DIPLOMATURA EN ESTUDIOS TEOLOGICOS INTERDISCIPLINARIOS (CETI)
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REFLEXIONAR TEOLOGICAMENTE EN UNA SOCIEDAD DE CONSUMOCiertamente la teología no va a cambiar la realidad, pero la realidad no va a cambiar sin teologíaVíctor Rey El cristiano siempre tiene el desafío de reflexionar su fe en el contexto donde le corresponde vivir, en su lugar y su tiempo. Para esto es necesario la lectura atenta de la Biblia, pero también la lectura de su realidad, descifrar y discernir “los signos de los tiempos”. Para discernir debe reflexionar, leer, meditar y contemplar. O como lo dicen algunos: ver, juzgar y actuar. Considero que la literatura especializada nos ayuda mucho y en general las artes nos proveen de herramientas muy útiles para hacer un buen diagnóstico de la realidad.
Cuando
se comenzó con el Programa de CETI allá por los ochenta, se hizo una
encuesta para saber cuáles eran los temas que más interesaban a los
profesionales cristianos y fueron cuatro los que más aparecieron:
iglesia, familia, trabajo y sociedad. De alguna manera estos cuatro
énfasis son los que desafían cualquier cristiano a buscar una vida plena
y mantener un equilibrio en esas cuatro dimensiones de la vida. Esa es
la razón por la cual CETI aborda en cuatro módulos estos aspectos e
invita a los estudiantes a tener una vida rica de diálogo con la Biblia y
los aportes que nos entregan las Ciencias Sociales y cuestionar junto a
otros estudiantes la forma de ser más pertinentes y coherentes como
discípulos de Jesús.
Uno
de los módulos más desafiante es el que se refiere a la Sociedad.
Personalmente me he enriquecido mucho con las lecturas de este módulo,
pero quiero agregar mis pensamientos a este tema en relación a dos
libros que he leído este último tiempo, escritos en dos países
diferentes y con un tema común de actualidad. Los dos autores tienen una
formación diferente y su concepción del mundo también lo es, pero el
diagnóstico que hacen del tema es coincidente. Me refiero primeramente
al libro, “La Ciudad” del francés Jacques Ellul y a “El consumo me
consume” del chileno Tomás Moulián. A partir de estos dos autores quiero
esbozar una reflexión sobre el tema del consumo.
Hoy constatamos el crecimiento acelerado del tipo de sociedad de consumo, la cual se inicia en el siglo XVIII.
El
fenómeno de las migraciones internas es cómplice del aumento
vertiginoso, en todo el mundo, de una civilización urbana cuyo rasgo
sobresaliente es la absolutización de los productos de la tecnología.
Prácticamente
toda la humanidad hoy participa en la vida de la ciudad. Como lo ha
señalado Jacques Ellul: “Estamos en la ciudad, aunque vivamos en el
campo, puesto que hoy el campo es solo un anexo de la ciudad”. (Pág. 147
La Ciudad. Editorial La Aurora, Buenos Aires. 1972).
Su
afirmación percibe el carácter global de la “mentalidad de consumo” que
caracteriza a la sociedad urbana, tanto en los países desarrollados
como en países subdesarrollados.
La
sociedad de consumo es un engendro de la técnica y el capitalismo. Los
medios de comunicación masivos juegan un rol importante en esta
situación, ya que son utilizados para condicionar a los consumidores a
un estilo de vida en que se trabaja para ganar, se gana para comprar y
se compra para valer. Como vuelve a decir Jacques Ellul, “el estilo de
vida es formado por la publicidad”.
La
publicidad está controlada por gente cuyos intereses económicos están
ligados a aumento de la producción y este a su vez depende de un consumo
que solo es posible en una sociedad en la cual vivir es poseer. La
técnica se pone así al servicio del capital para imponer la ideología
del consumo. Esta al servicio del capital, no al servicio de los hombres
y las mujeres.
En
consecuencia, los hombres y mujeres se convierten en seres
unidimensionales- un tornillo de una gran maquinaria que funciona según
las leyes de la oferta y la demanda-, es la causa principal de la
contaminación ambiental y crea una inmensa brecha entre los que tienen y
los que no tienen a nivel nacional y entre los países ricos y los
países pobres a nivel internacional. Esta brecha continúa creciendo.
Pese a los avances tecnológicos y una expansión industrial que no tiene
precedentes en la historia humana. Hoy el mundo subdesarrollado está más
lejos que nunca de la solución a sus problemas.
La
sociedad de consumo ha impuesto un estilo de vida que hace de la
propiedad privada un derecho absoluto y coloca el dinero por encima de
los hombres y las mujeres y la producción por encima de la naturaleza.
Esta es la forma que hoy toma donde el sistema en el cual la vida humana
ha sido organizada por los poderes de destrucción. El peligro de la
mundanalidad es este: el peligro de un acomodamiento a las formas de
este mundo malo con todo su materialismo, su obsesión por el éxito
individual, su egoísmo enceguecedor.
Aquí vale la advertencia del apóstol Pablo en Romanos 12:2, “No vivan
ya de acuerdo con los reglas de este mundo, al contrario, cambien de
pensamientos para que así cambie toda su vida. Así llegaran a saber cual
es la voluntad de Dios, es decir lo que es bueno, lo que le agrada, y
lo que es perfecto”.
Diplomatura en Estudios Teológicos InterdisciplinariosEste programa está estructurado desde el abordaje de diversos temas teológicos, misionológicos y pastorales desde una interdisciplinariedad temática. De aquí que su estructura se crea desde cuatro temas fundamentales, que representan los cuatro cuatrimestres del programa consecutivamente: iglesia, sociedad, trabajo y familia.Este programa posee dos modalidades, a ser elegidas por el/la alumno/a: una a distancia y otra presencial, a través de núcleos de estudios distribuidos en distintas provincias de Argentina y otros países de América Latina. Prospecto Diplomatura en ETI (pdf) Información: victorrey@hotmail.com |
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