CARLOS SANTANA Y SU ESPIRITUALIDAD
(Carlos
Santana)
El mismo día en que la primera mujer en Chile asumía
la presidencia de la
República , Carlos Santana y su Banda, ofrecían su segundo
concierto en Santiago, en el velódromo del Estadio Nacional. Por supuesto dedicó ese concierto a Michelle
Bachelet y dijo: “Hoy todos los ojos del mundo están puestos en Chile, ya que
ha comenzado a encenderse una luz.
Ustedes han elegido todo lo contrario a Bush”. Pude estar presente ese sábado 11 de marzo
del 2006 disfrutando de su música que nos trajo nostalgia de nuestra
adolescencia, pero también comprobar la vigencia de su música y mensaje para
las nuevas generaciones. El miércoles 25
de febrero del 2009 se presentó por tercera vez en Chile, esta vez en el marco
de los 50 años del Festival de la
Canción de Viña del Mar.
En esta oportunidad asistí con unos amigos y mi hijo Felipe y a quién le
encanta la música donde se fusiona el rock con la lo autóctono de América
Latina y Africa.
En 1969, se realizó en
Estados Unidos un festival de música que duró tres días. Fue el famoso Woodstock. En ese festival el grupo de Santana se
destacó por la interpretación de su famosa "Sacrifice Soul". Eran los tiempos de los “hippies”, de “hacer
el amor y no la guerra” y de “prohibido prohibir”. Más tarde apareció la película que mostraba
las escenas de ese festival y los diversos músicos que participaron. Entre ellos destacaba un grupo que estaba
compuesto en su mayoría por latinoamericanos que combinaban las guitarras
eléctricas, la batería, las congas, el rock con ritmo latinos. Esa mezcla cautivó a los jóvenes de ese
tiempo, como la ha vuelto a hacer nuevamente después de treinta años con
“Supernatural” y “Shaman”. Sobre ese
tiempo el mismo Santana dijo: “La época de los 60 ha sido la más importante
de este siglo porque nos enseñó a realizar una revolución sin violencia, con el
alma”.
Carlos Santana nació el
20 de julio de 1947, en un pueblo de
Jalisco (México), llamado Autlàn de Navarro.
Sus padres, José y Josefa tuvieron siete hijos, siendo Carlos el del medio. Se crío dentro de una familia donde se
respiraba y se comía música. El padre
era un músico respetado y queridos por todos.
Siempre era el eje musical de
bodas y bautizos, momentos esenciales de la vida mexicana junto con los ritos
de la muerte.
José Santana, tocaba en bares y pequeñas orquestas hasta que formo una
banda, llamada “Los Cardenales”, para interpretar mejor las canciones de la
época. El tocaba el violín, sacándoles
notas que parecían voces humanas y esto lo transmitió a su hijo Carlos.
En los años cincuenta se puso de moda al norte del país, cerca de la
frontera con Estados Unidos, la ciudad de Tijuana. Era el boom turístico de la época. Josefa, la madre, creyó que Tijuana era parte
del otro país al que admiraba y animó a su marido a trasladarse a aquel pueblo
próspero y distinto. En 1954 José
Santana y Los Cardenales se asentaron en aquel lugar, y ella con sus siete
hijos le siguieron un año después.
Lo espiritual en Santana siempre ha estado presente. No ha llegado al cielo interpretativo
solamente por poseer una magnífica técnica y una energía desbordante. Hay algo más.
Posiblemente algo escondido en su alma que es lo que le ha hecho
distinto. Cuando era muy joven, en
Tijuana, ya se mezclaba de lleno en los ambientes más pobres para conocer de
primera mano la desdicha de sus paisanos.
En aquella época no era una estrella millonaria y sólo podía ofrecer su
música y su comprensión para aliviar la tristeza de aquella gente sin pedir
nada a cambio.
El perdón ha sido su norma de vida.
Siempre ha comprendido a los que lo han traicionado, estafado o puesto
zancadillas cuando veían que su fama iba en aumento. Esta sensibilidad espiritual ya se hizo notar
en su disco “Abraxas” del año 70 que, a pesar del éxito con “Supernatural”
(1999), puede que sea la cumbre de su genialidad. “Abraxas” es la bandera del éxito de Carlos
Santana y de este otro estilo diferente de la banda de Santana. La suavidad de sus notas nunca ha podido
llegar a ser imitadas por nadie.
En una entrevista concedida al diario La Tercera en 2002 dijo: “Recuerdo
a Chile y tengo palabras especiales para referirme a este país. Tocamos en un parque (Intercomunal de la Reina ), dos días después de
Guns n’ Roses. Fueron casi 90 mil
personas y era la primera vez. Eso llegó
mucho a mi corazón. Quisiera regresar,
si me invitan, y ofrecer un concierto especial para las familias de los
detenidos desaparecidos. Así, ofrecerles
una música para invitarles y decirles que lo que uno pierde en la Tierra , lo gana Dios en el
cielo”. Luego agregó: “No creo en las religiones,
creo en ritmo espiritual. Es el bien más
alto para la gente, la vida, el planeta”.
Y concluye: “No hago lo que me da la gana, hago lo que me dice Dios y si
El me dice que trabaje con gente, eso es lo que hago”.
El vive en una finca con su familia y ha creado otro lugar que llama La Iglesia. En esta segunda
construcción es donde medita y habla con sus ídolos; Jimmy Hendrix o Miles Davis. Aquí también conversa con su ángel
particular, la abstracción, Metraton, con quien discute los problemas
cotidianos y pide ayuda para solucionar las desdichas de los jóvenes que acuden
a él en busca de ayuda.
La espiritualidad de Carlos Santana se está haciendo notar ahora con
inquietudes políticas. El Movimiento
Chicano, una especie de agrupación más que un partido político, está ocupando
áreas en la vida norteamericana nunca hasta ahora conseguidas. Los chicanos ya son muchos millones de
personas que forman otra comunidad aunque siguen marginados. El racismo es cruel y no admite las realidades. Al respecto ha dicho: “Cuando las condiciones
de vida de los chicanos en Estados Unidos respondan a una comunicación humana,
muchos chicanos volverán a México”.
Los mexicanos, igual que otros latinos, que viven en USA, van creando
una conciencia y con su innegable poder económico y su gran variedad de
personas importantes, especialmente artistas, van intentando ocupar su merecido
lugar en la sociedad. Santana ha entrado
a formar parte de ese grupo redentor de una cultura antigua. Junto a Moctezuma Esparza, Treviño y
otros artistas han creado el movimiento
“Chicanos 90” . También ocupa sus energías para trabajar en
causas de justicia, paz y libertad con
personas como Desmon Tutu, Nelson Mandela y Harry Belafonte.
Esperemos que el sentido común de Santana y sus Chicanos 90 no pequen
de inocentes. Tienen un alma desconocida
para los grandes financieros. Ellos
tienen la fuerza del arte, de la música, del incipiente cine chicano y de la
pintura. Estas armas en manos de seres
geniales son la gran sorpresa que pueden emplear para atacar el gran poder.
El arte llega a las almas de todas las razas y une mentes y religiones.
Es posible que Santana con un solo de guitarra, un prolongado sostenido
de sus cuerdas sublimes gane más voluntades que los dólares y las tarjetas de
crédito.
Guitarrista dueño de un sonido único y quizás de los más reconocibles
del rock, relacionado íntimamente con lo espiritual y pionero en la fusión del
rock con los ritmos latinos, este músico inagotable lleva más de cuatro décadas
creando música original y energética.
Pocos músicos y en especial guitarristas han sido y serán tan
influyentes, inspiradores y transmisores de una energía tan pura como Carlos
Santana.
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