jueves, 28 de febrero de 2013

CIUDADANO JESÚS

Las respuestas a todas las preguntas

De la pluma de Antonio Piñero llega Ciudadano Jesucristo, una semblanza sobra la persona más influyente de la Historia, Jesús de Nazaret, en un atractivo formato de preguntas y respuestas en las que se resuelven TODAS las dudas sobre un personaje tan amado como controvertido. Escrito desde la neutralidad más absoluta, sin ánimo de herir a nadie, Ciudadano Jesucristo pretende llegar a convertirse en una especie de 'biblia' (nunca mejor dicho) sobre la figura de Jesús de Nazaret: el nacimiento y la familia de Jesús; su religión, su mensaje, sus parábolas; la fundación de la Iglesia Católica; la personalidad de Jesús; sus últimos días; la crucifixión, muerte y resurrección del supuesto Hijo de Dios... y un largo etcétera de cuestiones que no dejarán indiferente a ningún lector, sea creyente o no.
El autor consigue en esta obra una absoluta 'humanización' del personaje histórico para entender mejor su carácter divino. Antonio Piñero es toda una autoridad en la materia, no en vano es especialista en lengua y literatura del cristianismo primitivo.

PRÓLOGO

¿Fue Jesús un enigma? Muchos opinan que sí pero, creo, que es esta una pregunta a la que sólo se podrá responder convenientemente al final de este libro. Personalmente pienso que Jesús no fue en verdad un enigma, sino que otros, los evangelistas, lo presentaron como tal, quizás sin querer. A no ser que se piense que Jesús fue un “enigma” como todos los hombres grandes. Y Jesús lo fue, y tuvo, como los demás grandes, múltiples facetas. Veremos, sin embargo, que el enigma es resoluble.
El libro presente ofrece el fruto de las respuestas a preguntas en torno a este tema que me han sido formuladas, en clase, cursos, seminarios y conferencias, a lo largo de muchos años de docencia universitaria y de extensión de esa docencia en actos y textos de divulgación como programas de TV, radio, entrevistas y respuestas a “postales” en blogs de Internet, en donde se formulan comentarios, réplicas y preguntas. Nace por tanto de mi experiencia y de muchos años de estudio.
A propósito de esas preguntas reales, yo mismo me he visto llevado a formularme otras, como si tuviera alguien enfrente dialogando conmigo a igual que en el antiguo ejercicio escolar de la Antigüedad denominado “diatriba”: dialogar con un personaje de ficción, o la técnica denominada “erotemática”, es decir, “aprendizaje por medio de preguntas (y resopuestas)”. Pero no son preguntas puramente imaginativas sino que pueden o podrían representar interrogantes reales de alguien que podría formulármelas en la vida real.
Pero debo advertir que no todas las preguntas tienen respuestas seguras. En la historia antigua hay muchos enigmas y la vida de Jesús no se escapa, ni mucho menos, a este destino. Pero he intentado se vea bien claro qué respuestas son prácticamente seguras y qué hipótesis razonables. La mayoría de las respuestas van unidas a expresiones como “en mi opinión”, “es posible”, “probablemente”, “el sentir medio de la investigación o de los estudiosos” porque realmente es así: respecto a Jesús hay muchas preguntas y pocas respuestas absolutamente seguras. El primer deber de un historiador es ser modesto y reconocer que si toda reconstrucción histórica del pasado es difícil, mucho más cuando el personaje, cuya figura se intenta reconstruir, vivió hace unos dos mil años.
Además, Jesús no dejó nada escrito; sus “biografías” comenzaron a componerse muchos años tras de su muerte, quizás la primera, la de Marcos unos cuarenta años después. Sabemos que todo personaje grande ya fallecido sufre un proceso de idealización y engrandecimiento evidente, y que la tradición oral, sufre muchos avatares y distorsiones.
Por si fuera poco, la inmensísima mayoría de las fuentes sobre el personaje Jesús son claramente partidarias, a favor la mayoría; unas pocas, y en el siglo II, claramente en contra. ¿Cómo encontrar la verdad entre tanto partidismo a favor o en contra? Por otro lado, lo que se diga sobre Jesús no cae en saco roto, porque para muchos seres humanos Jesús es el hombre más grande de entre los que han existido jamás y el de mayor influencia. Su vida, sus palabras y acciones son el fundamento de una religión con cerca de dos mil millones de seguidores y la base, al menos lejana, de diversas instituciones cuyo poderío fáctico, social, económico y religioso es muy fuerte.
A pesar de tantas dificultades para la reconstrucción del personaje histórico, no pertenezco, ni mucho menos, a la legión de los super pesimistas o super escépticos que defienden que el personaje nunca existió.., o que conocerlo es imposible. Pienso que, aparte de su real existencia –veremos los argumentos--, la crítica histórica tiene hoy día notables instrumentos para delinear al menos, y sin temor a equivocarse mucho, cómo fueron las líneas maestras del personaje Jesús. Además, la crítica histórica lleva desde 1768, dando vueltas y vueltas al tema “Jesús”, y a lo largo de este tiempo has sido muchos los hombres de talento excepcional los que se han ocupado de este tema. Modestamente me quiero situar en la línea de esta larga investigación e intentar ofrecer al lector el punto medio que suele darse en ella y que goza de un notable consenso.
No se trata aquí de defender una fe, ligada a una imagen de Jesús, o de atacarla. Ni mucho menos… ¡Ni siquiera se pasa tal pensamiento por mi cabeza! Quienes me conocen de antaño saben que es profundamente verdad y que lucho por la independencia, ciertamente, paro ante todo por la imparcialidad. Se trata de acercarse a la figura y misión de Jesús, con los menores prejuicios posibles, y de ofrecer una acercamiento maduro, honesto y de acuerdo con la ciencia histórica a su persona y a su pensamiento.
Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid

ÍNDICE

CAPÍTULO UNO
LOS COMIENZOS DE LA HISTORIA DE JESÚS
¿Existió Jesús realmente?
¿Ha habido muchos investigadores que han negado la existencia de Jesús?
¿En qué argumentos se basan los que niegan la existencia de Jesús?
¿Cómo sostienen que pudo ser el proceso de construcción del mito “Jesús”?
¿Cómo puede hoy afirmarse racionalmente que Jesús existió de verdad? ¿Cuál es el argumento principal?
¿Qué fuentes antiguas, fuera de los evangelios, tenemos para conocer a Jesús?
¿Es cierto que el primer testimonio sobre Jesús es de finales del siglo I y que es muy discutido?
¿Qué se puede obtener de los Evangelios acerca de la existencia de Jesús?  
¿Cuándo, por qué y por quien fueron elegidos cuatros evangelios como oficiales por las iglesias? 
¿Cuándo se eligieron los cuatro evangelios?
¿Quienes hicieron la selección de los evangelios?
¿Fue una idea original de la Iglesia formar el canon de escritos sagrados en el que estaba los cuatro Evangelios?
¿Qué criterios se emplearon para esta selección?
¿Tuvo alguna importancia el criterio de la “inspiración divina” de un escrito?
¿ Cuando se compusieron los Evangelios canónicos?
¿Podemos fiarnos de los Evangelios como fuente histórica?
¿Cuál de estos apócrifos es el más importante?
¿Se puede sacar algo en limpio de ellos acerca de la existencia de Jesús aunque se acepte que los Evangelios son obras de propaganda religiosa? 
¿Son realmente tan diferentes las imágenes de Jesús que muestra cada Evangelio? 
¿Y el Evangelio de Juan? ¿Es aún mas divergente?
¿Podemos acudir a los Evangelios apócrifos para rellenar los huecos de la vida de Jesús que no traen los cuatro evangelios oficiales?
¿No hay ningún apócrifo que tenga datos fiables? ¿No hay excepción ninguna?
¿Oculta la Iglesia los evangelios apócrifos por tener datos sobre Jesús peligrosos para la fe?
¿Contienen los famosos manuscritos del Mar Muerto información sobre Jesús de Nazaret?
¿Qué queda entonces para reconstruir científicamente la vida del Jesús histórico?
¿No existe también otro evangelio más o menos fidedigno que llaman la “Fuente Q”?
¿Hay alguna manera de saber qué es historia y qué mito en los Evangelios? Es decir ¿qué procede en verdad de Jesús y qué de sus discípulos?
¿Qué criterios son esos? ¿Cuáles son los más importantes?
CAPÍTULO DOS
NACIMIENTO, FAMILIA Y FORMACIÓN DE JESÚS
¿En qué fecha nació Jesús?
¿Se equivocó entonces el evangelista Lucas al fechar el “censo de Quirino”?
Si Jesús nació el 5 o el 6 a.C., ¿tenemos un calendario equivocado?
¿Fue esta fecha un “error” involuntario de Dionisio el Exiguo?
¿Nació Jesús el 25 de diciembre?
¿Qué significa el nombre de Jesús? 
¿Nació Jesús en Belén…, o en Nazaret?
¿Era Jesús descendiente de David?
¿Podemos fiarnos de las genealogías de Jesús en los Evangelios de Mateo y Lucas? 
¿Fue virginal el nacimiento de Jesús?
¿Qué motivos impulsaron a sostener que el nacimiento de Jesús había sido virginal?
¿Hay algún indicio histórico que se hubieran considerado ilegítimos la concepción y nacimiento de Jesús? 
¿Nació Jesús en un pesebre o en una gruta?
¿Puede considerarse un hecho histórico la estrella de Belén?
¿Qué opinar de la historia de los “reyes” magos?
¿Cómo evolucionó la leyenda posterior de los “magos”? 
¿Es histórica la matanza de los inocentes narrada también por Mateo?
¿Qué pensar de la huida desde Belén y estancia en Egipto?
¿Son verosímiles otros hechos que rodearon también el nacimiento de Jesús? 
¿Tuvo Jesús hermanos?
¿Qué formación pudo tener Jesús? 
¿Era Jesús de oficio “carpintero”?
¿Qué lengua hablaba Jesús?
¿Estuvo Jesús casado antes de iniciar su vida pública?
¿Qué dicen los Evangelios del estado civil de Jesús durante su ministerio público?
¿Por qué han defendido algunos, muy pocos, que Jesús pudo ser homosexual?
¿Y sus presuntos amores con María Magdalena?
¿Era Jesús sacerdote o laico?
¿Y la idea, muy paulina, del sacrifico vicario de Jesús?
¿Cuánto duró la vida oculta de Jesús?
¿Dicen algo los evangelios de José, el padre de Jesús?
CAPÍTULO III: Jesús y Juan Bautista
¿Cuándo comenzó la vida pública de Jesús?
¿Cuánto duró ese ministerio público de Jesús?
¿Es Juan Bautista un personaje histórico?
¿Quién era en realidad Juan Bautista?
¿Cómo podemos reconstruir históricamente la figura del Bautista?
¿Recibió Jesús el bautismo para el perdón de los pecados de manos del Bautista?
¿Fue Jesús discípulo de Juan Bautista?
¿Hay muchos investigadores que no aceptan este discipulado?
¿Significa esto que los Evangelios presentan justamente al revés la relación Jesús –Juan Bautista?
¿Cuándo formó Jesús un grupo diferente al del Bautista?
¿Qué relaciones tuvo Jesús con el Bautista a pesar de haber roto de alguna manera con él?
¿Dio en verdad Juan Bautista testimonio de Jesús como mesías, tal como afirma el Cuarto Evangelio? 
¿Podría decirse, hasta cierto punto de Jesús y Juan Bautista que son figuras paralelas?
CAPÍTULO IV: La predicación de Jesús. Sus discípulos
¿Es histórico que Jesús fue tentado por el Diablo antes de iniciar su propia predicación?
¿Por qué regiones predicó Jesús?
¿Ser puede precisar más el centro de su actividad en Galilea?
¿Por qué escogió esa y otras localidades vecinas?
¿Estaba Galilea en paz en tiempos de Jesús?
¿En qué lengua predicaba Jesús?
¿No hizo Jesús ninguna “incursión” fuera del territorio de Israel? 
¿Era Jesús un buen predicador?
¿Es posible que los discípulos no entendieran a Jesús? 
¿Enseñaba Jesús doctrinas secretas?
¿Predicaba Jesús sólo o lo hacían también sus discípulos?
¿Es histórico que Jesús tenía sus discípulos preferidos?
¿Quién era el discípulo amado?
¿Eligió Jesús realmente a Doce o  ese grupo es una creación, o invención, de la Iglesia posterior?

CAPÍTULO V: La religión de Jesús
¿Es importante preguntarse por la religión de Jesús? ¿No suena raro a la mayoría de los cristianos?
¿Cuál era el Dios de Jesús?
¿Había cambiado mucho la imagen del Dios vengativo, celoso y sangriento de algunas historias y salmos del Antiguo Testamento?
¿Cuáles son los rasgos más importantes de esa nueva imagen de Dios?
¿Continuaban, o fueron eliminados los rasgos violentos o celosos de la imagen antigua de Dios?
¿Designaba Jesús a Dios como “papaíto”?
¿En qué sentido designaba Jesús a Dios como “Padre”?
¿Evitaba Jesús utilizar el nombre de Dios?
¿Qué otros modos utilizaba Jesús para referirse a Dios?
¿Era Jesús un judío practicante o un galileo poco observante de la Ley?
¿Cómo utilizaba Jesús las Escrituras sagradas? 
¿Es verdad el famoso dicho de un investigador de que Jesús no era un cristiano sino sólo un judío?
¿Quién estaría pues, interesado en que Jesús superó el judaísmo? 
¿Qué consecuencias deben extraerse de la afirmación de que Jesús era un judío leal a su religión? ¿Qué idea tenía Jesús acerca del perdón de los pecados?
¿Cómo pensaba Jesús que se salvaba el ser humano?
CAPÍTULO VI: El mensaje de Jesús. la Ley
¿Es cierto lo que se dice que Jesús, con su mensaje y acciones, quebrantó con toda consciencia  la ley de Moisés?
Y las curaciones o las espigas arrancadas en sábado, ¿no quebrantaban la Ley?
¿Y la cuestión del divorcio? Ahí acusan a Jesús de ir contra la ley de Moisés 
¿Y las famosas “antítesis” del Sermón de la Montaña donde Mateo dibuja a Jesús como superior a Moisés?
¿Es cierto, como siempre se ha dicho, que Jesús superó el judaísmo en otros aspectos y que rompió con él? 
CAPÍTULO VII: El mensaje de Jesús. el reino de Dios
Entre todos los temas de los dichos y de la enseñanza de Jesús, ¿se puede considerar a alguno de ellos el más importante?
¿Era éste también su mensaje cuando Jesús era discípulo del Bautista?
¿Qué era el reino de Dios para Jesús?
¿Cuál era esa idea común del reino de Dios?
¿Qué características concretas tendría ese Reino?
¿Cómo se afirma que ese Reino vendrá en el futuro, que aún no está aquí, pues siempre se ha dicho que el reino de Dios está ya presente en este mundo?
¿En qué se basa la idea de qué Jesús sostenía que el reino de Dios era futuro?
Entonces, ¿nunca anunció Jesús que el reino de Dios estaba ya presente? 
¿No hay ningún otro pasaje evangélico que sustente esta idea del reino de Dios presente?
¿Pudo haber una contradicción en la mente de Jesús entre reino de Dios presente y futuro?
¿Por qué la Iglesia insiste tanto y se diría que exclusivamente en el reino de Dios ya presente en la tierra?
Según Jesús, ¿vendrá el reino futuro de Dios tranquilamente o con alteraciones aquí en la tierra?
¿Cuáles son los bienes materiales del reino de Dios futuro?
¿Esos bienes materiales se disfrutarían en cualquier sitio o sólo en una zona determinada?
Supongamos el reino de Dios ya en la tierra, ¿Cómo debemos imaginarlo?
¿Cómo sería el reino de Dios definitivo?
¿Por qué los cristianos no saben casi nada de esta concepción de reino de Dios según Jesús, tomada de los Evangelios?
¿Puede reducirse el mensaje de Jesús a la proclamación del reino de Dios?
¿Participarán de esos bienes materiales del Reino algunos paganos?
¿Era también político el mensaje de Jesús sobre el reino de Dios?
¿Qué implicaciones políticas tenía el mensaje del reino de Dios?
¿Quiénes eran los herodianos?
¿Cómo es que Jesús declaró que había que pagar el tributo al César?
¿En que sentido era Jesús “hijo de David”?
¿Hay otros indicios en los Evangelios que puedan indicarnos cuál era la postura de Jesús en materia de política?
¿Jesús no aportó ningún cambio en materia de mesianismo político en el Israel de su época?
Si el reino de Dios se concentraba en Israel y era fundamentalmente para el Israel arrepentido, ¿era Jesús un nacionalista? ¿Fue Jesús un “agitador social”?
CAPÍTULO VIII:  Las parábolas de Jesús  
¿Por qué habló Jesús en parábolas? 
¿Qué es una parábola? ¿Qué es una alegoría?
¿Era Jesús original en el uso de parábolas?
¿Lograba Jesús sus objetivos de hacerse entender?
¿Es cierto que el Evangelio de Marcos dice que Jesús no quería que lo entendieran? 
¿Son todas las parábolas de los Evangelios originales de Jesús?
¿Cuál es el mensaje general de las parábolas? 
CAPÍTULO IX: La ética predicada por Jesús
¿Tenía Jesús una moral o ética especial?
¿Es verdad que el mandamiento del amor, típico de Jesús, es “nuevo”? 
¿Quién es el prójimo para Jesús?
¿Qué entendía Jesús por “enemigos”? 
¿Quiénes eran los “enemigos” de Jesús a los que él no amó?
¿Quiénes eran los “escribas” y letrados  del Nuevo Testamento?
¿Quiénes eran los “doctores de la Ley”?
¿Tiene, por tanto, algún rasgo especial el mandamiento del amor?
¿A qué llamamos ética especial de Jesús?
¿Son estos preceptos especiales los que se han llamado normas de una ética pasajera o “interina”?
¿Cuál es la posición de Jesús respecto a la riqueza?
¿Qué parece opinar Jesús  del trabajo?
¿Cuál era la posición de Jesús respecto a la familia?
¿Qué pensaba Jesús sobre la justicia civil? 
CAPÍTULO X:  La fundación de la Iglesia
¿Fundó Jesús una iglesia?
¿Qué intención tenía el Jesús histórico al constituir el grupo de los Doce?
¿Pensaba Jesús que había que inscribirse, o hacerse bautizar, para ingresar en el grupo de los que se iban a salvar?
¿Cuál debe ser la interpretación de este pasaje?
¿Es segura esta exégesis tradicional de Mt 16,13-20?
¿Cómo juzgar, pues, el pasaje del Evangelio de Mateo 16,13-20?
¿Encaja la fundación de una Iglesia con lo que podemos saber de la predicación de Jesús ?
¿Por qué se formó entonces la Iglesia?
¿Podría la exégesis más reciente aceptar esta imagen de una constitución de la Iglesia independiente de la voluntad de Jesús?
¿Estaría el Jesús histórico de acuerdo con esta evolución del grupo de los Doce hacia la constitución de una iglesia como la que perdura hoy día?
En todo caso, ¿la Iglesia actual?
¿Y qué pensar del “primado” de Pedro?
¿Qué opinó la Iglesia posterior acerca de la primacía de Pedro?
¿Qué idea final, sintética, podría formarse acerca de la fundación de la Iglesia un cristiano actual interesado en los orígenes históricos de su fe?
¿Hay ejemplos en el mundo antiguo de un proceso al menos similar?
CAPÍTULO XI:  La personalidad de Jesús
¿Cómo se vio Jesús a sí mismo? 
¿Aceptó Jesús en verdad que lo llamaran maestro?
¿Qué era un maestro o rabino en época de Jesús”
¿Se consideró a sí mismo Jesús un profeta? ¿Lo vieron los demás así?
¿Podía ser un profeta en tiempos de Jesús una “figura mesiánica”,  es decir, algo parecido a un mesías?
¿Se puede aceptar que Jesús era hijo de Dios real y físico?
¿Se puede probar este aserto de que Jesús era un mero hombre con una lectura de los Evangelios?
¿Qué quiere decir que Jesús era un rabino “carismático”?
¿Qué diferencia hay entre un carismático y un mago?
¿Fue Jesús un mago?
¿Ha continuado la idea de que Jesús era un mago en tiempos actuales?
¿Perdonó Jesús los pecados como Dios, según el Evangelio?
¿Cómo debe entenderse el título “Señor” que se aplica a Jesús en los Evangelios?
¿Cómo se entiende la expresión “el hijo del hombre”?
¿Podía, sin embargo, significar mesías la expresión “Hijo del Hombre”?
¿Es creíble que alguien pusiera palabras en boca del Jesús vivo que éste no dijo nunca? 
¿Hay realmente muchos casos en los evangelios de esos dichos de profetas puestos luego en boca de Jesús?
¿Qué ocurre con otras sentencias del “Hijo del Hombre” que proclaman que este personaje será juez universal de vivos y muertos?
¿Y no se refiere Jesús a sí mismo cuando habla de este juez universal?
¿Se creyó Jesús a sí mismo el mesías? 
Pero ¿no hay en el. Cuarto Evangelio una afirmación clara de  que Jesús dijera que era el mesías?
¿Cuál sería, pues, una manera plausible de entender el mesianismo de Jesús?
Entonces, finalmente, ¿fue Jesús en realidad el mesías de Israel?
Y ¿las escenas de la entrada en Jerusalén y la purificación del templo no son mesiánicas?
¿Por qué Jesús no corrige esta interpretación?
¿No parece más profética que mesiánica la segunda escena, la de la purificación?
¿No se dice que Jesús abolió el culto del Templo?
¿Puede saberse cuando se produjo esta “purificación”?
¿Qué fue lo que dijo Jesús en verdad acerca de la destrucción el Templo? 
¿Con cuál de estas versiones quedarse?
Ser mesías, ¿significaba para el pueblo judío ser el rey de Israel?
¿Cómo se explica entonces que en el Cuarto Evangelio Jesús diga que su reino no es de este mundo?
A fin de cuentas, ¿creían los discípulos de Jesús que él era el mesías?
Entonces ¿es posible que Jesús, en contra de lo que afirman los Evangelios, no innovara demasiado en su concepción del “mesianismo”?
¿Cuál de estas dos interpretaciones es la que probablemente adoptó Jesús? 
¿Inventó de algún modo la Iglesia posterior a la muerte de Jesús el mesianismo pacífico y doliente que se atribuye a Jesús?
¿Fue Jesús el único mesías del siglo I en Judea y Galilea?
¿Era Jesús un taumaturgo, es decir, un realizador de milagros? 
De todos modos ¿son los milagros puras leyendas evangélicas? 
Admitamos que Jesús era realmente un sanador, ¿Y los exorcismos?
Y ¿qué pensar de los milagros contra las leyes de la naturaleza como multiplica los panes, andar sobe las aguas o resucitar muertos?
Y ¿las otras clases de milagros contra la naturaleza?
¿Cuáles son los argumentos en los que se basan los críticos para cuestionar la historicidad de tales portentos de Jesús?
CAPÍTULO  XII: La personalidad de Jesús vista por los demás
¿Es uniforme y consistente la personalidad de Jesús según los Evangelios?
¿Pueden sintetizarse en pocas palabras esos rasgos contradictorios?
¿Se muestra Jesús como ignorante, según los textos evangélicos?
¿Se consideraba Jesús un pecador?
¿Se consideró a Jesús loco alguna vez?
¿Se enfadaba Jesús?
¿Era Jesús un machista respecto a su trato con las mujeres?
¿Era Jesús un comilón y bebedor?
¿Era Jesús un exagerado en su manera de predicar?
¿Era Jesús un predicador apocalíptico?
¿Era Jesús amigo de los ricos?
¿Por qué discutía Jesús agriamente con los fariseos?
Dejando aparte las posibles exageraciones, ¿es verdad que  discutían tanto?
¿Siempre discutían los fariseos y Jesús de cuestiones de las Escrituras y en concreto de la  Ley?
¿Puede decirse sin más precisión  y en resumidas cuentas que Jesús “era un fariseo”?
¿Qué es la Ley oral?
¿Podemos decir entonces, sin más precisión y en resumidas cuentas, que Jesús era un fariseo?
¿Era Jesús un esenio?
¿En qué se parecen Jesús y los esenios?
¿Qué diferencias hay entre Jesús y los esenios?
¿Cómo se comportaba Jesús con los paganos?
¿Fue Jesús un blasfemo?
CAPITULO XIII: Los últimos días de Jesús. I. Cuestiones generales
¿Se muestran los evangelistas más veraces en esta parte tan importante y breve de la vida de Jesús?
¿Fueron testigos los discípulos de Jesús de los hechos narrados en la historia de la Pasión?
¿Hay algún caso en la historia de la Pasión que pudieran haber sido inventado tomando como modelo al Antiguo Testamento?
¿Eran conscientes los cristianos que los hechos podrían haber sido manipulados para hacerlos concordar con las Escrituras?
¿Hay algunos episodios que podríamos calificar de legendarios en la historia de la Pasión?
¿Es posible que el relato de la Pasión sea una reelaboración de hechos que sucedieron durante mucho más tiempo que una semana? 
¿Cuántos dichos y hechos cuentan los evangelistas que sucedieron en el marco de unos cinco días?
¿Qué otros indicios hay para pensar que existió tal compresión de hecho?
¿Cuánto pudo durar, por tanto, la historia de la pasión?
¿Con qué finalidad se compuso esta historia de la Pasión?
¿Cómo es posible pensar que el evangelista Marcos dispuso de una historia de la Pasión previa a la composición de su evangelio?
CAPITULO XIV: Los últimos días de Jesús II. Episodios particulares de interés especial
1. ¿Cuándo sucedió la unción en Betania?
2.  ¿Es histórico el episodio de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén?
¿Podría ser no histórica la indicación de que entró Jesús en Jerusalén montado en un asno?
3. ¿Cómo es posible que Jesús maldijera una higuera, al no encontrar higos en ella, si ya no era tiempo de higos?
4. ¿Cómo debe entenderse el episodio acerca del pago del tributo al César?
¿Dónde estaba la trampa de la pregunta?
¿Por qué los evangelistas tenían interés en presentar la respuesta de Jesús como afirmativa: sí hay que pagar el tributo?
5. ¿Fue la Última Cena de Jesús una cena pascual? 
¿Es posible que fuera una cena pascual sin cordero ni otros elementos necesarios para ella?
¿Qué fue entonces esa Cena?
¿No parece muy aventurada estas hipótesis de una cena de despedida? ¿Vaticinó Jesús su muerte en esa cena?
6. ¿Instituyó Jesús la Eucaristía en esa cena?
¿Con qué sustituye el Evangelio de Juan la institución de la Eucaristía?
¿Cómo se explica entonces que el Cuarto Evangelio tenga alusiones claras a temas eucarísticos?
¿No dice Pablo expresamente que Jesús instituyó la eucaristía tal cual se entiende hoy, como una tradición anterior a él?
¿Puede aceptar la Iglesia esta interpretación?
¿Qué motivo tuvo Pablo para transmitir esta visión recibida del Señor?
¿Cómo presentaba Pablo la Eucaristía para que fuera atrayente a los paganos?
¿Por qué tuvo éxito esta concepción paulina de la Eucaristía?
¿Por qué entonces aparece la institución de la Eucaristía en los evangelios sinópticos de un modo muy parecido al de Pablo?
¿Está de acuerdo la institución de la Eucaristía paulina, entendida al modo católico, con lo que sabemos del Jesús histórico?
¿Encaja la institución de la Eucaristía, con otros testimonios del cristianismo primitivo?
Y ¿si la Eucaristía fuera un rito secreto de los cristianos que éstos deseaban que no se propagara?
¿Son históricos los discursos de Jesús durante la Última Cena, según el Evangelio de Juan?
¿Qué temas se desarrollan en este discurso?
7. ¿Es histórico el personaje de Judas Iscariote?
¿Debemos entender su figura tal como la presentan los Evangelios?
¿Cómo fue concretamente la traición de Judas?
¿Qué opinión puede uno formarse de la tan traída y llevada versión del “traidor” en el El Evangelio de Judas) recientemente descubierto?
¿Qué motivaciones tuvo el traidor?
8. ¿Hubo un proceso judío contra Jesús antes de la semana de Pasión?
¿Qué argumentos hay en contra de la existencia de un proceso judío durante la semana de la Pasión?
9.  ¿Cómo interpretar el episodio de Getsemaní?
10. ¿Qué pensar del proceso romano contra Jesús?
¿Todo el proceso romano es histórico?
¿Por qué lo mataron? 
¿Con qué versión debemos quedarnos?
¿Acaso no era el mesianismo de Jesús de sentido totalmente religioso?
¿Cómo casa esta condena a muerte con la pintura de la actuación de Pilato según los Evangelios? ¿Y el famoso lavatorio de las manos?
¿Hay más pasajes de los Evangelios donde se perciba este deseo de exonerar de culpa a los romanos?
¿Qué responsabilidad tuvo en realidad el pueblo judío en la muerte de Jesús?
11.   ¿Por qué llevaron a Jesús ante Herodes Antipas, si éste y Pilato eran enemigos y el prefecto bastaba y sobraba para condenar a Jesús?
12.   ¿Es cierto que muchos críticos modernos, incluso católicos consideran que el episodio de Barrabás es legendario, o bien puramente inventado?
¿Podía realmente Pilato dudar entre Barrabás y Jesús? 
De cualquier modo, ¿no sería injusta una equiparación de Jesús con Barrabás y otros revolucionarios por el estilo?
13. ¿Qué pensar del Cireneo? ¿Es también un personaje inventado? ¿Y la historia de la Verónica?
14. ¿Cómo fue la crucifixión de Jesús?
¿Son creíbles en bloque los detalles que presentan los evangelistas en torno al hecho de la crucifixión?
¿Por qué existen dudas razonables en cuanto a la historicidad de los detalles concretos en torno a la crucifixión?
¿Hay algún detalle del que no pueda dudarse en cuanto a su historicidad?
¿Por qué ajusticiaron a dos “bandidos” a la vez que Jesús?
¿Es verdadera históricamente, en concreto, la presencia de María Magdalena junto a la cruz?
¿Qué más detalles hay en torno a la crucifixión cuya historicidad sea al menos discutida?
¿Murió Jesús realmente en la cruz?
¿Cómo fue el instante de la muerte de Jesús?
¿Y la confesión posterior a la muerte, nada menos que de un centurión romano?
¿Presentan los evangelistas por su cuenta alguna interpretación de la muerte de Jesús? 
¿Qué opinar de los sucesos que se cuentan que ocurrieron inmediatamente después de la muerte de Jesús? 
¿Cuándo empieza a ser la cruz el símbolo del cristianismo?
15. ¿Se puede saber  con certeza qué día murió Jesús?
¿Cuál de las dos cronologías es más fiable?
¿A qué hora murió Jesús?
¿En qué año murió Jesús?
¿Qué edad tendría Jesús cuando murió?
¿Por qué podemos estar seguros de que la condena de Jesús fue por motivos políticos?
CAPITULO XV: Descendimiento y sepultura del cadáver de Jesús
¿Hubo algo especial en el descenso de la cruz del cuerpo de Jesús?
¿Presentan los evangelistas de un modo uniforme un hecho aparentemente tan sencillo?
¿Con qué versión nos quedamos?
CAPÍTULO XVI: La tumba vacía y la resurrección
¿Qué hay de histórico en las narraciones sobre la “tumba vacía”?
¿Puede un historiador hablar de  la resurrección?
¿No podría un historiador emitir al menos su opinión sobre la consistencia de las narraciones sobre la resurrección que ofrecen los Evangelios?
¿Cuáles son esas contradicciones? 
¿Y las menciones de apariciones del Resucitado en las cartas de Pablo de Tarso?
¿Por qué las autoridades romanas no persiguieron a los discípulos de aquel a quien habían crucificado?
CONCLUSIÓN:  ¿Qué podemos afirmar como cierto o muy probable, desde la ciencia histórica, de la vida de Jesús de Nazaret?
PRÓLOGO
RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS
CONCLUSIÓN

CONCLUSIÓN

¿Qué podemos afirmar como cierto o muy probable, desde la ciencia histórica, de la vida de Jesús de Nazaret?
El marco de la respuesta es el siguiente: el Jesús de la historia es bastante distinto del Cristo de la fe. Este Cristo, que se encuentra en muchos libros acerca de la vida y doctrina de Jesús que se proclaman “históricos” (un ejemplo de hoy y español: las obras de J. A. Pagola y A. Puig i Tarrèc) es sin duda una mezcla de historia y de teología. En mi opinión son obras bien escritas, compuestas por autores bien informados de lo que se denomina la “investigación” (confesional), pero que no dan el salto al verdadero Jesús de la historia por las limitaciones impuestas por la dogmática.
El Jesús histórico es poco comprensible para el hombre del siglo XXI si no se le aclaran a éste muchas cosas, y hay que quitar a la imagen del Jesús de la historia muchos de sus rasgos judíos nacionalistas para pueda ser un modelo de conducta para el hombre de hoy.
A pesar de las dificultades de los textos básicos, podemos pergeñar –con algunas palabras de Fernando Bermejo, que van en cursiva-- el siguiente resumen de los rasgos esenciales del que nos parece que fue el Jesús histórico:
         
         · Jesús existió realmente. Los argumentos en contra no son convincentes. Pero una cosa es su existencia y otra, muy distinta, cómo fue interpretada por sus seguidores su figura y su misión después de su muerte.
· Nació durante el reinado del emperador Augusto, probablemente algunos años antes del comienzo de la era cristiana. No es posible precisar el año exacto del nacimiento de Jesús, pero es probable que éste haya acontecido hacia el fin del reinado de Herodes el Grande (muerto el 4 a.C.). Por tanto hacia el 6 o 5 a.C. Aunque suene cuanto menos curioso, es lícito decir que “Jesús nació antes de Cristo”.
· Creció en Nazaret de Galilea. El nacimiento en Belén está testimoniado sólo en los capítulos 1 y 2 de los evangelios de Mateo y Lucas, y probablemente es un intento de acomodar el nacimiento de Jesús a la profecía de Miqueas 5,1. En el resto del Nuevo Testamento, incluidos los mismos Mateo y Lucas, Jesús es sólo el “Nazareno”, es decir, nacido en esa villa o aldea. Jesús, pues, creció --y posiblemente nació-- en Nazaret.
· Perteneció a una familia numerosa. Los hermanos y hermanas de Jesús citados en Mc 6,3 son probablemente auténticos hermanos carnales. Los autores del Nuevo Testamento –y prácticamente toda la Iglesia primitiva hasta mediados del siglo III no tienen otro interés que señalar el nacimiento milagroso y virginal de Jesús, el gran héroe de la historia. El resto de la vida de María y José no les interesa por sí mismo, por lo que suponen que formaban un matrimonio normal y que tendrían otros hijos.
· La formación de Jesús fue la usual de un varón galileo de clase media pobre. Muy probablemente sabía leer y escribir. No sólo hablaba arameo, sino que poseía ciertos conocimientos de hebreo, de griego y de latín
· Fue un individuo profundamente religioso. La personalidad de Jesús fue intensa y entusiásticamente religiosa, moldeada por la fe de su familia y la del Israel de su tiempo.
· Nada podemos decir de su estado civil antes del inicio de su vida pública, Puso ser soltero, casado o viudo.
· Su religión y religiosidad fueron plenamente judías. El Dios de Jesús es esencialmente el del Antiguo Testamento, aunque con las modificaciones en su figura que el judaísmo había hecho durante la época helenística. Jesús se atuvo a las creencias y prácticas religiosas de su pueblo: observancia de fiestas, frecuentación de sinagogas, aceptación de los ritos sacrificiales del Templo, estima y profunda devoción hacia la ley de Moisés como fundamento de su patrimonio religioso y cultural, etc.
· Fue atraído por la personalidad de Juan Bautista y por su mensaje religioso. Fue bautizado, ya en su madurez, por éste. Muy probablemente fue su discípulo durante meses, aunque no podamos definir exactamente cómo fue es discipulado.
· Jesús tomó de Juan Bautista algunos de los principales motivos de su predicación. La enseñanza y el marco religioso del Bautista forman la estructura básica de la primera autocomprensión religiosa de Jesús. Ello nos sirve para situar a éste en el contexto de una tensa espera en la venida de un inminente juicio divino sobre Israel, seguido de la instauración el Reino divino.
· Reunió un grupo de discípulos, cuyo núcleo estuvo compuesto de doce. Es muy posible que este grupo tuviera un significado simbólico y representara a las doce tribus de Israel, por el momento dispersas, pero a la que Dios iba a restaurar dentro del marco de la inminente llegada de su Reino. Jesús no fundó iglesia alguna en el sentido que nosotros entendemos por ese término.
· Habló y actuó como con el convencimiento de ser un profeta, el portavoz o heraldo de Dios para los momentos finales de este mundo. La inspiración de su talante profético procedía de la creencia en su especial contacto con Dios dentro del marco de la alianza del pueblo judío con Dios, manifestada en la Ley y los Profetas.
· Utilizó en su predicación un lenguaje directo, accesible al pueblo, a veces figurado, caracterizado por imágenes hiperbólicas y parábolas persuasivas. Fue visto por el pueblo como un maestro, en hebreo rab, rabino, de la Ley.
· El centro y la razón de ser de su predicación fue el anuncio de la venida del reino de Dios. Su concepción de este Reino --cuyas características básicas no explica porque las da por supuestas, comprendidas y aceptadas por él mismo y por sus oyentes-- fue muy parecida a la transmitida por la tradición profética del Antiguo Testamento y por la piedad general del Israel de su tiempo. De lo contrario no hubiera sido entendido y seguido por las masas. En sus parábolas intentó precisar algunas características de este Reino, tal como él lo entendía.
· El reino de Dios era para Jesús una entidad esencialmente futura. Ese reino no estaba presente en Israel mientras Jesús mantenía su predicación de que vendría muy pronto, sí, pero en el futuro.
· Jesús no estableció plazo alguno definitivo para la irrupción del Reino. Ignoraba muy probablemente cuando vendría.
· Jesús se expresó en ocasiones como si en su propia acción hubiera ya signos de la venida del reino de Dios. Unos pocos dichos de Jesús –especialmente en Lucas y Mateo- parecen referirse al Reino no como una entidad únicamente futura, sino como una realidad que está irrumpiendo en el presente. 
Pero estas sentencias no contradicen el contenido de los dichos de Jesús que esperan un Reino en el futuro, ni significan que Jesús creyese que el Reino estaba ya presente. Son sólo la manifestación de que sus acciones contra Satanás, exorcismos y sanaciones sobre todo, señalaban que lospreludios de la venida del Reino estaban ya comenzando. Sus expresiones de “presente” son, por tanto, indicación de su entusiasmo escatológico y de su visionaria convicción de la inminencia del Reino futuro.
· El reino de Dios habría de instaurarse en la tierra de Israel, un Israel que sería restaurado como el centro del mundo según las Promesas. El país gozaría de una inmensa abundancia de bienes materiales y espirituales, tanto que el único símbolo posible para aludir a él es un opulento banquete.
· El mensaje del reino de Dios, aunque fuera de carácter eminentemente religioso tenía implicaciones materiales y políticas. El que Jesús, como su tarea principal, no instigase a la rebelión armada no significa que su mensaje careciese de implicaciones sociopolíticas, ya que la irrupción del Reino entrañaría la desaparición de todo dominio pagano y un nuevo estado. El nuevo régimen de Israel tendría como “constitución” la ley de Moisés, entendida en su esencia más profunda. En este Reino no tendrían cabida los pecadores judíos no convertidos, ni los paganos en general.
· Jesús restringió su predicación a Israel y no fue un predicador universalista, es decir, se sintió enviado a predicar sólo a las “ovejas perdidas” de la casa de Israel. Su trato con los paganos fue por lo general ambiguo y duro. Probablemente hizo una excepción con los samaritanos.
· Se dirigió de forma especial a los pecadores. Precisamente por orientar su predicación a todo Israel, Jesús centró su atención en los sujetos marginales necesitados de salvación desde un punto de vista religioso, es decir, los individuos por muchos considerados transgresores de la Torá, o ley de Moisés. También a ellos, según Jesús, se les brindaba una oportunidad de conversión a un Dios padre dispuesto a perdonar y admitirlos en su Reino tras el arrepentimiento.
· Creyó que la instauración del Reino no dependería de los hombres, sino de Dios. El reino de Dios era para Jesús algo diferente a los imperios del mundo. Por ello no parece haber preconizado que la iniciativa humana –ya fuera mediante el esfuerzo, o una revuelta armada de grandes dimensiones contra la autoridad romana-- sería determinante. Pensaba que sólo sería el desencadenante de su irrupción, que dependería únicamente de la voluntad de Dios, quien habría de intervenir de manera milagrosa. En espera de esa iniciativa divina, la tarea de los hombres era convertirse, prepararse y pedir la venida del Reino.
· El reino de Dios predicado por Jesús incluía la idea de un juicio, que implicaba tanto la salvación de unos como la condenación de otros. El anuncio del juicio escatológico –con su doble dimensión, gozosa y terrible-- forma parte integrante de la proclamación de Jesús, no sólo el mensaje de salvación y de la misericordia divina..
· Jesús realizó acciones que tanto él como algunos de sus contemporáneos consideraron extraordinarias, como exorcismos y curaciones. Es decir Jesús fue un taumaturgo, un realizador de acciones paranormales que sus seguidores y otras personas de fuera consideraron milagrosas. Probablemente sus milagros se restringieron a las sanaciones y exorcismos y dependían de la fe y confianza en él.
· Antepuso los aspectos morales a los rituales. En la enseñanza de Jesús el culto judío no es abolido, pero queda postergado ante los aspectos éticos. Su crítica del legalismo autocomplaciente y la concesión de primacía a la pureza interna, la misericordia y el amor --al pobre, al prójimo-- sobre el sacrificio están en continuidad con el espíritu del profetismo bíblico, que usa estas ideas como principios críticos para interpretar la Ley. Ello supone, por ejemplo, que quebrantó el sábado, ni eliminó la distinción fundamental entre lo “puro e impuro”, sino que la interpretó en su sentido más esencial y profundo.
· Radicalizó la Torá, o Ley, si bien en tal radicalización permanece en el marco de ella. Con otras palabras: Jesús no quebrantó ni abrogó la ley de Moisés. La piedad y el entusiasmo escatológico de Jesús permiten explicar su actitud respecto a la Ley, que es al mismo tiempo de fidelidad y radicalización. Jesús se limitó a discutir el verdadero significado de la Ley, a profundizarla, a veces para endurecerla en sentido rigorista. Jesús no pretendió fundar religión nueva alguna.
· Jesús mantuvo polémicas con otros grupos religiosos de su tiempo, aunque este conflicto tiene lugar en el seno de acuerdos básicos en el marco de la común religión judía. La intensidad del conflicto de Jesús con algunos contemporáneos --por ejemplo fariseos-- ha sido muy exagerada en los Evangelios a la luz de disputas posteriores, y con el interés de presentar al Maestro como abanderado de la separación respecto al judaísmo que estaba teniendo lugar durante la composición de los Evangelios, especialmente el de Mateo. La existencia de tensiones con otros individuos también muy religiosos es comprensible dado el carácter variado del judaísmo de la época, así como las potencialidades polémicas de la actitud profética y carismática y del radicalismo escatológico de Jesús.
· Desde Galilea, Jesús fue a Jerusalén en la Pascua de su último año de vida (hacia el año 30 o 33 d.C.), sea para celebrar la fiesta y para predicar, o en espera de la instauración del Reino por parte de Dios,, aunque no para morir. Jesús no anunció su muerte de manera programática. Tales anuncios son inserciones posteriores en los Evangelios, como se deduce del comportamiento de los discípulos y de Jesús mismo en el relato de la Pasión.
· Protagonizó un incidente en el Templo. Aunque es incierto el sentido de la acción --¿limpieza cultual simbólica y profética de la futura restauración de Israel y del Templo mismo?--, la intervención en el santuario fue ejercida con cierta violencia y conllevó el impedimento temporal de la actividad comercial que debía realizarse para llevar a cabo los sacrificios. Esta purificación no significa en absoluto que Jesús aboliese el culto al Templo, sin todo lo contrario.
· Jesús fue arrestado –y decidida su ejecución- por motivos de índole sociopolítica. Deben ser descartadas como razones suficientes de la ejecución causas morales y religiosas, por ejemplo que era un blasfemo o que se proclamó mesías, o juez de vivos y muertos. La acción en el Templo en el delicado período de una fiesta religiosa de gran importancia hizo temer peligros mayores, de desórdenes públicos, a las autoridades de Jerusalén.
Ante todo, era temible para las autoridades, tanto judías como romanas, el anuncio del establecimiento inminente del Reino, y el que Jesús contara con un buen grupo de seguidores, algunos de los cuales estaban armados. Lo que motivó la detención y ejecución de Jesús como “rey de los judíos” fue el peligro que para el orden público supusieron su acción en el Templo y las implicaciones políticas de su mensaje, incluso probablemente su postura de que no se debía pagar el tributo al César.
· Jesús murió en tiempos de Tiberio, crucificado junto a varios bandoleros por los romanos. La muerte agravada en cruz estaba destinada a esclavos huidos o recalcitrantes y a rebeldes políticos contra el Imperio.
Ahora, tras haber delineados estos puntos de la figura de Jesús, que parecen bastante seguros, creo que podríamos responder a la pregunta que planteábamos al inicio: ¿fue Jesús un enigma? Ya adelantaba que pienso que no. La razón es ahora mucho más clara: tenemos datos suficientes como para conocer las líneas generales de Jesús, para situarlo y formarnos un juicio de cómo fue en esas puntos fundamentales. Sabemos más de Jesús que de muchos otros personajes históricos de importancia.
Creo que el lector habrá barruntado que el “enigma” se formó porque los evangelistas construyeron una “biografía” de Jesús basándose en dos líneas de elementos que no casan bien entre sí. Un elemento, la tradición de lo que había sido Jesús, que se imponía por la fuerza de los hechos y de la memoria. Otra, la reinterpretación espiritual, propia sobre todo de Pablo, y interpretación mística, del Evangelio de Juan.
Ambos elementos se superponen a la hora de delinear la biografía de Jesús porque los cuatro evangelistas, Juan incluido, ven en el fondo a Jesús con ojos fundamentalmente paulinos. Ahora bien: la reinterpretación paulina de Jesús y los datos históricos sobre el Jesús de la historia no casan bien en su mayor parte.
El lector puede observar que este resumen del “esqueleto” biográfico del Jesús, que creo histórico y que acabamos de presentar, dista bastante de la imagen del “Jesucristo” transmitida por la tradición eclesiástica en libros o en la predicación general. Entre una y otra imagen media la reinterpretación de Jesús por parte de sus seguidores, tanto judeocristianos como, sobre todo, judíos de la Diáspora, de mente más universalista, por medio de una nueva lectura interpretativa de los textos de las Escrituras a la luz de la creencia firme en su resurrección, en que Jesús no había muerto para siempre, sino que era el Viviente, que estaba a la derecha de Dios y que Éste lo había constituido “Señor y Mesías”.
No mucho tiempo después, en el lapso que media entra su muerte y la última edición del Evangelio de Juan, hacia el año 100, este Jesús había sido ya convertido en un Logos/Palabra divina, preexistente junto al Padre desde toda la eternidad, que por nosotros los hombres y por nuestros pecados había descendido desde el cielo, se había encarnado, proclamado la redención, sufrido una muerte redentora por todos los humanos, resucitado y vuelto al empíreo de donde procedía.
En año 325 un concilio de la Iglesia universal proclamaba en Nicea contra el hereje Arrio que este Jesús era el Hijo eterno de Dios desde siempre, y que nunca había sido creado, sino engendrado por el Padre desde toda la eternidad: “Creemos en un solo Señor Jesucristo hijo único de Dios… Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza (griego homooúsios) que el Padre”.
En el año 451 el concilio de Calcedonia definió con más exactitud cual era la naturaleza eterna de este Logos / Jesús: tenía dos naturalezas, una divina y otra humana, pero era una sola persona, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

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