GIOCONDA BELLI, O LA POESIA
HECHA EROTISMO
Víctor Rey
“A todos amo con un amor de mujer, de
madre, de hermana, con un amor que es más grande que yo toda, que me supera y
me envuelve como un océano donde todo el misterio se resuelve en espuma…”
(Gioconda Belli)
La primera vez que supe de la
poetisa Gioconda Belli, fue a través de uno de sus poemas que apareció en una
revista semiclandestina en la última tapa, a principios de los años ochenta en
el Chile de Pinochet. El poema se llama: “Reglas del juego para los hombres que
quieren a amar a mujeres”. El poema me pareció tan hermoso y profundo, me
dedique a averiguar quién lo había escrito y descubrí que su autora era
nicaragüense y que había participado en la revolución sandinista. Me
llamó la atención que su poesía combinaba el erotismo con lo social y lo
político, una mezcla exuberante. Luego descubrí otros poemas como: “Como tinaja”,
“Biblia”, “Esto es amor”, “Y Dios me hizo mujer”, “¡Ah,
Nicaragua!”. Han pasado los años y en una oportunidad que estuve en
Managua, me topé con un recital de Gioconda Belli en el Teatro Rubén
Darío. La sala estaba repleta y el silencio era religioso al escucharla. Disfruté
en primera fila ese recital y después tuve la oportunidad de saludarla, me
autografío uno de sus libros y conversamos un breve tiempo. Me llamo
atención su belleza y disposición para intercambiar algunas opiniones sin prisa
y con amabilidad, sabiendo que había una fila esperando sacarse una foto con
ella y para saludarla.
“El amor de mi hombre no conocerá el
miedo a la entrega, ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento en
una plaza llena de multitudes. Podrá gritar -te quiero- o hacer rótulos en lo
alto de los edificios proclamando su derecho a sentir el más hermoso y humano
de los sentimientos.
El amor de mi hombre no querrá
rotularme y etiquetarme, me dará aire, espacio, alimento para crecer y ser
mejor, como una revolución que hace de cada día el comienzo de una nueva
victoria.” (De Reglas del juego para los hombres que quieran amar a mujeres)
Gioconda Belli nació el 9 de
diciembre de 1948 en Managua (Nicaragua). Vivió en el seno de una familia
acomodada, su padre, Humberto Belli, era empresario y su madre, Gloria Pereira,
fue fundadora del Teatro Experimental de Managua. Gioconda fue la segunda de
cinco hermanos. Estudió en el Colegio de La Asunción en Managua y en el Real
Colegio de Santa Isabel en Madrid, España, donde obtuvo el bachillerato en
1965. Tras obtener un diploma en Publicidad y Periodismo en Filadelfia, Estados
Unidos, regresó a Managua y en 1967 contrajo matrimonio. Su primera hija,
Maryam, nació en 1969. Sus poemas aparecieron por primera vez en 1970 en el semanario
cultural del diario La Prensa de ese país. Su poesía, considerada
revolucionaria en su manera de abordar el cuerpo y sensualidad femenina, causó
gran revuelo. Su libro “Sobre la grama” le ganó en 1972, el premio de poesía
más prestigioso del país en esos años, el “Mariano Fiallos Gil” de la
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Fue una firme opositora a la
dictadura de Somoza, por lo que tuvo que exiliarse a México y Costa Rica y se
integró a las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional, organización
en la que militó desde 1970 hasta 1994. Fue miembro de la Comisión
Político-Diplomática del FSLN. Fue correo clandestino, transportó armas, viajó
por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha
sandinista. En 1978, obtuvo el prestigioso Premio Casa de las Américas (Cuba)
en el género poesía por su libro Línea de Fuego. Belli se casó por segunda vez
y tuvo a sus hijos Melisa y Camilo. Tras el triunfo sandinista fue
representante sandinista ante el Consejo Nacional de Partidos Políticos y
vocero del FSLN en la campaña electoral de ese año. Dejó la vida política para
dedicarse a escribir su primera novela, sin dejar nunca de lado la poesía. En
1988, Belli publicó su primera novela La Mujer Habitada, que fue un éxito clamoroso
de amplia resonancia internacional.
En 1990, se publicó la segunda
novela, Sofía de los Presagios. En 2001 apareció en El País bajo mi piel, un
testimonio-memoria de sus años en el sandinismo.
Se casó por tercera vez en 1987 con Charles Castaldi con el que tiene una hija,
Adriana, nacida en 1993. En febrero del 2008 publicó su última novela El
infinito en la palma de la mano, galardonada con el Premio Biblioteca Breve
2008 de la editorial española Seix Barral, y recientemente con el Premio Sor
Juana Inés de la Cruz.
Gioconda Belli sigue preocupada
de su Nicaragua en estas horas oscuras. Dice que nunca pensó que
viviría otra dictadura y que Daniel Ortega se ha transformado en otro Somoza. Y
termina con esta frase: “La izquierda fracasó en América Latina por una
tendencia totalitaria. Es una gran desilusión para los que somos de izquierdas,
pero perdió la imaginación y ha querido que el costo de la justicia social sea
la libertad.”
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