RUBÉN
BLADES: SIEMBRA, CAMINANDO, ADÍOS Y GRACIAS
Víctor
Rey
Cuando en 1988 estaba
estudiando Ciencias Sociales en ILADES (Instituto Latinoamericano de Desarrollo
y Estudios Sociales), antecedente de lo que es hoy la Universidad Alberto
Hurtado, una compañera de curso me regalo un cassette de Rubén Blades junto a
Willie Colón. El nombre: “Siembra”. Este
fue mi primer encuentro con la salsa. Ahí supe que a este tipo de salsa la
llamaban “salsa intelectual”. Con el
tiempo supe que fue uno de los discos más vendido y ayudó a renovar este tipo
de música. Realmente me encantó y
descubrí las riquezas de las letras y de alguna manera deje mis prejuicios
sobre esta música. Más adelante cuando
me encontraba en Bélgica estudiando Comunicación Social este cassette con otros
que lleve me acompañaron y me traían los sones de la música de
latinoamericana. Con mi hija que en esos
tiempos era una niña, ensayábamos algunos pases de salsa y nos divertíamos
mucho. Luego conocí su producción
posterior y realmente he dado gracias por la riqueza de su música y sus letras
que han aportado para tener más justicia, paz, alegría, esperanza y verdad en
América Latina. Especialmente su álbum:
“Buscando América”. Donde los temas.
Decisiones, Desapariciones, Buscando América, El Padre Antonio y el monaguillo
Andrés, Todos vuelven, Caminos verdes y
GDBD, en muchas partes fueron prohibidos como fue el caso de Chile, cuando
vivíamos en dictadura.
He visitado varias
veces la Ciudad de Panamá y desde la primera vez que me mostraron la casa de
Rubén Blades en el casco antiguo de esa hermosa ciudad toco el timbre o llamo a
la puerta. Una vez me dijeron que el sr.
Rubén Blades no estaba, que estaba de viaje.
Espero en la próxima tener la posibilidad de encontrarlo.
El sábado 29 de
octubre del 2016 se presentó en Chile, en el Movistar Arena del Parque
O´Higgins de Santiago. Era parte de su
último concierto de despedida. Su concierto se tituló: “Caminando, Adiós y
Gracias.” Con unos amigos y amigas,
asistimos a este concierto que fue casi un acto religioso. Me llamo la atención la cantidad de gente que
llegó y también la diversidad intercultural, que con su bandera y gritos se
hicieron notar.
“No es el final, al contrario, es el inicio de
otra dirección para mí y creo que el público lo entenderá mejor musicalmente,
cuando aparezcan las nuevas producciones en las cuáles estoy trabajando”, dijo
Blades en un momento de su concierto.
Por ahora se imagina
un futuro igual de brillante que la trayectoria que le precede y está planeando
un álbum de boleros con el grupo costarricense Editus.
La lista de sueños,
planes y proyectos musicales es larga y es por eso que Blades insiste que esta
gira no marca el final de una historia si no de un capítulo, un capítulo muy
feliz y por el cual dice no tener las palabras suficientes para expresar su agradecimiento
al público.
Aún así durante su
carrera, que ha abarcado más de cuatro décadas, no todo ha sido felicidad y
momentos dulces. La controversia también ha tenido un lugar especial en
diferentes épocas de su vida.
El compositor de
canciones tan famosas como Maestra Vida y Pedro Navaja ha
alzado su voz en varias ocasiones para discutir temas políticos, ha escrito
canciones con mensajes de índole social y político tal como Tiburón y
hasta sirvió a su país como ministro de Turismo durante el gobierno de Martín
Torrijos (2004-2009). En el 1994 se postuló para la presidencia de su país y a
pesar de no haber ganado se rumora que se postulará nuevamente en el 2019.
Pero Blades, que
también es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Panamá,
y se graduó de la prestigiosa Universidad Harvard con un título en leyes
internacionales, nunca ha permitido que la polémica lo afecte.
“La figura pública siempre estará expuesta a
críticas y calumnias. En mi tiempo, criticar dictaduras civiles o militares y
los errores en la política de los Estados Unidos me causó dificultades,
especialmente en ciertos lugares como la Florida”.
Y a pesar de que
recuerda una época cuando fue “prohibido en Miami y en la Habana” dice estar
feliz, en paz, sin odio a nadie, sin envidia, con Dios, con todos los que lo
conocen y lo quieren y con el corazón rebosante con agradecimiento.
“Sé que he tenido más
suerte que muchos y que debo recordarlo y agradecerlo y es lo que me sobra”,
dijo Blades reflexionando sobre la fecha de lanzamiento de su primer álbum, el
año 1969.
“La música popular
narra la vida de la urbe, de la gente que la habita, esa fue mi dirección desde
mis inicios y siempre traté de contar las historias de todos y para todos, soy
un periodista, un cronista como una vez dijera el Gabo (Gabriel García
Márquez), trato de escribir con honestidad sobre cosas que otros soslayan y desde
la esquina comenté sobre la ciudad, el país y el mundo”.
Rubén Blades tiene 73
años y buena salud. Así que tendremos
“salsa intelectual” por mucho tiempo y quizás tendremos un presidente poeta,
salsero, culto y comprometido con las grandes causas de la Humanidad en Panamá
y América Latina. Enhorabuena y
afortunado el pueblo de Panamá. Y como
dice una de sus canciones: “Con fe, siembra y siembra y tu verás, con mucha
conciencia.”, “Usa la conciencia para construir un mundo mejor”.
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