PEPO Y
CONDORITO: ¿EXIJO UNA EXPLICACIÓN?
Víctor
Rey
Hace
algunos años el diario La Tercera de la Hora de Chile, realizó una encuesta
entre sus lectores y les pidió que votaran a través de cartas, internet y
llamadas telefónicas, contestando la siguiente pregunta: ¿Quién es el personaje chileno más conocido
internacionalmente? El resultado fue
sorprendente. Los lectores votaron en
este orden: primero, Augusto Pinochet; segundo, Pablo Neruda; tercero Salvador
Allende; cuarto, Iván Zamorano; quinto, Don Francisco; sexto, Marcelo Ríos;
séptimo, Condorito; octavo, Cecilia
Bolocco; noveno, Isabel Allende y décimo, Gabriela Mistral. La popularidad de este personaje de ficción
se debe a un dibujante que nació en la ciudad de Concepción, en el sur de
Chile, en 1911 al cual se le conoce por su sobrenombre de Pepo, pero cuyo
nombre real es René Ríos Boettinguer.
Dicen
que cuando nació Pepo, en vez de una marraqueta, (nombre de un tipo de pan en
Chile) traía un lápiz bajo el brazo. Desde
pequeño fantaseaba en clases y se entretenía con mano diestra dibujando a sus
profesores. Su talento era innegable y a
los 10 años realizó su primera exposición de caricaturas sobre destacados
personajes penquistas, (este es el gentilicio de los habitantes de Concepción). Al
terminar el colegio decidió ser médico como su padre, sin embargo, la vocación
artística pudo más y después de cuatro semestres se retiró de la carrera. A los 20 años dejó su terruño y viajó a
Santiago en busca de mejores oportunidades.
Se inscribió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile y
comenzó a probar suerte en diversas publicaciones.
Su
trazo firme y su humor desenfadado fueron un éxito. Gracias a ellos sus personajes y su picardía
fueron plasmada en diversas revistas de la época. En
Eckrán, (revista dedicada al cine y teatro) dibujo a grandes artistas como
Greta Garbo y dio rienda suelta a su humor político en Topaze, (revista de
humor político). Además, incursionó en
el humor deportivo en la revista La Pichanga e incluso creo personajes
picarones como, Viborita, Tarugo y Don Rodrigo, para revistas como El Pingüino
y Can-Cán. Pero su
personaje más querido sería absorbente y a los pocos años lo reclamo a tiempo
completo.
Condorito
vio la vida allá por el año 1949, en la revista Okey, (una publicación semanal
de historietas, donde los niños de la época se familiarizaban con Flash Gordon,
Tarzán, Jim de la Selva, Sandokán, El Llanero Solitario y otros héroes ya
olvidados,) como una reacción visceral contra Walt Disney. En ese año, el creador norteamericano realizó
una película llamada “Saludos Amigos” donde diversos personajes representaban a
los pueblos latinoamericanos. Chile era
simbolizado por un pequeño avión llamado Pedrito (por el entonces presidente de
Chile, Pedro Aguirre Cerda) incapaz de sobrevolar la cordillera de Los Andes.
Dicen que tamaño atrevimiento removió las entrañas de Pepo, quien saco de su
alma de chileno un personaje, que representara mejor al chileno e inspirado en
el escudo nacional de Chile, enmarcado por un cóndor y un huemul (ciervo), creo
un personaje mezcla de hombre y de cóndor; pícaro y con sentido del humor, que
vestía grandes ojotas (chalas de los campesinos en Chilenos), pantalón
remendado eternamente de color negro y la camiseta roja, igual que la selección
nacional de fútbol y lo puso a vivir en el pueblito de Pelotillehue, una
imaginaria localidad rural, ubicado en el sur de Chile. Y es que Condorito en sus orígenes fue el
reflejo de una sociedad en transición de lo rural a lo urbano, con contingentes
de desempleados buscavidas, perseguidos alternadamente por la fortuna o la
desgracia.
Los
amigos de Condorito fueron naciendo de las experiencias de su creador. Pepo contaba sus orígenes: “Comegato era un pescador de Caldera, (puerto
de norte de Chile) que se alimentaba de esos animales; Huevoduro, un
funcionario de la embajada de Canadá blanco como la leche; Yuyito es una
sobrina muy querida; Don Chuma, mi compadre, y Yayita, era el sobrenombre de mi
cuñada”. La imaginación también aportó
lo suyo con doña Tremebunda, Coné, Don Cuasimodo, Garganta de Lata, Che Copete,
Pepe Cortisona, Fonola y su fiel perro Washington.
Aunque
en sus primero años Condorito fue sólo una tira cómica, ya en 1955 se editaba
un libro anual con todas sus aventuras. Diez
años después los libros eran dos y desde la década del ochenta, se publican
revistas quincenales y varios especiales al año. En esa
época Pepo decidió colgar la pluma y entregó la responsabilidad de sus
personajes a un grupo de dibujantes.
Aunque retirado siguió siempre de cerca los “condoros” (palabra popular
en Chile, para designar a alguien que ha cometido una gran equivocación), de su
creación y junto a su hijo René, muchas veces daba el visto bueno a las
portadas.
En 1999
el plumífero personaje celebró sus 50 años de vida y luego de 40 mil chistes se
ha convertido en todo un éxito internacional y es el primer chileno exitoso en
los circuitos transnacionales del cómic.
Los cincuenta años de este personaje fueron celebrados en grande en
Chile y América latina, con exposiciones itinerantes, una edición especial con
la recopilación de los mejores chistes
clásicos, un disco compacto de la Condoribanda, creada por un productor
chileno, dos estatuas ubicadas en dos ciudades de Chile, un sello de correos y
la renovación de su página web. Su
revista vende cerca de 70 mil ejemplares al mes y tres dibujantes y dos
guionistas crean las historias para Editorial Televisa, que las distribuye al
resto de América llegando a unos 80 millones de lectores en Argentina, Bolivia,
Colombia, Ecuador, Paraguay, Uruguay, México, Centroamérica, Estados Unidos y
España.
Es
tanta la fama de este personaje concebido como símbolo chileno y que hoy es
prototipo iberomeamericano, que Bill Gates, el magnate de Microsoft, quería su
figura para representar la versión en español del Windows 98, pero no logró un
acuerdo financiero con la empresa dueña de la licencia de Condorito. Su
internacionalización obligó a adaptar modismos y lugares comunes y también a
cambiar algunos de sus personajes, Don Jacoibo fue abandonado para no ofender a
nadie y Cortadito tampoco aparece hace ya varios años. Durante
sus últimos años Pepo prácticamente no dio entrevistas y prefirió que Condorito cargara con los deberes de la
fama. Su delicado estado de salud lo
tenía recluido en su casa. En julio de
año 2000, falleció a los 88 años, en la ciudad de Santiago de Chile.
Dicen
que entre todas sus historias, el bautizo del sobrino de Condorito, era su
favorita: El cura le pregunta a Condorito, ¿qué nombre le va a poner al niño?
Condorito
responde: Ugenio, padrecito.
El
curita responde: No, con E, será, pues Condorito.
Condorito:
Bueno, póngale Coné, como usted dice pairecito.
¡Plop¡
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