sociales), antecedente de lo que es hoy la Universidad Alberto Hurtado, una compañera de curso me regalo un cassette de Rubén Blades junto a Willie Colón. El nombre: “Siembra”.  Este fue mi primer encuentro con la salsa. Ahí supe que a este tipo de salsa la llamaban “salsa intelectual”.   Con el tiempo supe que fue uno de los discos más vendido y ayudó a renovar este tipo de música.  Realmente me encantó y descubrí las riquezas de las letras y de alguna manera deje mis prejuicios sobre esta música.  Más adelante cuando me encontraba en Bélgica estudiando Comunicación Social este cassette con otros que lleve me acompañaron y me traían los sones de la música de latinoamericana.  Con mi hija que en esos tiempos era una niña, ensayábamos algunos pases de salsa y nos divertíamos mucho.  Luego conocí su producción posterior y realmente he dado gracias por la riqueza de su música y sus letras que han aportado para tener más justicia, paz, alegría, esperanza y verdad en América Latina.  Especialmente su álbum: “Buscando América”.  Donde los temas. Decisiones, Desapariciones, Buscando América, El Padre Antonio y el monaguillo Andrés, Todos vuelven,  Caminos verdes y GDBD, en muchas partes fueron prohibidos como fue el caso de Chile, cuando vivíamos en dictadura.
He visitado varias veces la Ciudad de Panamá y desde la primera vez que me mostraron la casa de Rubén Blades en el casco antiguo de esa hermosa ciudad toco el timbre o llamo a la puerta.  Una vez me dijeron que el sr. Rubén Blades no estaba, que estaba de viaje.  Espero en la próxima tener la posibilidad de encontrarlo.
El sábado 29 de octubre se presentó en Chile, en el Movistar Arena del Parque O´Higgins de Santiago.  Era parte de su último concierto de despedida. Su concierto se tituló: “Caminando, Adiós y Gracias.”  Con unos amigos del CREE, (Comunidad de Reflexión de Espiritualidad Ecuménica), asistimos a este concierto que fue casi un acto religioso.  Me llamo la atención la cantidad de gente que llegó y también la diversidad intercultural, que con su bandera y gritos se hicieron notar. 
 “No es el final, al contrario, es el inicio de otra dirección para mí y creo que el público lo entenderá mejor musicalmente, cuando aparezcan las nuevas producciones en las cuáles estoy trabajando”, dijo Blades en un momento de su concierto.
Por ahora se imagina un futuro igual de brillante que la trayectoria que le precede y está planeando un álbum de boleros con el grupo costarricense Editus.
La lista de sueños, planes y proyectos musicales es larga y es por eso que Blades insiste que esta gira no marca el final de una historia si no de un capítulo, un capítulo muy feliz y por el cual dice no tener las palabras suficientes para expresar su agradecimiento al público.
Aún así durante su carrera, que ha abarcado más de cuatro décadas, no todo ha sido felicidad y momentos dulces. La controversia también ha tenido un lugar especial en diferentes épocas de su vida.
El compositor de canciones tan famosas como Maestra Vida y Pedro Navaja ha alzado su voz en varias ocasiones para discutir temas políticos, ha escrito canciones con mensajes de índole social y político tal como Tiburón y hasta sirvió a su país como ministro de Turismo durante el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009). En el 1994 se postuló para la presidencia de su país y a pesar de no haber ganado se rumora que se postulará nuevamente en el 2019.
Pero Blades, que también es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Panamá, y se graduó de la prestigiosa Universidad Harvard con un título en leyes internacionales, nunca ha permitido que la polémica lo afecte.
 “La figura pública siempre estará expuesta a críticas y calumnias. En mi tiempo, criticar dictaduras civiles o militares y los errores en la política de los Estados Unidos me causó dificultades, especialmente en ciertos lugares como la Florida”.
Y a pesar de que recuerda una época cuando fue “prohibido en Miami y en la Habana” dice estar feliz, en paz, sin odio a nadie, sin envidia, con Dios, con todos los que lo conocen y lo quieren y con el corazón rebosante con agradecimiento.
“Se que he tenido más suerte que muchos y que debo recordarlo y agradecerlo y es lo que me sobra”, dijo Blades reflexionando sobre la fecha de lanzamiento de su primer álbum, el año 1969.
“La música popular narra la vida de la urbe, de la gente que la habita, esa fue mi dirección desde mis inicios y siempre traté de contar las historias de todos y para todos, soy un periodista, un cronista como una vez dijera el Gabo (Gabriel García Márquez), trato de escribir con honestidad sobre cosas que otros soslayan y desde la esquina comenté sobre la ciudad, el país y el mundo”.

Rubén Blades tiene 68 años y buena salud.  Así que tendremos “salsa intelectual” por mucho tiempo y quizás tendremos un presidente poeta, salsero, culto y comprometido con las grandes causas de la Humanidad en Panamá y América Latina.  Enhorabuena y afortunado el pueblo de Panamá.  Y como dice una de sus canciones: “Con fe, siembra y siembra y tu verás, con mucha conciencia.”, “Usa la conciencia para construir un mundo mejor”.

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