CIEN AÑOS DE
LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCION: POR EL DESARROLLO LIBRE DEL ESPIRITU
En los
primeros días del mes de marzo del año 1973 me bajé del tren en el cual viajé
toda la noche desde Santiago para comenzar a estudiar filosofía en la Universidad
de Concepción. Recuerdo que con otros
estudiantes caminamos por la calles de esta ciudad admirando la belleza de esta
urbe teniendo como objetivo arribar a la Ciudad Universitaria donde se
encontraban las diversas facultades de este plantel. A muchos de los que veníamos a comenzar
estudios universitarios en esos años de convulsiones sociales y políticas nos
animaba en esos procesos que lamentablemente desembocaron en el Golpe de Estado
contra el gobierno del Presidente Salvador Allende liderado por el General
Augusto Pinochet. En los años sesenta en ese centro de estudios había nacido el
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) entre los estudiantes y luego se
difundió por todo el país. Por supuesto nosotros veníamos con el interés de
involucrarnos en ese movimiento romántico.
Lamentablemente esa mañana del 11 de septiembre de 1973, uno de los
primeros lugares que los militares ocuparon, apresaron, torturaron y luego
mataron fue a los estudiantes y profesores de la Universidad de Concepción, símbolo
de libertad, justicia y pensamiento libre.
Este
14 de mayo del 2019 la Universidad de Concepción cumplió cien años. Nacida en el corazón de la ciudad se inserta
en el curso de la tradición que
remonta al origen mismo de la Universidad como institución, y se ha revelado siempre
como un centro incomparable de creatividad y de irradiación del saber para el bien de
la humanidad. En 1919 se transformó en la tercera universidad
de Chile y la primera de provincia, cuya meta era ser la primera universidad
laica del país,
libre de discriminaciones por credos religiosos e ideologías políticas. Este fue el espíritu de los fundadores
entre ellos su primer rector el educador y abogado Enrique Molina Garmendia. La Universidad tuvo un rol importante en el
movimiento de reforma de las universidades chilenas que aconteció a fines de la década del 60 del
sigloXX. Fue la primera universidad
chilena que aprobó la
Reforma Universitaria en aquel período (1968), entregando una
mayor participación a
los estudiantes en la gestación
universitaria. La universidad cuenta con
60.000 alumnos titulados. Imparte clases
a 25.700 alumnos. Es una de las cuatro
universidades chilenas que figuran en el Academic Ranking of World
Universities, en el lugar tercero. Su
campus de Concepción fue
declarado Patrimonio Nacional en 2016.
Hoy que
asistimos a una crisis de las instituciones entre las cuales están las
universidades en particular y la educación en general, rescatar la identidad y
la misión de la universidad es clave. La Universidad debe estar casa vez más
atenta a la culturas del mundo de hoy, así como a las diversas tradiciones
culturales existentes dentro del país, con el fin de promover un constante y
provechoso diálogo entre el pensamiento y la sociedad actual. Entre los criterios que determinan el valor
de una cultura, están en primer lugar, el significado de la persona humana, su
libertad, su dignidad, su sentido de la responsabilidad y su apertura a la
trascendencia .
Las
universidades deben esforzarse en discernir y evaluar bien tanto las
aspiraciones como las contradicciones de
la cultura moderna y post moderna, para hacerla más apta para el desarrollo
integral de las personas y de los pueblos.
Se requieren profundizar, con estudios apropiados, el impacto de la tecnología
moderna y especialmente de los medios de comunicación social sobre las
personas, las familias, las instituciones y el conjunto de la cultura
moderna. Se debe defender la identidad
de las culturas tradicionales, ayudándolas a incorporar los valores modernos
sin sacrificar el propio patrimonio, que es una riqueza para toda la familia
humana. Las universidades, situadas en
ambientes culturales tradicionales,
tratarán cuidadosamente de armonizar las culturas locales con la contribución
positiva de las culturas modernas.
En este
centenario de mi Alma Mater, me encuentro en Chile en la ciudad de Concepción. Han venido a mi mente recuerdos de mis
tiempos de universitario donde quería cambiar el mundo. La realidad mundial y particular de Chile nos
han mostrado otra realidad diferente. En
realidad el mundo cambió quizás no como lo habíamos imaginado. A nostros nos corresponde interpretar esta
nueva realidad. Doy gracias a la
Universidad de Concepción que me ayudó y me enseño a pensar, analizar, reflexionar
y comprometerme con las causas de la libertad, la justicia, la democracia, los
derechos humanos y la paz estén donde
estén y sin importar el signo ideológico o religioso de donde venga. El lema de la universidad lo he encarnado desde
ese tiempo: "Por el desarrollo libre del espíritu, universitarios arriba
de pie."
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