CARLOS
MARX SIGUE VIVO
Víctor
Rey
“Lo de Marx es lo de menos”
(Graffitti en un pared de Quito,
Ecuador)
Hace
veinte años atrás me encontraba en Londres, en casa de un amigo colombiano,
conversando después del almuerzo y en un momento me dijo: “¿Víctor te gustaría
conocer la tumba de Carlos Marx?” Por
supuesto que si le dije. Inmediatamente partimos
hacia el cementerio Highgate. Eran cerca
de las tres de la tarde. Cómo no conocíamos
bien la ciudad nos demoramos en encontrar el cementerio. Llegamos a las 17 horas, ya casi era de noche
en ese invierno londinense y estaba cerrado.
Nos quedamos por un momento conversando en la puerta del cementerio cuando
llegó una persona que venía del norte de Inglaterra y tomó la decisión de
empezar a escalar la puerta y luego saltó al interior del cementerio. Con mi amigo nos miramos y de inmediato
tomamos la decisión de seguir el ejemplo del amigo inglés. Comenzamos a escalar las rejas de la puerta
del cementerio y comenzamos en la oscuridad a buscar la tumba de Carlos
Marx. Mi amigo colombiano llevaba una
linterna y pronto entre las sombras y árboles apareció la silueta de su
cabeza. Realmente estar los tres en la
noche, en un cementerio a la sombra de la tumba de Carlos Marx, era una escena
surrealista. Alguien había dejado un
ramo de flores a los pies de su tumba y bajo la luz de la luna y a la sombra de
la tumba de Carlos Marx, tuvimos una rica conversación sobre la influencia de
este pensador y su vigencia después de la caída del Muro de Berlín.
José
Carlos Mariátegui, marxista peruano, en su libro Defensa del Marxismo escribió:
“Marx está vivo en la lucha que por la realización del socialismo libran en el
mundo, innumerables muchedumbres, animadas por su doctrina.” Considero que esta afirmación es correcta,
pero la lucha de la justicia no es un patrimonio del marxismo, ya hace muchos
siglos antes muchos hombres y mujeres de diferentes corrientes lo han
realizado. Sin lugar a dudas, Marx es uno de los personajes que más ha influido
en la historia universal.
Marx
siempre fue odiado por las fuerzas retrógadas, perseguido y difamado. Filósofos, sociólogos e ideólogos de toda
laya hicieron esfuerzos para deformar, falsificar y liquidar su pensamiento. Muchas veces sus libros fueron prohibidos y
quemados por dictadores como Pinochet o sectas religiosas como el Opus
Dei. Sin embargo, Marx sigue vigente en
sus aspectos esenciales, inspirando y guiando a muchas personas que buscan la
liberación del ser humano.
Marx
siempre se mostró crítico de toda la filosofía anterior por considerarla
meramente especulativa, teórica y desvinculada de la realidad. Desde el materialismo dialectico se alza como
revolucionario al señalar que su objetivo no era puramente teórico sino
práctico: transformar la realidad. En la
primavera de 1845 fue claro en la Tesis XI sobre Feuerbach: “Los filósofos no
han hecho más que interpretar de diversas modos el mundo, pero de los que se
trata es de transformarlo”. Esas palabras encierran la esencia de su
pensamiento en permanente desarrollo y guía para la acción transformadora.
Poco
después de la caída del Muro de Berlín frente a la Universidad de Humbold
estuve reflexionando sobre estas palabras que están escritas en el frontis de
esa universidad y recordando mis tiempos de estudiante secundario y
universitario cuando queríamos cambiar el mundo y luego como luchamos por
derribar la Dictadura de Pinochet. Más
adelante en el Berlín Oriental caminado por sus calles y plazas y buscando los
restos del lo que quedaba del Muro de Berlín, me encontré con la estatua de
Carlos Marx sentado y de pie a su lado su amigo Federico Engels. Eran dos mudos testigos en un mundo que
estaba cambiando y que quería olvidarlos.
Pero viendo la crisis del capitalismo que seguimos sufriendo donde vemos
que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres, creo que el pensamiento
de Carlos Marx está más vivo que nunca.
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