"1984" en 2020 y 2021
"-El Hermano Mayor Existe? -Naturalmente, él existe. El partido existe. El Hermano Mayor es la personificación del
Partido. -Existe de la misma manera que yo existo? -Usted no existe, dice O Brien." (1)
(1) Orwell, "1984",
Paris: Gallimard, Coll. Folio, 1983.
Víctor Rey
El año pasado
en plena pandemia en un programa de literatura chileno realizado en podcast,
preguntaron a los auditores: ¿Cuál es el libro que mejor representa la crisis
sanitaria, ecológica, política, económica y social que estamos viviendo? Lejos
ganó el libro de Orwell el primer puesto
seguido por “Un mundo feliz” de Aldous Huxley y “La Peste” de Albert Camus. Ya
han pasado más de 30 años de que se cumplió la fecha del libro de Orwell, y 70
años de su publicación creo que tiene más vigencia que nunca, en especial por
los grandes cambios que se han producido a nivel mundial en la política, la
economía, las comunicaciones, los valores y las creencias. En estos días he vuelto a encontrar y a revisar este libro de una vieja edición
argentina. Lo volví a leer ahora, que ya
no existe la "Guerra Fría", en
estos tiempos de pandemia, de coronavirus, globalización, neoliberalismo y
postmodernidad. He constatado con
asombro que la vigencia que tiene y la importancia de volver a leerlo y
estudiarlo, ya que da muchas luces sobre esta nueva crisis y cultura que nos ha
tocado vivir. Por su magnífico análisis
del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos 1984 es
una de las novelas más inquietantes y atractivas del siglo pasado.
1984 es una novela política de ficción distópica, escrita por George Orwell entre
1947 y 1948 y publicada el 8 de junio de 1949. La novela introdujo los
conceptos del omnipresente y
vigilante Gran Hermano o Hermano Mayor, de la
notoria habitación
101, de la ubicua policía del Pensamiento y de la neolengua,
adaptación del idioma
inglés en la que se reduce y se transforma el léxico con
fines represivos, basándose en el principio de que lo que no forma parte de
la lengua,
no puede ser pensado. Muchos analistas
detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984,
sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad
orwelliana, una sociedad donde se manipula la información y se practica
la vigilancia masiva y la represión política y social. El término
«orwelliano» se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones
que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la
novela. La novela fue un éxito en términos de ventas y se ha convertido en uno
de los más influyentes libros del siglo XX.
Se le considera como una de las
obras cumbre de la trilogía de las distopías de
principios del siglo XX (también clasificadas como ciencia ficción distópica),
junto a la novela de 1932 Un mundo feliz,
de Aldous
Huxley, y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury (publicada
originalmente en 1953).
Corre el año
1948 y la tuberculosis avanza mientras George Orwell escribe un nuevo
libro. Sabe que será el último y quiere
que sea el más combativo, el más explícito, el más convincente. Su última obra describe una sociedad en la
que la máquina y el Estado han triunfado sobre el hombre y la mujer individual.
En esas
páginas estarán las cosas que le ha tocado vivir. El colonialismo inglés en la India y Birmania, los medios
de comunicación convirtiendo la mentira en verdad y a los amigos en enemigos
durante la Guerra Civil
Española, las demencias lúcidas del nacismo, el fascismo, el stalinismo.
A los cuarenta
y cinco años, está viejo y enfermo.
George Orwell, cuyo nombre original era Eric Blair, nació en un modesto
hogar anglosajón en Motihari, India. El
hombre que abandonó su nombre a los treinta años de edad, después de graduarse
en Eton y patrullar con uniforme blanco y sombrero cucalón las calles de
Rangoon, para emprender una carrera de proletario escritor. Flaco y alargado, con aire de sacerdote, dos
mechones de pelo bailando sobre la frente llena de arrugas. George Orwell, individualista, agnóstico,
maniático de la limpieza, carente de vanidad, eternamente mal vestido, ausente,
de ademanes rudos. Un rebelde más que un
revolucionario, siempre consecuente, siempre coherente, siempre decente consigo
mismo y con los demás.
No le gustaba
el mundo y quiso cambiarlo. Reclamó
contra la deshonestidad y la ola de mentiras en todos sus ensayos y artículos
periodísticos, combatió junto a los trotskistas en la Guerra Civil Española
y defendió a los anarquistas en "Homenaje a Cataluña" (1938). En plena Segunda Guerra Mundial denunció los
desesperanzadores resultados de la revolución soviética, escribiendo la fábula
satírica "Rebelión en la
Granja", donde dijo: "Todos los animales son
iguales, pero algunos son más iguales que otros".
Terminada la
guerra, la paz no llegó. Orwell advirtió
los gérmenes del totalitarismo presentes en todas las sociedades del
mundo. Intuyó que el planeta se
dividiría en bloques inexorablemente antagónicos, que la permanente pugna entre
esos bloques justificaría todo tipo de atropellos a los derechos humanos, que
el poder se concentraría cada vez más, que el mundo podía llegar a convertirse
en una dictadura irreversible. Contra eso gritó, escribió y se comprometió.
Su libro
"1984" fue publicado siete meses antes de su muerte en Londres en
1949, y constituye más una advertencia que una profecía. La novela señala un camino que no debemos
recorrer. Y como tal nunca perderá
vigencia, mientras existan la humanidad y la tentación del poder.
Este famoso
libro escrito por el inglés George Orwell,
es una obra de ficción en la cual el autor se imaginaba el futuro. Cuando él la escribió al finalizar la Segunda Guerra
Mundial, no pensó que iba a transcurrir tan rápido el tiempo. "1984" era una fecha lejana en la
que todo iba a ser posible. Lo que
Orwell hizo fue tomar algunas tendencias de su época y mostrar como se iban a
desarrollar en el transcurso del tiempo.
Algunas de
estas profecías se han cumplido, otras no.
Como algunas cosas horribles que parecían muy distantes, son ahora cosa de
todos los días. Son parte de la escena
mundial que aceptamos con naturalidad.
Es una inquietante interpretación futurista basada en la crítica a los
totalitarismos y la opresión del poder situada en 1984 en una sociedad inglesa
dominada por un sistema de “colectivismo burocrático” controlada por El Gran
Hermano. Londres 1984: Winston Smith
decide sublevarse ante un gobierno totalitario que controla cada uno de los
movimientos de sus ciudadanos y castiga incluso a aquellos que delinquen con el
pensamiento. Consciente de las terribles
consecuencias que pueden acarrear la disidencia Winston se une a la ambigua
Hermandad por mediación del líder O Brien.
Paulatinamente, sin embargo, nuestro protagonista va comprendiendo que
ni la Hermandad ni O Brien son lo que aparentan y que la rebelión, al cabo,
quizá sea un objetivo inalcanzable.
Quiero nombrar
tres elementos del libro “1984” que me parecen importantes y que creo que de
alguna manera esas profecías ya se han cumplido:
Primero: Una
cosa que Orwell da a conocer con insistencia, es lo referente a la manipulación
de la historia.
El Winston
Smith, trabajaba en el "Ministerio de la Verdad" y una cosa que tenía que hacer cada
día, era revisar la historia, leer los periódicos y libros, para acomodarlo a
lo que el partido había dicho en esos días.
Existía un partido que dominaba la sociedad y había que demostrar que la
ideología que estaba escrita en los
libros se cumplía en la realidad, y si no era así, había que cambiar la teoría,
borrar los discursos, los periódicos y para eso se recurría a las técnicas
modernas. La función del personaje
central era la de acomodar la historia a los intereses del partido. Pero en América Latina hemos visto estos
ejemplos con mucha frecuencia. Una de
las cosas que hoy particularmente se está dando en América Latina y en el mundo
es justamente la revisión de la historia. Todo grupo que se encuentra en el poder, no sólo tiene el
poder de manejar la historia hacia delante, sino que también hacia el
pasado. En América Latina se está
enseñando la historia desde una perspectiva en la cual se da primacía a lo
económico por encima de otras áreas de la vida y todo aquello que no tiene
trascendencia económica se deja de lado como poco importante.
Segundo: Otra
cosa que nos advertía Orwell, es que iba existir una forma de lenguaje
ambiguo. En lo cual lo negro es blanco,
la paz es guerra, libertad es esclavitud, ignorancia es fuerza, la verdad es
mentira. Se manipulaba el
vocabulario. Las palabras no
significaban lo que significaban originalmente.
En nuestros días asistimos a una situación parecida, en la cual las
palabras, verdad, libertad, igualdad, democracia, etc. Se manipulan de acuerdo
al gobierno de turno que se encuentra en el poder.
Tercero: Una
expresión famosa del libro de Orwell era; "El hermano mayor te está
vigilando". El mundo de pesadilla
que imagino Orwell, es un mundo en el cual la vida privada, la interioridad, la
vida individual, ya no es posible. Había
todo un sistema de espionaje a través de la electrónica, de manera que las
acciones de una persona estaban controladas por el estado, a través de una red
de investigación. El personaje de la
novela de Orwell se da cuenta que no puede pensar por su cuenta. Todo está vigilado. Por todas partes el "Hermano mayor te
está vigilando", por lo tanto debe autocensurarse. Esta situación hoy es una realidad. Vemos como las grandes potencias tienen
información acerca de todos los países del mundo, a través de satélites y otros
mecanismos sofisticados.
En pensador
francés, Jacques Ellul, dijo que la propaganda, la publicidad, es un fenómeno
característico de nuestra época. Dijo
que la propaganda es una realidad porqué todo estado cualquiera que sea su
signo, lo necesita. Y hoy todas las
instituciones utilizan ya sea políticas, religiosas, económicas la propaganda,
el marketing, la influencia de los medios de comunicación, para transformar el
mensaje solamente en una propaganda.
Esto da que pensar.
Gracias a
este libro "1984" no es "1984"... todavía. ¿O ya lo es?
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