Diego Thompson, Apóstol de la Educación
Víctor Rey
El año pasado nos visitó en Quito,
Ecuador el historiador peruano Tomás Gutiérrez.
En esa oportunidad nos recordó que el año 2018 se cumplen 230 años del
nacimiento y 200 años de llegada de este
apóstol de la educación a las costas de América Latina. El
ejemplo de Thompson de su vida y ministerio es todo un desafío para la misión
cristiana hoy, un hombre que llevó la Biblia no solo a los más necesitados, sino
también a las autoridades de las nacientes repúblicas de América Latina. También
toda su labor en la educación, preocupado por los que no sabían leer. Su ejemplo es también un modelo de misión cristiana integral y contextualizada.
James Thompson (más conocido como
Diego Thompson) fue un pastor Bautista y educador, escocés que recorrió
Latinoamérica en el siglo XIX, para promover el sistema de educación
lancasteriano en las nuevas naciones hispanoamericanas y para predicar el
evangelio y los principios cristianos.
Thompson en su labor como misionero
trajo la Biblia en la lengua de los pueblos americanos y promovió su lectura.
Nació en el puerto Creetow, al
suroeste de Escocia en el condado de Dumfries and Galloway, el 1 de septiembre
de 1788. Sus padres fueron William Thompson y Janet Burnet; él fue el tercer
hijo de la pareja. Su padre fue director de una escuela y secretario del
consistorio de la iglesia presbiteriana. James fue, durante unos años, copastor
de una Iglesia Bautista en Edimburgo.
Durante las Guerras Napoleónicas entre
Francia e Inglaterra, fueron encarcelados setenta oficiales franceses en el
Castillo de Edimburgo, Thompson en su labor como pastor los visitó y les sirvió
de intérprete. Después de la guerra, en 1817, su colega Roberto Haldane le
pidió que lo acompañara en su labor misionera en Francia sin embargo se le cerró
esa puerta y fijó su mirada en Sudamérica.
Se embarcó en 1818 desde la ciudad de
Liverpool rumbo a Sudamérica, como misionero, para llevar el mensaje de Dios, y
como educador para fundar escuelas públicas e implantar el Sistema Lancaster de
educación creado por Joseph Lancaster (En el cual los alumnos más aventajados
actúan como monitores para enseñar a leer y escribir a otros alumnos). Llegó al
puerto de Buenos Aires el 6 de octubre de 1818 en tiempos en que las naciones
hispanoamericanas luchaban por su independencia, estableció muchas escuelas
públicas, por eso el Cabildo de Buenos Aires lo nombró Director General de
Escuelas en reconocimiento a su labor.
También recorrió la ciudad de
Montevideo donde estableció otra escuela. Promovió la lectura de la Biblia como
libro de estudio. Empezó a predicar la palabra de Dios y repartió Biblias a la
población, esto molestó a la Iglesia romana, ya que estaba prohibido que la
Biblia fuera leída por el común de las personas, solo podían hacerlo los
integrantes del clero, además, la Biblia protestante solo incluye los libros
canónicos, es decir carece de los deuterocanónicos incluidos en las ediciones
católicas.
En 1820 fue invitado a Chile por
Bernardo O’Higgins, quien le ofreció 1.200 pesos anuales para que fundara
escuelas públicas en Chile. Thompson aceptó la oferta. Llegó en julio en 1821 a
Chile donde lo recibió el General O’Higgins. El Gobierno le entregó la capilla
de la Real Universidad de San Felipe y la habilitó para su nuevo uso. El Nuevo
Testamento sirvió como libro de estudio y comenzó a predicar sobre la Biblia y
de Dios en los colegios.
Fundó dos escuelas en Santiago y una
en Valparaíso durante el período del Gobernador Domingo Eyzaguirre. Thompson
sufrió discriminación por parte del clero católico-romano por el hecho de ser
“protestante”.
En 1822 el General José de San Martín
lo llamó para que en Perú aplicara el mismo sistema de educación. Antes de
retirarse a Perú, el 31 de mayo de 1822, O’Higgins le otorgó la ciudadanía
chilena por sus importantes aportes a esa nación.
Llegó al puerto del Callao el 28 de
junio de 1822 donde fue recibido por Bernardo de Monteagudo. Llegó a Lima y se
entrevistó con San Martín, quien lo recibió amistosamente. El 6 de julio se
creó la primera Escuela Normal del Perú y Thompson fue nombrado como su
director. Por decreto de San Martín, publicado en la Gaceta Oficial el 6 de
julio, se creó la Escuela Normal del Perú, y se designó a Thomson como su
Director. El convento de Santo Tomás fue desalojado para que se fundara la nueva
escuela. El decreto decía en sus fundamentos: “Sin la educación no hay
sociedad”. Por eso el Día del Maestro, en Perú, es el 6 de julio.
Thompson distribuyó 500 biblias. Quiso
traducir la Biblia a la lengua quechua para los peruanos que hablaban ese idioma
y también al aymara. Tras el avance realista Thompson partió a Trujillo donde
se trasladó el gobierno peruano. Después de ser liberada la capital, nombrado
el Congreso y disuelto el Senado, Thompson regresó a Lima. Empezó a traducir el
Nuevo Testamento al quechua y en 1823 ya había traducido las dos epístolas de
Pedro y Hechos de los Apóstoles.
Thompson tuvo planes de fundar una
escuela para mujeres. Conoció a Simón Bolívar que había llegado al Perú, eso
fue muy favorable para Thompson porque Bolívar decretó que se establecieran
escuelas públicas en cada capital provincial. Ya había terminado toda la
traducción del Nuevo Testamento y había dejado el manuscrito en manos de un
amigo. Pero la única imprenta estaba en el Callao, esto le imposibilitó imprimirlo
y lamentablemente la traducción se perdió.
En 1824 viajó a la Gran Colombia donde
fue recibido por el general Francisco de Paula Santander. Se instaló en
Guayaquil a principios de octubre. Recorrió Quito, Popayán y Bogotá. En marzo
de 1825 fundó la Sociedad Bíblica Colombiana.
Regresó a Gran Bretaña a principios de
abril y publicó: Letters on the moral and religious state of south America
(Cartas sobre el estado moral y religioso de América del Sur).
Estando en Inglaterra, donde contrajo
matrimonio con su prometida, se encontró con el ex-sacerdote boliviano,
convertido al protestantismo, Vicente Pazos Kanki que estaba exiliado en
Inglaterra y representando los asuntos de la Nueva Nación Andina, el sabía
hablar quechua y aymara desde que era niño y aceptó la propuesta de Thompson de
traducir el Nuevo Testamento, terminando la traducción en 1826. En 1828 fue
publicado el Evangelio de Lucas.
En 1827, por orden de las Sociedades
Bíblicas británicas, viajó a México, llega a Veracruz con su esposa el 2 de mayo
llevando consigo 300 ejemplares de la Biblia y 1000 del Nuevo Testamento.
Entabló amistad con el político liberal y sacerdote mexicano José María Luis
Mora, dos meses después pidió a Londres otros mil ejemplares de la Biblia y
1000 del Nuevo Testamento. A pesar de que la iglesia católica prohibía la
lectura de la Biblia algunos sacerdotes aceptaron la lectura de las Sagradas
Escrituras y que se fundara la Sociedad Bíblica Mexicana. Mora dirigía el
periódico El Observador de la República desde donde animó al pueblo a leer la
Biblia y estudiarla.
Entre 1833 y 1837, Thompson, viajó por
el mar del Caribe, visitó Haití donde recomendó a las Sociedad Bíblica en
Londres traducir la Biblia al haitiano. Gracias a Thompson se fundó la Sociedad
Bíblica de Haití, luego recorrió las Antillas. En Cuba regaló ejemplares de la
Biblia a los esclavos negros, pero las autoridades acusaron a Thompson de
incitarlos a revueltas, por lo que tuvo que irse a Canadá donde, en 1838,
comenzó a evangelizar a los indígenas Chippewas. Continuó su labor misionera en
España. Gracias a sus esfuerzos se fundó la Sociedad Española de Evangelización
en 1855. En 1849 viajó a Inglaterra.
Diego
Thompson falleció en Londres el 25 de febrero de 1854, a los 66 años.
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